A medida que vamos adquiriendo experiencia en el cultivo de cannabis, nos vamos familiarizando con determinadas características de los cogollos y adquirimos nuevas herramientas que nos permiten determinar si estamos frente a flores de buena calidad. La cata de marihuana tiene mucho que ver con esto, pero además, es una práctica que contribuye a que nuestra experiencia con el cannabis sea inigualable.
Aprender a apreciar los sabores y los aromas de las flores no solo servirá para una mayor satisfacción, sino que nos dará alternativas útiles para determinar si nuestro cannabis se ve afectado por hongos, o incluso para intentar predecir cuáles serán los efectos que el cannabis producirá en nuestro organismo.
¿De qué se trata la cata de marihuana?
En la cata de marihuana acentuamos nuestros sentidos y los llevamos a su máxima potencia. Se trata de un proceso en el que distinguimos con consciencia los aromas, sabores e inspeccionamos con nuestra mirada a los cogollos con una mayor profundidad.
El proceso de cata de marihuana está compuesto por tres etapas en las que intervienen distintos sentidos.
Primer momento de la cata de marihuana: observar los cogollos
En el primer encuentro con nuestros cogollos, siempre es bueno atender al aspecto de las flores. A medida que nos vayamos haciendo más expertos, con tan solo observar nuestros cogollos podremos determinar cuestiones como la variedad a la que pertenecen, si la planta ha sido maltratada, su estado de maduración, o si contiene hongos.
¿Se puede determinar la genética de la planta mediante la observación?
Observando los cálices de nuestras flores, podríamos determinar que ascendencia genética tiene. Si nuestros cogollos contienen cálices grandes y están muy juntos, podemos deducir que se trata de una planta índica o de un híbrido de índica. En cambio, si nuestras flores son más alargadas y extendidas, es probable que estemos frente a una planta de ascendencia sativa. Sin embargo, distinguir las especies de marihuana a simple vista no es una tarea fácil al inicio. Todo requiere tiempo.
Observación y hongos
Si analizamos con nuestra mirada a las flores, podremos detectar si hay presencia de hongos en ella. Esta es una de las razones por la que es tan importante la etapa de observación en la cata de marihuana. Si nuestras flores presentan una coloración extraña, como gris o amarronada, y además se deshacen con solo manipularlas, de seguro estamos frente a un cogollo con hongos.
Es primordial que no dejemos pasar estas características, porque consumir marihuana infectada podría perjudicar nuestra salud. Además, la experiencia no sería tan agradable como lo deseamos.
Segundo momento de la cata de marihuana: oler los cogollos
En lo que respecta al disfrute sensorial, oler la marihuana es una experiencia enriquecedora. En un primer momento podemos acercar el cogollo a nuestras narices e inspirar profundamente. Si cerramos los ojos, la percepción de los olores será más intensa.
También, podemos tomar la flor por sus extremos y girarla en lados contrarios para que se desprendan los aromas que viene del interior del cogollo. En esta etapa de la cata de marihuana podremos sentir olores tropicales o frutales, de la misma manera que podremos notar aromas más relacionados con la madera o el chocolate.
Pero también, el aroma de la marihuana puede determinar cuestiones de suma importancia. Si nuestras flores tienen olor a humedad, hay que prestar especial atención, porque esto puede indicar que el proceso de secado o curado no han sido correctos.
Y sabemos que, si no secamos bien a nuestras flores, la probabilidad de que aparezcan hongos aumenta. Además, en esta etapa de la cata de marihuana también se pueden pronosticar los efectos que generarán las flores en nuestro organismo.
¿Cómo deducir el efecto que nos producirá el cannabis mediante el olor?
Un grupo de expertos argentinos realizaron una investigación donde concluyeron en que los olores de nuestros cogollos pueden ayudarnos a determinar que tipo de efectos psicoactivos nos generará la planta. Así, mediante los aromas podremos saber si las flores nos producirán una sensación relajante, o si nos pegarán de una forma en la que estemos más activos y sociables.
Carla Pallavicini, una de las investigadoras del estudio, comentaba: “Si vos prestás la suficiente atención al sabor, al aroma y lo empezás a reconocer, es una herramienta que tenés siempre con vos, porque es tu propia nariz, para empezar a darte cuenta para qué lado puede ir una flor”.
Para este estudio, los científicos trabajaron con 887 reseñas de usuarios de marihuana y los fusionaron con información química de las distintas variedades de cannabis. Finalmente, concluyeron que aquellas flores que tienen aromas más tropicales o frutales son las que generan efectos estimulantes y activos. Por el contrario, los cogollos que tienen aroma a madera o a tierra producen efectos de somnolencia o de relajación.
A su vez, explicaron que los usuarios que tuvieron una mala experiencia de consumo no pudieron asociar los aromas: “Nuestra hipótesis es que no reportaron ningún sabor, pero no porque no lo sintieron, sino que no se puede hacer una cata si la estás pasando mal y decir “esta paranoia tiene gusto a limón”. Son los datos con los que menos podemos asegurar cosas, al ser autorreportados, cuando reportan estas cosas generalmente se limitan a esa experiencia”.
Última etapa de la cata de marihuana: la degustación
La cata de marihuana llega a su fin una vez que saboreamos las flores. Claramente, este es el momento de mayor fervor, porque aquí no solo entran en juego los sabores. Los efectos psicoactivos también comenzarán a surtir efecto, dándole el broche de oro a la experiencia de la cata de marihuana.
Cuando ingresa el humo percibimos los primeros sabores, y la experiencia continúa al largar el humo. Si realmente queremos apreciar este momento, es importante que, si consumimos la marihuana en pipas o tuqueros, estén correctamente limpios y libres de resina.
Cómo limpiar pipas y tuqueros
La limpieza de estos elementos va a depender del material del que estén hechos. Si son de cerámica o madera, es de suma importancia que no los sumerjamos en soluciones solventes. También, es esencial manipular con cuidado los elementos. En estos casos, podemos utilizar hisopos mojados con solventes que no afecten a nuestra pipa o tuquero. Otro de los métodos es utilizar el famoso limpiapipas.
Ya si las pipas están hechas de otro tipo de materiales y pueden sumergirse, lo que tenemos que tener en cuenta es que no queden restos de solvente, porque pueden ser tóxicos.