Para quienes viven en ciudades o en áreas urbanas muy pobladas, muchas veces el cultivo de marihuana en balcones y terrazas es la única opción. Pero a pesar de sus limitaciones, con la técnica y las variedades adecuadas, cualquier rincón con aire libre y un poco de sol se puede volver un hermoso jardín.
Tips para el cultivo de marihuana en balcones y terrazas
Observar la cantidad de horas de sol directo
A la hora de cultivar en exterior, es fundamental saber qué cantidad de horas de sol directo van a recibir las plantas. “Sol directo” quiere decir que los rayos solares caigan sobre las plantas, el reflejo de paredes o la luminosidad de un ambiente no alcanza para producir una cosecha aceptable.
La cantidad de horas de sol directo van a depender de la orientación geográfica del balcón o la terraza, recibiendo mayor cantidad de luz solar aquellos lugares con una orientación Norte y ubicados de este a oeste y viceversa, es decir que el sol recorra toda la superficie del espacio.
Se considera que 5 horas de sol directo alcanzan para obtener una cosecha aceptable aunque este factor va a depender de la variedad sembrada.
Elegir la variedad adecuada
Este punto es fundamental para el éxito de nuestro futuro cultivo. Si tenemos altura limitada y poca exposición solar, deberíamos elegir variedades índicas o híbridos de índicas que poseen requerimientos lumínicos más bajos que las sativas puras.
Al mismo tiempo, si el espacio no es una limitación, podemos elegir variedades de mayor tamaño y entrenarlas para alcanzar la altura deseada utilizando técnicas de control de altura.
Si de noche nuestro jardín recibe contaminación lumínica y no podemos resolver este aspecto, debemos limitarnos a usar variedades autoflorecientes, que no son afectadas por luces artificiales durante el período nocturno.
Un punto interesante a tener en cuenta es que al elegir variedades con ascendencias índicas o sativas, no necesariamente estamos obligados a elegir plantas puras ni con los efectos típicos de las índicas y las sativas.
Nuestra búsqueda pasa por las estructuras, los rasgos y patrones de crecimiento y los requerimientos lumínicos. Así es posible cultivar variedades de estructura índica y efecto más sativa como el clásico Skunk.
Planificar el cultivo para ajustar los trasplantes
Idealmente deberíamos llegar al inicio de la floración en la maceta más grande posible de acuerdo al espacio disponible. Para lograr esto debemos planificar el cultivo, para lograr proveer un período vegetativo que genere una estructura adecuada y llegar a la floración sin demasiados trasplantes.
Por ejemplo, con un período vegetativo de un mes a 45 días y tres trasplantes iniciando en macetas de 1 litro, pasaremos a 5 y luego a 10 o 20 litros como maceta final. En este sentido, los tamaños de maceta para cultivo exterior son muchos y debemos buscar el que mejor se ajuste a nuestro espacio.
En caso que elijamos cultivar autoflorecientes en balcón o terraza, simplemente nos limitaremos a elegir la maceta más grande que podamos ubicar en el jardín y utilizarla desde el inicio del cultivo.
Utilizar técnicas de control de altura
De acuerdo a las variedades que elijamos cultivar vamos a poder implementar técnicas como el Scrog, el Low Stress Training y el Supercropping. En caso de cultivar en un balcón o terraza con paredes bajas, el control de altura es una necesidad.
Qué técnica elegir depende de las condiciones y el espacio. El Scrog es muy eficiente para limitar la altura y distribuirla en todo el cultivo pero fija las plantas a un espacio del cual ya no podremos moverlas y nos obliga a trabajar con semillas feminizadas de variedades con características similares o esquejes.
El Low Stress Training y el Supercropping son dos técnicas muy usadas en exterior pero requieren práctica y no todas las plantas responden igual.
La idea es lograr una estructura productora reduciendo la altura de la planta, tanto por seguridad como para controlar eficientemente el cultivo. Además una altura homogénea del cultivo nos permite mejorar la distribución de la luz solar, que a su vez aumenta la producción.
Usar invernaderos y mediasombras
Una ventaja del cultivo de marihuana en balcones y terrazas es que podemos aprovechar las paredes y estructuras que nos rodean para instalar invernaderos o cubiertas con tela mediasombra para proteger las plantas tanto de la lluvia como del sol excesivo.
Se trata de una gran ventaja en regiones donde el otoño llega con lluvias, humedad ambiental alta y amenaza de hongos. El uso de tela media sombra también ofrece protección ideal para plantas jóvenes si decidimos sembrar con el verano ya en plena marcha.
Con una ventilación adecuada, las protecciones contra la lluvia además nos aseguran flores de calidad con tricomas intactos y minimizan los riesgos de mohos y hongos que arruinen la cosecha.
Evitar la contaminación lumínica
En todas las áreas urbanas las luminarias de la vía pública, carteles publicitarios o incluso las luces de los vecinos pueden convertirse en una fuente de contaminación lumínica, algo perjudicial si elegimos cultivar variedades fotoperiódicas.
El principal problema de la contaminación lumínica radica en que generalmente se detecta cuando el cultivo ya está avanzado: las plantas demoran demasiado en sexar, no lo hacen e incluso ni siquiera florecen si la intensidad de la luz que reciben es suficiente para interrumpir el fotoperíodo nocturno.
Existen varias formas de evitar la contaminación lumínica, desde utilizar pantallas en las lámparas hasta toldos o cortinas, todo dependiendo del espacio. Como mencionamos en el segundo punto, si no podemos resolver la fuente de contaminación, podemos utilizar variedades autoflorecientes que no dependen del fotoperíodo para completar la floración.
Realizar un cultivo mixto
Una opción para aprovechar un espacio reducido es el cultivo mixto, que realiza una parte del ciclo en interior y la otra parte en exterior. De esta manera podemos tener varias cosechas por año, con plantas de menor tamaño pero aún así abastecernos con un espacio pequeño.
La principal ventaja del cultivo mixto es que si realizamos el período vegetativo en interior la luminaria necesaria no es de alta potencia y resulta mucho más económica. Al mismo tiempo nos permite mejorar la estructura desde temprano o incluso trabajar con esquejes, lo que acorta los tiempos aún más.