Innumerables son las conexiones entre el arte y el cannabis. A lo largo de los siglos, infinidad de artistas de todo tipo usaron el cannabis para llevar a cabo actividades artísticas de diversa índole. Desde músicos hasta pintores, actores o filósofos han empleado los beneficios de la planta en sus procesos creativos. En la actualidad, la relación entre el cannabis y el arte continúa evolucionando y muchos artistas contemporáneos exploran la creatividad a través de obras que convierten a esta planta en una forma de expresión artística en sí misma.
El brasileño Fernando de La Rocque, encontró en el cannabis una forma de hacer arte y no solo por la posible inspiración que pueda desarrollar con su uso, sino por la libertad que esta planta le da a su forma de pensar, expresarse y de hacer arte con ella. Fernando es un artista plástico que nació y reside aún en Rio de Janeiro. Es licenciado en Escultura de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Federal de Río de Janeiro, y a simple vista se puede observar que es un artista irreverente, desafiante y polifacético pero con una visión muy clara: romper estereotipos y militar la legalización del cannabis.
El artista carioca trabaja diferentes técnicas como el bordado, grabado, pintura o la escultura y sus obras plasman imágenes que involucran al mundo del cuerpo humano, la sexualidad y el cannabis de una forma absolutamente abierta, sin tabúes y en perfecta armonía. Pero hay una serie que destaca por su técnica y creatividad que es serie de grabados llamados: Blow Job. Un juego de palabras que literalmente significa «trabajo de soplo», que en inglés hace referencia al sexo oral, donde el artista brasileño de La Rocque muestra figuras realizadas con humo exhalado de porro.
“La verdad que desde siempre sentí una gran comodidad con la marihuana, algo que no puedo explicar, de como algo que es tan sencillo nos hace sentir tan completos” contó Fernando en conversación con THC.
Como fue tu primer encuentro con el cannabis?
La primera vez que fume fue en la calle, con unos amigos que tenia del barrio. Un amiguito del grupo le robó al hermano un poco de marihuana y vino todo emocionado diciéndonos: “mira lo que le robé a mi hermano”. Nosotros realmente no sabíamos bien que era o que hacía y lo fumamos ahí en unas escaleras donde nos juntábamos.
También me gustaba mucho la música reggae, un primo mayor me hizo escuchar a Bob Marley y su imagen, su música, me hicieron sentir que necesitaba esa vibra para sentirme completo. Para mí la marihuana siempre fue eso, algo que me hace sentir bien, me hace sentir cómodo y que también ya es parte de mi identidad.
Cuando nacieron las primeras piezas de la serie Blow Job?
La serie la empecé hace unos 20 años. No tenía realmente idea que fuesen a ser tantos, ni que continuaría al día de hoy. La primera pieza de la serie fue la Santa María, no porque sea cristiano, sino que me base en como llaman a la marihuana en el culto de la Ayahuasca, ¨la yerba de Santa María¨.
La siguiente fue de Arnold Schwarzenegger cuando legalizó el cannabis en California. Siempre hice a personas o personajes que por algún motivo llamaron mi atención en el momento y la gran mayoría tienen alguna relación con el cannabis. También hice a Pepe Mujica, a la ex Reina Beatriz de los Países Bajos, y hasta incluso a mí mismo.
Aunque no fue apropósito, mi intención jamás fue que sean algo panfletario. Porque creo que el cannabis no debería de estar ligado a temas políticos. Su importancia está muy por arriba de todo eso. Y continúo haciéndolas hasta hoy porque nunca abandone el cannabis, asique nunca dejé de hacer las piezas de Blow Job.
Para mí la marihuana siempre fue eso, algo que me hace sentir bien, me hace sentir cómodo y que también ya es parte de mi identidad.
Como es la técnica de grabado por soplado?
Consiste en soplar lo que uno suelta de una calada de porro a través de un esténcil hacia un soporte de papel. Ese humo va dando coloración al papel. Depende la intensidad que necesite en cada parte, soplo más veces. Aquellas partes que necesito se vean más fuertes o más amarronadas, le hago más pasadas de humo así se intensifica el color. Los esténcil son hechos de placa de rayos X, que paso por cloro para sacarles toda la coloración. Hago el dibujo sobre la placa y corto con cúter. Pero al hacerla, se involucran muchos más espacios que un sencillo papel, el humo sale y se esparce por el aire. Es una obra que cuando la hago, se esparce en el aire y circula, como si eso le diera cierta expansión a la obra. Es mucho más grande de lo que parece.
Qué tipo de papel o soporte usas?
