El mundo cannábico lleva varios años teniendo un crecimiento exponencial, sobre todo gracias a la popularización de las propiedades medicinales de la planta y a las posibilidades del cáñamo industrial.
Este panorama está generando no solo formas inéditas de tratar la salud y nuevas costumbres en la población, sino también formas propias de producción, comercio y empleo en el marco de una legislación singular.
Si bien la ley penal que prohíbe la tenencia y cultivo de cannabis para uso personal, Argentina tiene una regulación que impulsa el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo.
En ese escenario con deudas y contradicciones, cientos de personas no solo fueron protagonistas de los avances, sino que también comenzaron a aplicar sus saberes a los nuevos espacios de legalidad.
Por muchos motivos (que pueden resumirse en la máxima “nuestro suelo, nuestra gente”), Argentina tiene una posición privilegiada en lo que respecta al futuro del cannabis.
Hablamos de una comunidad cannábica imponente, una cultura que se fue armando a lo largo de décadas y también con empresas, cultivadores y profesionales de todos los rubros que, cuando no había dinero o cuando no había información, encontraron la manera de poder cultivar y hacer cosas con la planta de cannabis.
Hoy, la mayoría de esos grandes pioneros siguen, y hay varios de ellos agrupándose en una nueva empresa que tiene condiciones inmejorables para entender las reglas del nuevo juego.
Clon Factory, que así se presenta en sociedad, es “la primera empresa argentina destinada a la multiplicación y comercialización de clones legales en todo el país”, y está integrada por un plantel admirable.
“La empresa se formó a partir de la unión de cuatro patas”, indica Damián Barone, dueño junto a Marcelo Zuvic de la reconocida distribuidora de productos cannábicos Santa Planta, y una de las caras visibles de Clon Factory.
“En la parte productiva está el ingeniero agrónomo Santiago Brest, de la empresa familiar Brest y Brest, que lleva tres generaciones creando esquejes de primera calidad, de todo tipo de plantas, en varios puntos del país. La parte comercial está a cargo de nosotros con Marcelo Zuvic.
Clon Factory, que así se presenta en sociedad, es la primera empresa argentina destinada a la multiplicación y comercialización de clones legales en todo el país.
También con ayuda de Luis Osler, aunque él está más que nada en lo legal: es abogado titular de Consultora en Cannabis, con más de dos décadas de trayectoria en el tema, es un histórico defensor de usuarios, cofundador del Centro de Estudios de la Cultura Cannábica.
Además, ha tenido activa participación en los cambios legislativos de los últimos tiempos”, desarrolla Barone sobre este verdadero dream team del cannabis nacional.
¿Y cuál sería la cuarta pata?
La otra parte fundamental de esta gran alianza son los obtentores, quienes han trabajado generando genéticas de altísima calidad desde hace muchos años y hoy tienen la posibilidad de registrarlas y comercializarlas. En esta primera etapa trabajamos con los bancos Sweed Lab, Arkham, Billy Seeds y Yacaré Genetics. Participamos en forma directa en los procesos de multiplicación de nuestros obtentores asociados, respetando las normas de cuidado que cada variedad requiere. Y garantizamos que se trabaje siempre con materiales originales y plantas madres cuidadas con total respeto de los protocolos indicados por sus creadores.
Si bien Clon Factory es una empresa nueva, ustedes tienen un largo recorrido. ¿Qué valor tiene la experiencia en una industria tan nueva y en tal expansión?
La experiencia previa es fundamental siempre, pero más con este tipo de emprendimientos que son fundacionales. Y aunque este proyecto es absolutamente nuevo en nuestro país, creemos que esa experiencia nos permitirá lograr los mejores resultados para los usuarios. Cada uno, desde su lugar, busca aportar lo necesario para garantizar una producción de excelencia, 100% legal y ambientalmente sustentable. Tampoco es menor la capacidad de producción que manejamos, que es la más grande del país, ni nuestro sistema de distribución.
¿Clon Factory va a distribuir a todo el país? ¿Dónde están concentrados sus cultivos?
