Nacidas como lámparas de uso industrial, hoy en día iluminan indoors de bajo presupuesto a lo largo y ancho de Argentina. Las galponeras son lámparas baratas y fáciles de encontrar en cualquier ferretería. A continuación vamos a conocer qué las hace tan especiales y cómo podemos sacarles el máximo provecho a las lámparas galponeras en el cultivo de cannabis.
Qué son las lámparas galponeras
Las lámparas galponeras son lámparas que utilizan tecnología LED para iluminar. Cualitativamente son idénticas a las lamparitas de nuestras casas, pero sobredimensionadas. Son el reemplazo de las lámparas CFL que a su vez suplantaron a las incandescentes. Están equipadas con la tecnología más avanzada y eficiente en iluminación de espacios.
Diseñadas para alumbrar grandes naves industriales, las lámparas galponeras son muy poderosas pero sencillas. Se conectan a un portalámparas que puede ser de rosca común (e27) o grande (e40). Una vez enroscadas ya están listas para funcionar. Los diodos que la componen están montados sobre una placa disipadora delgada de aluminio. Dichos componentes son de la menor calidad posible, pero tienen prestaciones estándar.
Hay dos grandes tipos de galponeras. Por un lado, están las cerradas, mucho más económicas, que tienen el disipador y los LEDs sellados dentro de la carcasa. Por el otro, las versiones abiertas traen rejillas de ventilación y disipadores más grandes que permiten un trabajo más eficiente de los diodos, iluminando más, pero siendo bastante más caras. También es posible encontrarlas en diferentes temperaturas de color: frías o cálidas.
Espectro lumínico
Lo que denominamos luz es la porción del espectro electromagnético que ven nuestros ojos. Las plantas “ven” o captan la luz en un espectro específico que no es el mismo que los humanos. Ese espectro es lo que pueden utilizar para hacer la fotosíntesis, lo llamamos PAR (radiación fotosintéticamente activa). A su vez, dentro de ese espectro tampoco utilizan por igual todas las longitudes de onda o colores de la luz.
Las luminarias de horticultura actuales se esfuerzan en replicar la denominada curva de McCree para hacer más eficientes sus equipos. Las lámparas galponeras en cambio no están diseñadas para tener un espectro optimizado para el cultivo. Pero en la práctica, una combinación de lámparas frías y cálidas consigue un espectro muy bueno; es decir, las galponeras emiten luz en espectro fotosintético que permite que nuestras plantas crezcan y florezcan correctamente.
Ventajas del cultivo con lámparas galponeras
La principal razón para elegir galponeras es su bajo costo: no hay otra opción más barata. Las más utilizadas son las de 50 w, pero se consiguen desde 20 w hasta 100 w. Comparando con otras opciones watt por watt, cuestan cerca de un tercio de lo que vale un equipo de sodio de alta presión y una décima parte de lo que vale un LED de horticultura.
Pero no son solo económicas: también son eficientes. El consumo eléctrico que tienen es reducido, la mayor parte de ese consumo es convertido en luz, no tanto en calor. Esto es un doble ahorro, ya que a menor calor, menor consumo en los sistemas de renovación y enfriamiento de aire.
Otro punto a favor es que por su tecnología LED no queman las puntas de las plantas por cercanía a la luz. Al contrario, son lámparas que se usan bastante cerca de las plantas, en vegetativo a no más de 30 cm y en floración a 20 cm o menos.
La instalación de las galponeras es tan simple como montar uno o más portalámparas a un cable con una ficha macho en su extremo y luego enroscar las lámparas. Cualquier instalación hogareña moderna y en buen estado es capaz de tolerar sin problemas el consumo de una luminaria con muchas galponeras. Siempre recomendamos que todos los elementos eléctricos sean manipulados por un profesional.
La mejor utilización de las galponeras sin dudas es en la etapa vegetativa. Para tener cosechas periódicas necesitamos habilitar espacios diferenciados para vegetativo y floración. El presupuesto de la luz siempre es lo que más encarece un espacio de cultivo y con este tipo de lámparas podemos construir un espacio de crecimiento realmente muy económico y funcional.
De este modo ocupamos nuestra mejor luminaria en floración. Porque como vamos a ver a continuación, sí hay una diferencia en los rendimientos de las galponeras si las comparamos con luminarias profesionales.
Limitaciones del cultivo con lámparas galponeras
El bajo costo de las galponeras se debe a su producción en masa y la poca calidad en sus componentes. Tanto los diodos como los disipadores tienen las prestaciones mínimas para funcionar correctamente y tener un período de vida útil no muy extenso.
En un cultivo van a ser exigidas al extremo y es probable que duren apenas un año y medio como mucho. Lo cual no es un problema grave ya que cambiarlas es simplemente desenroscar la vieja y enroscar la nueva. Pero es algo que hay que tener previsto: estas lámparas se queman.
Por otro lado, no son luminarias diseñadas para horticultura: sus diodos son todos iguales y no traen luz roja lejana (far red) ni ultravioleta (UVA). Su espectro no se puede comparar con el de luces LED de alto rendimiento. Es por ello que el espacio que cubre un equipo LED profesional con 300 w de consumo, con galponeras se requieren al menos 500 w para abarcarlo con buena intensidad.
Para una carpa de 1 metro cuadrado que queremos utilizar para floración necesitamos aproximadamente 500 w de galponeras. Estamos hablando de 10 lámparas de 50 w que deben distribuirse de la forma más pareja posible en el espacio. Entre esas 10 lámparas recomendamos que la mitad sean cálidas y la mitad frías.
Estamos viendo una diferencia de eficiencia lumínica que es real. Pero en ese escenario posiblemente los resultados y rendimientos no sean tan diferentes como sí lo es la diferencia en el precio entre ambos. En ese sentido, si se saben utilizar las galponeras, se pueden obtener buenos rendimientos incluso en floración. Pero esto se logra colocando muchas lámparas juntas y con mucha experiencia en cultivo.
Otro punto a tener en cuenta es que la penetración de la luz de las galponeras no es mucha, se tienen que usar a una distancia corta de las plantas y por lo tanto tenemos que moverlas constantemente para que esa distancia se mantenga durante todo el cultivo.
Recomendaciones de uso
Lo primero es sacarle el plástico protector semitransparente que difumina la luz. Con esto obtenemos hasta un 50% más de intensidad, pero dejamos los LEDs expuestos, por lo que hay que evitar tocarlos o mojarlos. Si las vamos a usar para floración sí o sí debemos retirar dicho plástico; en cambio, si las utilizamos en vegetativo en un entorno muy húmedo y sin la necesidad de una mayor intensidad lumínica, seguramente sea mejor no sacarlo.
Las lámparas LED de cualquier tipo iluminan más si no están muy calientes. Las galponeras, aunque poco, generan cierto calor, por lo que si podemos disiparlo rápido con una buena ventilación en la zona alta de nuestro espacio de cultivo, mejoraremos significativamente su rendimiento y vida útil. En ese sentido, si podemos costear las galponeras abiertas que tienen ventilación, recomendamos hacerlo.
En cuanto a área de cobertura, para una carpa de 1 metro cuadrado que queremos utilizar para floración, por ejemplo, necesitamos aproximadamente 500 w de galponeras. Estamos hablando de 10 lámparas de 50 w que deben distribuirse de la forma más pareja posible en el espacio. Entre esas 10 lámparas recomendamos que la mitad sean cálidas y la mitad frías. Con esta luminaria podemos esperar un rendimiento realmente bueno con una inversión mínima.