Conservar la cosecha en óptimas condiciones es una preocupación que llega tanto al que obtiene unos pocos gramos en su autocultivo como al productor que abastece un mercado legal y alza cosechas de kilos y kilos.
No se trata solamente de estirar la duración en el tiempo lo más posible, sino también mantener un punto preciso de textura, sabor, aroma y también psicoactividad en un producto orgánico que, por supuesto, tiene su ciclo natural y comienza a descomponerse apenas cortamos la flor de la planta.
Los cannabinoides se decarboxilan, oxidan, isomerizan, evaporan y hasta reaccionan fotoquímicamente, es decir la luz altera su estructura química.
En el caso del cannabis para uso terepéutico, la estabilidad y estandarización de los principios activos es esencial para obtener no sólo un tratamiento eficiente y continuado en el tiempo sino también en la investigación, para obtener resultados consistentes y reales.
En el caso del cannabis para uso terepéutico, la estabilidad y estandarización de los principios activos es esencial para obtener no sólo un tratamiento eficiente y continuado en el tiempo sino también en la investigación
Para aclarar un tema controvertido desde el inicio de la cannabicultura moderna, un grupo de científicos israelíes llevaron a cabo una investigación para aclarar cuál es el proceso de degradación química que siguen los cannabinoides después de que la planta es cosechada, secada y guardada.
El estudio busca dar una respuesta a una pregunta clave: ¿Cuál es la mejor manera de guardar y almacenar la marihuana?
Los investigadores usaron varios tipos de muestras, cogollos enteros y cogollos picados, además de extractos realizados con diferentes solventes, elaboradas con las mismas variedades: Lemon Kush con alto contenido en THC y Golan, alta en CBD
Las muestras fueron almacenadas en un lugar oscuro a distintas temperaturas: 25°, 4°, -30° y -80°C. Al cabo de un año, el perfil de cannabinoides fue evaluado nuevamente y comparado con las condiciones originales al almacenarse las pruebas.
La temperatura ideal para conservar cannabis
Según los investigadores temperaturas de 25°C o mayores propician los mayores cambios en concentraciones de fitocannabinoides. De esta manera concluyeron que las temperaturas altas son las más desfavorables para la conservación de la cosecha, algo ya sabido por la mayoría de los cultivadores, domésticos o comerciales.
Las concentraciones de terpenos, terpenoides y sustancias aromáticas son las primeras en descender en todas las condiciones y temperaturas de almacenamiento, siendo picar las flores y exponerlas a una temperatura menor de -20°C las condiciones menos favorables.
Moler el cannabis fue igual de contraproducente en todas las temperaturas evaluadas, ya que aumenta la superficie expuesta y de esa manera facilita la degradación de los principios activos.
Un estudio sostiente que la mejor manera de conservar el perfil original de principios activos a lo largo del tiempo es guardar las flores enteras a una temperatura de 4°C.
En el caso de los extractos, el aceite de oliva resultó el mejor solvente para preservar la composición y concentración de los fitocannabinoides.
En el caso del cannabis de uso adulto, los investigadores concluyeron que la mejor manera de conservar el perfil original de principios activos a lo largo del tiempo es guardar las flores enteras a una temperatura de 4°C.
Para el cannabis de uso terapéutico, las condiciones ideales son conservar los cogollos enteros a 4°C hasta el momento de realizar la extracción, que si bien puede conservarse también a 4°C hay que tener en cuenta que a bajas temperaturas el aceite de oliva se solidifica, por lo que conviene utilizarla solo después de volver a derretirla y mezclarla bien para evitar separaciones de fases.
¿A qué temperatura guardo mi cosecha?
Una vez realizado el proceso correcto de secado, la cosecha debe guardarse preferentemente en frascos de vidrio opaco, en un lugar oscuro y alejado de fuentes de calor o humedad.
El orden es simple: siempre debemos intentar no mezclar cogollos de distintas plantas, aunque sean de la misma variedad. Además, si queremos mejorar el guardado, lo ideal es guardar las partes bajas y altas de una misma planta en recipientes distintos.
Debemos intentar no mezclar cogollos de distintas plantas, aunque sean de la misma variedad. Si queremos mejorar el guardado, lo ideal es guardar las partes bajas y altas de una misma planta en recipientes distintos
Al enfrascar lo ideal es usar frascos de 400 gramos (promedio de un frasco de mermelada) bien preparados.
Hay que llenarlos bien, dejando la menor cantidad de aire posible en el interior. Eso no significa aplastar los cogollos. Se trata de guardar, sin presionarlos, la mayor cantidad posible en cada frasco. Si la cosecha es pequeña, usaremos frascos más pequeños.
Pero si la cosecha es abundante, los frascos grandes no siempre son la mejor opción, mucho menos si vamos a estar abriéndolo y cerrándolo regularmente.
Los olores también se intensifican y redistribuyen en un frasco bien completo a diferencia de uno a medio llenar.
Guardado en freezer
Es la mejor opción cuando queremos almacenar por un periodo mayor a cuatro o seis meses, ya que frenamos casi por completo el paso del tiempo.
Lo ideal es envasarlos al vacío, pero de no contar con una máquina y bolsas para ello, podemos usar frascos de vidrio bien herméticos.
Lo ideal es envasarlos al vacío, pero de no contar con una máquina y bolsas para ello, podemos usar frascos de vidrio bien herméticos
Es importante completar el frasco lo más posible para lograr que quede la menor cantidad de aire adentro. Y también es importante que al descongelar los cogollos, los dejemos al menos 12 horas a temperatura ambiente sin abrir el frasco para evitar que condense la humedad y los arruine.
Envasado al vacío
El envasado al vacío es la mejor técnica para evitar el deterioro de la cosecha. Lo mejor es utilizar alguna máquina específica para esto, como lo son las que se usan para envasar alimentos al vacío.
Pero no hay que desesperar si no se tiene esas herramientas. También están las bolsas que se usan para guardar ropa. Tienen una válvula por la que se hace vacío con una aspiradora. Son menos efectivas que las máquinas de alimento, pero útiles y económicas.
El estudio completo puede leerse aquí.