Menta con tonos cítricos. Flores y maderas de pino. Es indudable que la planta de cannabis puede producir una infinidad de aromas y sabores. Sabemos también que no sólo acompañan sino también intervienen en los efectos. ¿Pero es posible predecir qué efecto tendrá una planta por su perfume?
Un equipo de científicos argentinos viene trabajando en el tema y comprobó que los distintos grupos de aromas pueden ayudar a determinar si una variedad puede producir efectos activos y sociables o por el contrario, tratarse de una variedad relajante.
No es extraño, el cannabis es un cofre de posibilidades. Además de los cannabinoides como el THC, CBD, CBN o CBG, la resina producida por los tricomas posee sustancias aromáticas conocidas como terpenos, terpenoides, flavonoides y otros compuestos. Se trata de las moléculas responsables de aportar los aromas que tan famosa hacen a la planta de marihuana.
Un equipo de científicos argentinos viene trabajando en el tema y comprobó que los distintos grupos de aromas pueden ayudar a determinar si una variedad puede producir efectos activos y sociables o por el contrario, tratarse de una variedad relajante.
Sin embargo no se trata de moléculas inertes sino que poseen una acción en el organismo, interactuando con los efectos de los cannabinoides y modulando su efecto. Se trata del conocido efecto séquito.
Por ejemplo, el mirceno, presente en el mango, la pimienta y también muchas variedades de cannabis, mejora la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, aumentando el paso de sustancias como los cannabinoides y produciendo una sensación de efectos más intensos.
¿A qué huele tu mambo?
Muchas de estas sustancias aromáticas también definen las distintas líneas de genéticas y cepas que cultivamos o utilizamos hoy en día. Las líneas Haze poseen un perfil similar de terpenos, con distintas variaciones según la variedad específica. Lo mismo sucede con las líneas Skunk y con cualquier otra familia de genéticas.
Frecuentemente reducidos a la expresión de una característica agradable, estos grupos de aromas también tendrían una influencia importante en los efectos psicoactivos del cannabis. Y de acuerdo a varias investigaciones, es posible determinar con cierta precisión los efectos que podría tener una variedad según el aroma, o los grupos de sustancias aromáticas asociadas.
En el año 2020 el equipo argentino de científicos integrado por Laura Alethia de la Fuente, Carla Pallavicini, Enzo Tagliazucchi, Facundo Carrillo, Federico Zamberlan y Andrés Sánchez Ferrán comprobó una asociación más que interesante: los distintos grupos de aromas pueden ayudar a determinar si una variedad puede producir efectos activos y sociables o por el contrario, tratarse de una variedad relajante.
En el trabajo titulado La relación entre las respuestas subjetivas, el sabor y la composición química a través de 800 variedades comerciales de cannabis los científicos analizaron las reseñas de 887 variedades aportadas por usuarios en un sitio de internet, contrastandolas con la información química que se poseía de esas mismas variedades.
Así pudieron establecer que existe una correlación entre los efectos manifestados por usuarios y usuarias que posee una cepa puntual y su perfil de cannabinoides y sustancias aromáticas.
“Somos un laboratorio de neurociencia cognitiva, entonces estábamos trabajando con reportes y narrativas libres, directas de usuarios” cuenta a THC Carla Pallavicini, investigadora, neurocientífica y coautora del estudio.
“Si vos prestás la suficiente atención al sabor, al aroma y lo empezás a reconocer, es una herramienta que tenés siempre con vos, porque es tu propia nariz, para empezar a darte cuenta para que lado puede ir una flor”, explica la investigadora Carla Pallavicini
“Cuando extrajimos los datos del sitio, observamos que había un sentido en lo que la gente reportaba de sus experiencias subjetivas y se podía agrupar de una forma que también tenía mucho sentido.”
El trabajo que realizaron los investigadores consistió en recolectar las experiencias y contrastarlas con los perfiles de sustancias aromáticas y saborizantes que poseen las distintas variedades. Así pudieron compilar una gama de efectos reportados y un abanico de sabores presentes en las variedades reseñadas. Cuando compararon la data, la tendencia fue clara.
“Hay un grupo de sabores que da positivo, es decir que se correlaciona positivamente, con efectos que son estimulantes. Y al mismo tiempo correlacionan negativamente, lo que significa que cuando la gente sintió este sabor no reportó estos efectos, con todos los efectos relajantes.” explica Carla.
“Es como un doble control. Porque al mismo tiempo, aquellos que dan positivo con los relajantes, dan negativo con los estimulantes. Los efectos que daban con lo que sería relajado, somnoliento, hambre, son los olores a madera, a tierra, un poco más pungente, como las berry o blueberry. Por otro lado, los que daban positivo con efectos estimulantes como ser creativo, energético, sociable, euforia, dan positivo con sabores como citrus, tropical, naranja, ananá, mango.”
“Esos son sabores, después asocias los sabores con variedades porque la variedad se llama de esa manera.”
En cuanto a los efectos no deseados, Carla explica que existe una limitación: los usuarios y usuarias que manifestaron efectos como mareos, dolor de cabeza, ansiedad o paranoia no reportaron sensaciones organolépticas precisas como aromas a cítricos con base de hierbas sino que se centraron en la experiencia negativa.
“Nuestra hipótesis es que no reportaron ningún sabor pero no porque no lo sintieron, sino que no se puede hacer una cata si la estás pasando mal y decir “esta paranoia tiene gusto a limón”. Son los datos con los que menos podemos asegurar cosas, al ser autorreportados, cuando reportan estas cosas generalmente se limitan a esa experiencia.” agrega.
Al alcance de todos
Una infinidad de factores modulan e intervienen en la experiencia de los efectos psicoactivos del cannabis. Algunos son mensurables como la potencia de la flor o el extracto utilizado o la vía de administración y otros dependen del usuario o usuaria, como la experiencia previa, el propio organismo y el estado mental y emocional.
Una infinidad de factores intervienen en los efectos del cannabis. Algunos son mensurables como la potencia de la flor o el extracto utilizado y otros dependen de la personas, su experiencia previa, el organismo, el estado mental y emocional
Aún así es prácticamente imposible determinar qué tendencia tendrán los efectos de una genética sin realizar un análisis químico completo, algo que todavía no se encuentra al alcance de la mayoría de las personas.
En ese sentido, el trabajo de Carla y el resto de los investigadores aporta una herramienta muy útil para agregar a las catas: el aroma como un elemento determinante del efecto más que una cualidad superflua.
“No hay ningún ente internacional que regule las etiquetas de los productos, nada te garantiza lo que contiene la etiqueta, como si hay con otros fármacos o con el vino” explica Carla.
“No hay una forma confiable de saber a priori lo que vas a comprar o usar sin hacer un análisis, pero hay elementos que pueden indicar a groso modo si se trata de una planta más estimulante o más relajante”.
“Lo más útil de este trabajo para la gente es que si vos prestás la suficiente atención al sabor, al aroma y lo empezás a reconocer, es una herramienta que tenés siempre con vos, porque es tu propia nariz, para empezar a darte cuenta para que lado puede ir una flor.” concluye.