Skip to content Skip to sidebar Skip to footer
@jeffersonstatefarms

¿Por qué el cannabis nos hace felices?

Entre los efectos del cannabis, la risa es uno de los más conocidos. Es un placer que se comparte, genera vínculos y complicidades. Sabemos que estimula el apetito por la activación del sistema endocannabinoide en el hipotálamo. ¿Pero por qué el cannabis genera esa sensación de alegría? En el Día del amigo, te contamos todo sobre el cannabis y la risa.

El principio de la felicidad

En los años 60 un equipo científico liderado por Raphael Mechoulam descubrió y aisló el THC. En los 90, él mismo estuvo al frente del trabajo en el que también descubrió y aisló una sustancia llamada anandamida. Se trata del más famoso de los cannabinoides producidos naturalmente por el cuerpo humano o endocannabinoides.

La anandamida, uno de los principales cannabinoides que producimos en nuestro cuerpo, es clav en la regulación de las sensaciones de bienestar.

La funcionamiento de la anandamida genera una sensación de bienestar que apreciamos, de manera natural y espontánea. Por ejemplo, después de hacer ejercicio físico, cuando tenemos sexo o cuando comemos un alimento rico en cacao.

La anandamida también regula el sueño y el apetito. Precisamente su nombre deriva del sánscrito ananda, que significa beatitud, regocijo.

Cannabinoides y emociones

El sistema de cannabinoides que producimos naturalmente en nuestro cuerpo se llama Sistema Endocannabinoide. Entre otras funciones, interviene de manera clave en nuestro ánimp.

Cómo lo hace: modulando la actividad de las áreas cerebrales relacionadas tanto a las emociones como a la formación de recuerdos.

En un estudio reciente titulado “Sistema Endocannabinoide y procesamiento emocional”, los investigadores expusieron a un grupo de voluntarios a estímulos negativos y positivos.

Un estudio reciente demostró que el THC reduce los prejuicios negativos en el procesamiento de las emociones, lo que permitiría usarlo en el tratamiento de la depresión y el estrés post traumático.

El equipo registró las respuestas con imágenes de resonancia magnética. Una parte del grupo recibió 12,5 mg. de THC y el otro un placebo, es decir, nada.

Luego compararon los resultados. Al hacero vieron que las personas que recibieron THC mostraron una mayor reducción en la actividad de las áreas cerebrales cuando se enfrentaron a emociones negativas.

En cambio, la actividad cerebral de estas personas aumentó frente a las emociones positivas, más que en aquellas que sólo tomaron el placebo. 

Este descubrimiento sugiere dos cosas. Por un lado, que el THC reduce los prejuicios negativos a la hora de procesar emociones. Y además aparece una alternativa terapéutica: una adecuada modulación de los cannabinoides que hay en nuestro cuerpo podría ayudar al tratamiento de la depresión grave o el estrés post-traumático.

El estudio puede leerse aquí.