Lluvia, viento, truenos. Hay regiones que sufren tormentas y esta sin duda es una afrenta para el cultivador de exterior. En esta nota te mostramos cómo proteger las plantas de marihuana de una lluvia torrencial.
El cultivo al aire libre frente al cultivo en interior tiene un montón de beneficios. Si encontramos un buen lugar, las plantas gozan de luz solar y ahorramos un gasto en energía eléctrica. También podrán nutrirse del agua de lluvia que brinda un montón de beneficios para el cultivo.
Aún así, el cultivo en exterior implica situaciones de riesgo como el ataque de plagas y las inclemencias del clima: lluvias y vientos fuertes, fríos o calores extremos.
En el caso de las lluvias torrenciales pueden ocasionar múltiples problemas que dificulten o incluso impidan conseguir cosechar las flores.
En algunas regiones las lluvias intensas pueden agarrarte desprevenido y sacudir a tus plantas de marihuana. ¿Cómo protegerlas? Tenemos que evitar que las ramas lleguen al punto de no soportar el aumento de peso por el agua y acaben por quebrarse. También es vital protegerlas de la humedad porque facilita la aparición de hongos que colonizan la planta y arruinan la cosecha.
¿Es buena el agua de lluvia para las plantas de marihuana?
La pregunta sobre si es buena el agua de lluvia para las plantas de marihuana tiene varias respuestas posibles. La distancia entre la obtención de resultados favorables o desfavorables es relativa. Depende en gran parte de la potencia de la lluvia y su frecuencia, y nuestra capacidad de prevenir y controlar sus consecuencias negativas.
En verdad el agua de las precipitaciones livianas y ocasionales puede favorecer un crecimiento más acelerado de las plantas debido a su nivel de acidez (PH 5.5 – 6). Para un medio de cultivo orgánico de cannabis el pH del agua de riego, es decir, el potencial de hidrógeno debe ser ligeramente ácido. A diferencia del agua de la canilla que tiene un pH más alcalino y puede desfavorecer la capacidad de absorción de nutrientes, el agua de lluvia es un pH óptimo.
Antes de caer al suelo, el agua de lluvia capta dióxido de carbono de la atmósfera y acaba produciendo ácido carbónico. Además, la lluvia está libre de cloro y contiene macronutrientes como nitratos que mejoran la calidad del cultivo.
Asimismo, durante la temporada de lluvias es cuando mayor cuidado hay que tener en cultivo de exterior. La constancia de las precipitaciones y la cantidad de m³ pueden acabar por encharcar el sustrato. Según las condiciones climatológicas del territorio va a ser más sencillo o más difícil poder anticiparse a las lluvias torrenciales. Por eso es importante conocer las precauciones necesarias para estar preparados llegado el momento.
Lo primero que tenemos que saber es que si mi planta de marihuana se moja con el agua de lluvia no es negativo de por sí. Como vemos, hay beneficios de regar cualquier vegetal con agua de lluvia. Juntar el agua de lluvia en un tacho para luego realizar un riego manual es una buena opción. Aún así, ante la presencia de lluvias torrenciales tendremos que controlar la humedad y temperatura del ambiente para su favor. Más aún durante la floración porque está la cosecha en juego.
¿Cómo influye la lluvia en la floración?
En la etapa de floración del cannabis lo mejor que puede pasar es tener días soleados y secos. Por supuesto existen genéticas que toleran mejor la humedad y condiciones climáticas adversas. Pero aún así, las lluvias torrenciales representan un peligro mayor en la etapa de floración porque propician la aparición de hongos.
Desde el aire, las lluvias pueden transportar hasta las plantas miles de esporas de hongos inocuos y patógenos. La elevada humedad activa la germinación de las esporas. Una de las formas más comunes de ingresar a la planta en la etapa de floración es a través de los cálices. El botrytis aparece en forma de película blanca o gris y se despliega desde el interior del cogollo formado. En ese caso lo correcto es deshacerse de las flores infectadas. Además, en la época de floración el clima estará caluroso lo que sumado a la humedad puede causar la aparición del hongo oídio.
Pero sin dudas el peor riesgo ante una lluvia fuerte reside en la probabilidad del desarrollo de la especie Fusarium. Este hongo figura como una mancha marrón en el tronco y pudre la raíz produciendo un marchitamiento progresivo de la planta. La clave es directamente descartar el ejemplar antes que infecte al resto del cultivo.
¿Cómo proteger las plantas de marihuana de una lluvia torrencial?
Para evitar estos desenlaces dolorosos a causa de infección de hongos, tenemos que tomar ciertos recaudos. Si bien la mejor forma de prevenir plagas es fomentar la salud de nuestras plantas, ante lluvias torrenciales podemos colocarlas bajo techo. Por supuesto esta tarea puede ser más sencilla si estamos cultivando en macetas. Las retiramos del alcance de la lluvia y prendeemos un ventilador para que se sequen.
En caso de que las plantas estén en suelo, la recomendación es sacudir las ramas suavemente para desprender el agua acumulada y evitar que se quiebren. También podemos cubrirlas con un plástico o una tela impermeable pero cuidando de asegurar la circulación de aire.
A su vez, para anticiparnos y proteger nuestras plantas de lluvias fuertes se puede realizar la instalación de techos o invernáculos que funcionen de reparo. Sin embargo también se recomienda cuidar la circulación de aire.
Otra recomendación para brindarle protección a las plantas de cannabis es hacer tutores. Una rama vieja, una caña, un palo de escoba se pueden convertir en elementos que funcionen como tutor de las ramas llenas de cogollos. Este método es muy importante en la floración aunque puede realizarse desde la etapa vegetativa. De esta manera las ramas podrán resistir las lluvias torrenciales y el viento.
¿Cuándo cosechar en caso de lluvias?
Sin dudas en caso de que las plantas de cannabis estén expuestas a lluvias fuertes antes de la cosecha debemos tener ciertos cuidados como inspeccionar las ramas en busca de cogollos podridos. Si encontramos flores marchitas tenemos que cortar el material y desecharlo.
Contar con una previsión del clima siempre es un punto a favor. Si estamos cerca de la cosecha debemos chequear el servicio meteorológico para activar antes de las lluvias o días húmedos (más de 50% de humedad).
En caso de que las plantas hayan sido alcanzadas por un lluvia torrencial y hayamos cosechado plantas con los cogollos mojados, es importante realizar el manicurado cuanto antes. Luego, durante los dos días siguientes debemos dejar secar los cogollos a una temperatura entre 25-27 º C. Durante el secado se recomienda revisarlas a diario para observar y cuidar de la aparición de hongos.