Si cultivamos en interior, la estacionalidad del cultivo es algo que no debemos pasar por alto. Esto es cómo nos afecta el clima durante las distintas estaciones. A continuación veremos qué podemos hacer para controlar el calor del indoor en verano.
Si bien el frío puede tener sus consecuencias negativas, es quizás menos frecuente, dado que las lámparas suelen calentar el ambiente con facilidad. Pero esta misma propiedad es un inconveniente cuando la temperatura ambiente asciende por encima de los 24 °C.
El calor conduce a deshidrataciones, caída de rendimiento, plagas y otros problemas.
El calor conduce a deshidrataciones, caída de rendimiento al no poder mantener estable el déficit de presión de vapor (DPV), plagas y otros problemas.
Por eso requiere planear con antelación cómo reducir el impacto negativo de los cambios estacionales en el cultivo, y ello comienza al momento de montar el indoor.
Ubicación
Debemos buscar aquellos lugares menos expuestos, es decir con la menor cantidad de paredes expuestas al sol de las horas más calientes.
Lo mismo aplica para quinchos y cuartos alejados del lugar donde habitamos. Idealmente deberíamos poner un termohigrómetro con registro de máximas y mínimas para poder evaluar cuáles son los picos sin necesidad de estar presentes.
Por encima de los 30 °C ambientes y sin el apoyo de aires acondicionados, cultivar se vuelve todo un desafío.
Para paliar el calor, debemos colocar el indoor en aquellos lugares menos expuestos, es decir con la menor cantidad de paredes expuestas al sol de las horas más calientes.
El fotoperíodo
Una estrategia útil para combatir el calor es que los indoors se enciendan en la noche. Esto es muy útil especialmente para finales de floración que se solapan en los meses más calientes del año.
Cuáles son las mejores luminarias para controlar el calor en el indoor
Si está dentro de nuestras posibilidades, usar LEDs es provechoso comparado con las clásicas lámparas de halogenuros metálicos (como los sodios) que tanto calor emiten.
La oferta en LEDs es grande, no solo debemos tener en cuenta su rendimiento, sino también la emisión de calor en forma de radiación. Para eso basta con preguntar al fabricante, ya que hay muchas opciones, desde las que apenas alcanzan 10 °C extra en relación al entorno hasta aquellas que suelen ir por encima de los 30 °C.
Aire acondicionado el mejor aliado para combatir el calor en el indoor
Es nuestra herramienta fundamental a la hora de pensar en verano y cultivo en aquellas zonas donde las temperaturas de esta estación superan cómodamente los 26 °C.
Debemos elegir uno acorde al volumen de la habitación donde tenemos el cultivo, y si este ocupa una tercera parte o más de la misma considerar comprar uno que sea capaz de cubrir un 25% extra del volumen que corresponde, debido a los artefactos de luminaria y ventilación que están funcionando.
De ser posible optamos por los que cuentan con la tecnología inverter, que a largo plazo son los que terminan impactando menos en nuestra boleta de luz.
Otra estrategia útil para combatir el calor es que los indoors se enciendan en la noche. Esto es especialmente útil para cultivos en finales de floración en los meses más calurosos.
Si bien el aire acondicionado es vital para el desarrollo de un cultivo en condiciones, muchas veces tenerlo funcionando por varias horas conduce a un progresivo desecamiento del ambiente.
Es decir, también compromete nuestro equilibrio de temperatura/humedad. Cuando este problema se presenta debemos usar de forma casi imperativa un humidificador ambiental.
Se trata de aparatos que mediante un dispositivo ultrasónico elevan la cantidad de agua presente en el aire de forma constante mientras se encuentran encendidos.
Contar con uno es otra de las cosas que debemos tener en cuenta, ya que es otro de los desafíos que nos plantea cultivar con temperaturas extremas como las del verano.