Usualmente uso papeles tipo orgánicos, de algodón. A aquellos que tienen este tipo de piezas siempre les recomiendo que las cuiden de la exposición solar para que no se vaya decolorando con el tiempo o puedan surgir hongos. Todo en la pieza es de origen orgánico. Un día un amigo me pregunto: cuanto va a durar la pieza?. Su duración me era algo indistinto, pero me hizo pensar mucho y llegar a la conclusión de decir: ¿Para que durar?. Lo tomé como muy propio y termine haciendo una pieza donde escribí con soplado la pregunta ¿Why last?
De donde salió esta idea?
Cuando era muy chico solía leer las revistas estadounidenses MAD, que me encantaban, y siempre venían con algún un tipo de juego, o rompecabezas, algo para amar. Y en un número venia un juego que decía: sople en este cuadrado de papel y le diremos cuan mal tiene sus pulmones. Tenía una escala de colores con las respuestas, cuanto más oscuro quedaba, estabas más cerca del ataúd. A mí me pareció algo tan genial que realmente nunca dejo mi cabeza.
Después a eso, como a los 15 o 16 años, yo ya fumaba habitualmente marihuana y claro tenía que hacerlo a escondidas. Como vivía con mi mamá, yo aprovechaba cuando me iba a bañar, abría el agua que se forme vapor, me metía a la ducha con mi porrito y un encendedor. Para que no quedara tanto olor, le daba una pitada al porro y soplaba el humo en una bola de papel higiénico que tenía en la mano. Ahí me di cuenta de las manchas que quedaban en el papel. Fue una suerte de segunda experiencia con la técnica, pero sin dudas la raíz vino de esa la pregunta: que pasaría si….?
Experimentaste alguna otra técnica que involucre el cannabis?
Si, se me ocurrió también poner agua y dejar la colilla del porro en alcohol como para que suelte cierta coloración, así como un extracto digamos. Se tornó como una coloración amarronada que deja un trazo similar a la de una acuarela. He pintado con esa tinta tipo acuarela y también probé de remojar la colilla para sola y usarla para hacer trazados como si fuese una suerte de pincel. Siempre estoy haciendo pruebas, con respecto a técnicas y distintos materiales.
Me gusta dejarme llevar y transformar las cosas. Confió en que tengo buenas ideas, siempre confié y las lleve a cabo. Eso me permitió la posibilidad y el placer de vivir, de lo que me gusta y me apasiona. Una gran fantasía a concretar sería poder hacer esculturas de hash, pero bueno, no es tan fácil por los costos.
Cuanto puede llevarte una pieza de esta serie?
Mira, depende del dibujo que este haciendo. Podría llevarme de 5 a 20 porros de tamaño chico, suelo armarlos así. Y no tengo un tiempo estimado para terminar porque lo hago a medida que voy fumando siempre tratando de no morirme en el proceso – ríe – porque se necesita soplar mucho. Cuando estoy en casa y voy a fumar agarro el que esté haciendo y uso ese humo para ir marcando. Avanzo a medida que voy fumando.
Es una obra que cuando la hago, se esparce en el aire y circula, como si eso le diera cierta expansión a la obra. Es mucho más grande de lo que parece.
Qué tipo de marihuana usas?
Acá en Brasil, como sigue siendo ilegal el uso de cannabis, lo que se puede conseguir es mayormente prensado del Paraguay. Es lo que suelo usar normalmente para la serie. Aunque cuando viaje a Ámsterdam hice una búsqueda de porros para hacer pruebas al respecto. Conseguí unas diez cepas, distintas genéticas de cannabis y otras tres de hash para soplar. Hice las pruebas, pero realmente no vi grandes diferencias a simple vista. En esa oportunidad, hice el retrato de la ex Reina Beatriz de los Países Bajos, porque en ese viaje ella pasaba el reinado a su hijo, y como viví parte de la celebración fue que tomé su imagen para hacer una pieza.
Como es la situación de la legalidad en Brasil?
Estamos en un proceso lento. El Ministerio de Derechos Humanos presentó un proyecto para reformar las leyes que criminalizan el cannabis. Es un error creer que esto se trata de crimen y no de salud. Solo una farmacéutica puede vender productos derivados del cannabis acá pero es carísimo y pocas personas tienen permiso de cultivo. Son casos muy aislados. Solo con una prescripción médica podes importarlo. ¿Pero cuanta gente puede pagar eso?.
Hay un lado muy conservador en Brasil que creció mucho en estos tiempos donde se ve tanto fascismo, que hace las cosas mucho más difíciles. Las entidades religiosas siempre están involucradas en estas decisiones por la influencia que ejercen en estos costados de la sociedad.
Mi conclusión respecto a la mal llamada guerra contra las drogas es que lo único que acarrea son problemas de discriminación, racismo, y está ligada solo a la pobreza. Es tan ridículo que esté mejor visto que la gente pueda tener armas, a que pueda cultivar su cannabis. La aceptación y comodidad sobre eso asusta. Solo estoy esperando pronto poder cumplir mi deseo de cultivar mi propia marihuana.