La gran complejidad del cultivo en interior es generar y mantener las condiciones óptimas para el desarrollo de nuestras plantas. En esa búsqueda utilizamos materiales eléctricos que deben ser correctamente instalados y revisados periódicamente para evitar accidentes. Algunas claves para la seguridad del indoor.
1. El estado general de la instalación
Primero, debemos conocer la instalación eléctrica que tenemos en el lugar donde se va a armar el cuarto de cultivo. Si es muy vieja y la línea a la que lo conectamos está muy cargada, los cables pueden recalentarse entrando en corto y dejándonos sin luz.
Utilizar un disyuntor independiente también va a salvarnos de cualquier accidente eléctrico que pueda ocurrir dentro del cuarto de cultivo.
Es importante que la instalación tenga una correcta descarga a tierra.
2. Los cables a utilizar
Los cables a utilizar para las conexiones deben ser los adecuados. Si el grosor es escaso, el cable se recalentará pudiendo producir cortocircuitos e incendios.
Para lámparas de sodio de 250 o 400 w se deben utilizar preferentemente cables tipo taller de 3 x 1,5 mm.
En el caso de los coolers, con un cable paralelo de 2 x 0,5 mm alcanza.
Los cables a utilizar para las conexiones deben ser los adecuados. Si el grosor de los mismos es escaso, el cable se recalentará pudiendo producir cortocircuitos e incendios. Se deben utilizar preferentemente cables tipo taller de 3 x 15, mm.
En algunos casos se puede utilizar también cerca del reflector un cable forrado de silicona que soporta bastante más temperatura.
De todas formas, es importante controlar el clima del indoor no solo por cuestiones de seguridad, sino para llevar adelante un buen cultivo.
3. El uso de agua en el cultivo
La lámpara y/o el artefacto de iluminación que se utilice no puede mojarse nunca, salvo que tenga una certificación específica. Pero incluso en esos casos, es mejor evitar que se mojen, por eso es importante que al momento de pulverizar por alguna plaga, se saquen las plantas o se apague la luz.
Una gota de agua sobre la lámpara, que ya viene prendida hace muchas horas, puede hacer que se queme y hasta estalle.
Esto va a depender del reflector que estemos utilizando. Si el reflector es cerrado, probablemente no suceda nada, pero si es abierto, el riesgo es mucho mayor.
También deben evitarse los cables en el piso, que tienen que estar por encima del nivel del suelo ya sea dentro o fuera del cuarto de cultivo.
De esta forma, cuando estemos regando o limpiando fuera del indoor, no vamos a correr el riesgo de un cortocircuito.
4. La aislación en dispositivos y conexiones
Los cables deben estar bien aislados. Hay que evitar dejar empalmes al aire libre, siempre deben cubrirse con una cinta aisladora o con algún material termocontraíble, dejando las conexiones tapadas por completo, ya que circula mucha tensión en torno a nuestras plantas.
Si el artefacto fue colgado con un material conductor, también hay que aislarlo.
5. El uso de calzado apropiado
Es importante tener siempre calzado de goma al ingresar al indoor para prevenir una descarga eléctrica por posibles problemas en la instalación.
Otros factores que ayudan a una mayor seguridad en el cultivo interior
Temperatura
La ventilación es muy importante y no solo para las plantas.
Si el indoor es chico y se coloca una lámpara de sodio 400 w en un reflector cerrado, al cabo de 12 o 16 horas de encendido todo el espacio de cultivo puede llegar a una temperatura altísima, que puede provocar que los cables se derritan y entren en corto.
Por lo tanto es muy importante tener bien ventilado el ambiente.
Una lámpara de sodio encendida puede alcanzar los 300 °C y eso, dentro del indoor, es muy peligroso si no está considerado.
Lámparas
Al mover la iluminación, ya sea para subir o bajar la lámpara, para acomodar las plantas o para limpiar, debemos desenchufar todo para evitar quemar los focos. Como ya dijimos, son lámparas muy frágiles y no están diseñadas para moverse.
Cada vez que se desenchufan o se apagan las lámparas debe tenerse en cuenta que, cuando están calientes, no encienden. Muchas veces uno cree que las lámparas dejaron de funcionar y comienza a revisar todas las conexiones.
La solución es dejar las luces apagadas hasta que todo se haya enfriado y recién ahí volver a conectarlas a la corriente.
La lámpara y/o el artefacto de iluminación que se utilice no puede mojarse nunca. Es importante que al momento de pulverizar por alguna plaga, se saquen las plantas o se apague la luz.
Ventilación
Los ventiladores, ya sean coolers o ventiladores de pie, deben siempre estar protegidos para evitar lastimarnos. Los coolers que se utilizan por lo general se conectan a 220 v y tienen bastante potencia.
Para esto se puede utilizar una malla metálica que se consigue en cualquier ferretería. Esto nos va a proteger a nosotros y también sirve como filtro.
Balasto
El balasto regula la tensión entre el suministro eléctrico y la potencia requerida por las lámparas. Hay que tener en cuenta que el balasto queda cargado. Es decir, una vez que estuvo enchufado, almacena energía.
Tenemos que ser cuidadosos y no tocar las conexiones eléctricas aunque el balasto esté desenchufado. Los cables que van desde este hacia la lámpara mantienen la tensión que proviene del transformador dentro del balasto y, si lo tocamos, podemos recibir una descarga muy fuerte.
El balasto, que regula la tensión que reciben nuestras lámparas, almacena energía. Aunque esté desenchufado debemos tener cuidado porque podemos recibir una descarga eléctricas fuerte
Si se desea descargarlo para reducir riesgos, hay que utilizar un destornillador para electricidad bien aislado y tocando ambos contactos a la vez con el mismo (teniendo especial cuidado de agarrarlo de la parte aislada).