La idea es llegar a cualquier punto del país, de Ushuaia a La Quiaca, así sea con 1 o con 10000 clones. Hoy estamos trabajando en un predio de 11 hectáreas en General Lavalle, provincia de Corrientes, y se están preparando predios en Mendoza, Salta, Provincia de Buenos Aires y un centro de distribución a gran escala en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desde el cual se va a abastecer primariamente todo lo que es Conurbano y AMBA.
¿De qué maneras resguardan y protegen las características de las plantas en Clon Factory?
En la primera parte de la cadena de producción tenemos cuidado preferencial de las plantas madres en ambientes separados, alimentadas de la manera que su obtentor estima más conveniente. Empleamos productos absolutamente naturales: básicamente, nuestros principales aliados son el sol y la tierra.
¿Y durante la distribución y entrega?
También nos preocupamos mucho en el transporte. Nuestro packaging está preparado para evitar vuelcos de tierra y para evitar accidentes que dañen el clon, ya sea en un viaje a gran escala o incluso cuando se entrega en forma personal, en el traslado que hace el usuario desde el punto de venta hasta su casa. Esto garantiza que ese clon de excelencia que sale de nuestros establecimientos multiplicadores llegue con la misma calidad a la tierra donde será plantado.
¿En qué legislación se enmarca la producción de cannabis a gran escala?
Si bien el proceso comenzó con la denominada ley de cannabis medicinal del año 2017 , la 27350, lo cierto es que esa ley ha sido perfeccionada con la 27669, que terminó de organizar la industria del cáñamo y el cannabis medicinal. Claro que estas legislaciones se complementan con los decretos que fueron dictando el Ministerio de Salud, el INASE y los demás organismos que hoy conforman la llamada Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal (ARICCAME).
La importancia fundamental de la tarea que vamos a llevar adelante es garantizar cultivos de calidad, de excelencia, para la industria medicinal, cuidando sobre todo la pureza de las genéticas a partir de las cuales otros generarán sus derivados.
¿En qué cambió el panorama la reciente regulación de la multiplicación de semillas y la producción de esquejes y plantines?
Esto claramente abre las puertas y facilita el crecimiento de una nueva y próspera industria, lo cual traerá aparejado la generación de nuevos puestos de trabajo, de nuevas unidades de producción, un crecimiento de la economía e incluso la posibilidad en breve de generar ingresos a través de las exportaciones. No tenemos dudas de que la industria del cannabis viene a acompañar el desarrollo de una nueva economía en Argentina. Y no se trata solo de los cultivos y la multiplicación y lo que a producción de cannabis se refiere, sino a la posibilidad de generar gran cantidad de empleos a partir del desarrollo de la industria de cannabis medicinal.
Si bien Clon Factory no produce derivados de cannabis para uso terapéutico, si serán proveedores de materia prima para la industria medicinal. ¿Qué responsabilidad tiene eso?
La importancia fundamental de la tarea que vamos a llevar adelante es garantizar cultivos de calidad, de excelencia, para la industria medicinal, cuidando sobre todo la pureza de las genéticas a partir de las cuales otros generarán sus derivados.
¿Por qué es importante esa pureza?
Básicamente, la principal particularidad del cultivo de cannabis para uso medicinal es buscar a través de la clonación garantizar el linaje de la genética. Es decir, que los clones mantengan todas esas características que hicieron de esa planta madre la adecuada para el tratamiento en cuestión. En cannabis medicinal, muchas veces el linaje garantiza resultados positivos al tratar esa patología en el futuro, porque si una genética actúa beneficiosamente sobre los síntomas o las patologías que padece el paciente, podrá tener la tranquilidad de saber qué esa medicina estará garantizada a través de los clones. Salvo en casos muy específicos, como la epilepsia refractaria.
¿Cuáles creen que son los valores agregados o los distintivos del cannabis producido en Argentina?
Argentina siempre se caracterizó por la calidad de sus cultivadores a nivel general, y a nivel de cannabis en particular, por lo cual la sola posibilidad de llevar a la cadena productiva y de industrialización ese saber genera un valor agregado para el cannabis producido acá. A esto debemos agregar las excelentes condiciones climáticas en las regiones donde se están llevando a cabo estos procesos, todo lo cual termina en que a las manos del usuario llegue un excelente producto final, ya sea accediendo directamente a las plantas o al usar productos derivados acordes a la excelencia de esas plantas.