El gobierno alemán busca regular el autocultivo y los clubes cannábicos. Se trata de una decisión que sería apoyada por el parlamento en el marco de un plan sanitario que apunta al uso responsable de cannabis.
Si el proyecto es aprobado, a partir de enero de 2024 las personas mayores de 18 años tendrán nuevos derechos para el uso adulto del cannabis.
La propuesta impulsada el canciller socialdemócrata Olaf Scholz, apunta despenalizar la tenencia de hasta 25 gramos, el cultivar hasta tres plantas y abre la posibilidad de unirse a clubes de cultivo para abastecerse de cannabis de forma legal. Los clubes podrían tener un máximo de 500 miembros.
La decisión mejoraría la situación de uno de cada veinte personas residentes en ese país europeo: según cifras oficiales 4,5 millones de adultos usaron cannabis al menos una vez en 2022.
La medida cuenta con el impulso del Ministerio de Sanidad. El titular de esa cartera, Karl Lauterbach, expuso que el cambio propuesto se debe a tres razones:
- La prohibición no ha aportado ninguna solución sanitaria y la falta de información afecta principalmente a los usuarios y usuarias más jóvenes.
- La falta de regulación legal ha generado el crecimiento de delitos relacionados al mercado ilegal
- La ilegalidad ha hecho proliferar un mercado de productos muchas veces riesgosos para la salud de las personas
Por supuesto, el proyecto tiene críticas, tanto de aquellos sectores que lo consideran insuficiente como de aquellos que se oponen a toda regulación.
En una declaración conjunta, cinco asociaciones de profesionales médicos para niños y adolescentes publicaron una declaración conjunta en la que advierten que el proyecto podría “poner en peligro la salud mental y las oportunidades de desarrollo de los jóvenes”.
Es una declaración que coincide el partido cristianodemócrata CDU que aseguran que se trata de un plan “irresponsable desde el punto de vista médico” que va en contra de proteger la salud de los jóvenes.
Por otra parte, la Asociación Alemana de Jueces alertó que una regulación de este tipo, plagada de parcialidades y letra chica, podría generar una enorme demanda al sistema judicial alemán.
ha advertido del trabajo adicional que supondrá para el sistema judicial, debido a las muchas pequeñas regulaciones referidas a clubes de cannabis y dispensación de drogas. Hay incluso diputados del partido liberal FDP, socio de la coalición de gobierno, que hablan de “monstruo burocrático”.
Hay también descontento en el activismo cannábico que considera que el proyecto está lejos de expresar un cambio profundo.
Oliver Waack-Jürgensen, del Club Social de Cannabis High Ground, aseguró que la propuesta “es un exceso de regulación”. Para Waack-Jürgensen implica “seguir estigmatizando a los usuarios de cannabis y es un corsé regulador demasiado estricto que hará imposible el funcionamiento de muchos clubes”.