La Agencia regulatoria del cannabis, la ARICCAME, emitió los primeros 6 permisos para la producción y comercialización de cannabis medicinal en Argentina.
En una reunión plena del Directorio del organismo, de la que participaron los 4 directores y su presidente, se otorgaron las primeras autorizaciones productivas, que tienen una duración en principio de 12 meses, pero que pueden ser prorrogadas por más tiempo.
A partir de ahora, las empresas autorizadas podrán llevar adelante la producción de cannabis medicinal y su comercialización de manera totalmente legal.
Se trata de un paso clave para la puesta en marcha de la ley 27.669 que brinda un marco regulatorio para la industria nacional del cannabis medicinal y el cáñamo.
Esta sesión del Directorio se llevó a cabo luego de 2 semanas de intenso debate entre los directores sobre las características, requisitos legales y alcances de estos permisos temporarios, que incluyeron algunas convocatorias fallidas de sesión y pedidos oficiales de requisitos técnicos.
Finalmente, el directorio se reunió en pleno el miércoles 6 de diciembre y, a partir de la documentación presentada, aprobó permisos temporales de producción 6 a empresas tanto privadas como provinciales.
Del encuentro formaron parte el Presidente de la Agencia, Francisco Echarren, el Vicepresidente de la misma, Marcelo Morante (en representación del Ministerio de Salud) y los directores Gabriel Giménez (Secretaría de Agricultura), Mercedes La Giogiosa (Ministerio de Seguridad) y Valeria Rudoy (Ministerio de Ciencia y Tecnología).
Con el previo dictamen positivo del área de legales del Ministerio de Economía, el Directorio de la ARICCAME aprobó estos 6 permisos provisorios por un plazo de 12 meses para la realización de actividades de producción y comercialización de cannabis medicinal.
Estas actividades de desarrollarán en el marco de la ley de cannabis industrial a empresas que venían desarrollando proyectos de investigación y desarrollo que ya habían sido aprobados por el Ministerio de Salud como parte de la ley de cannabis medicinal, la 27.350.
Qué empresas tienen permiso para producir y comercializar cannabis medicinal en Argentina
Las primeras 6 empresas a las que les otorgaron los permisos de producción son:
– Agrogenética Riojana (empresa provincial de La Rioja)
– Biofábrica Misiones (empresa provincial de La Rioja)
– Inkillay (empresa privada de Tucumán)
– Whale Leaf (empresa privada de Chubut)
– Botannicans (empresa privada de Buenos Aires)
– Pampa Hemp (empresa privada de Buenos Aires)
“Estamos muy contentos porque con estos primeros permisos se hace operativa la ley 27.669 que regula la producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial en el país, otorgando los primeros derechos a empresas argentinas. Es un hecho histórico”, señaló Francisco Echarren, presidente de la Agencia, en diálogo con THC al finalizar el encuentro.
“Estas son las primeras de muchas empresas que podrán participar de esta nueva industria”, aseguró.
Para Pablo Fazio, Presidente de la Cámara Argentina de Cannabis (ArgenCann), el otorgamiento de estos permisos también fue “un triunfo histórico”.
“Tenemos principio de ejecución de la ley y reconocimiento de derechos adquiridos por parte del Estado, es una noticia muy importante para toda la industria del cannabis en Argentina”, señala Fazio en diálogo con THC.
“Si bien se aprobaron 6 proyectos, los otros no se rechazaron, solo les faltó presentar documentación que van a tener el tiempo de subsanarla porque tienen el derecho de hacerlo”, afirma en relación a los otros proyectos de investigación aprobados por el ministerio de salud que también solicitaban un permiso provisorio para la producción.
Cuánto dinero puede generar la industria del cannabis y el cáñamo en Argentina
Según los datos oficiales, se calcula que la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial podría generar en Argentina 10 mil puestos de trabajo registrados en los próximos 36 meses y un mercado interno de 500 millones de dólares. Desde ArgenCann estiman incluso que se podrían generar 1.000 millones de dólares de exportaciones.
Rolando García, investigador del Conicet especializado en economía del cannabis, también ve un futuro prometedor. “La industria del cannabis en Argentina está en un momento de crecimiento”, asegura.
“Ya puede verse la profesionalización de algunas experiencias pioneras que llevan muchos años y cómo emergen nuevas unidades económicas y productivas en segmentos que todavía tienen mucho camino por recorrer”, explica.
García, que es director del equipo de Economía del Cannabis que funciona al interior del Instituto de Estudios para el Desarrollo Productivo y la Innovación en la Universidad de José C. Paz, trabaja y conoce las diferentes partes que componen un fenómeno en expansión pese a la crisis económica.
“En Argentina, uno puede ver empresas en el segmento de la producción de aceite de cannabis para uso medicinal, empresas que se dedican al desarrollo de semillas, otras que se destacan en la producción de insumos para la producción de cannabis, para pequeña, mediana e incluso gran escala”, detalla.
Incluso, García y su equipo pudieron observaron el surgimiento de productores de insumos orientados a una futura industria del cannabis y el cáñamo con vistas a la producción en superficies de mayor extensión.
Y no todo es cultivo y producción de materia vegetal. “A nivel local también podemos encontrar experiencias ligadas al rubro cosmético y en el rubro alimenticio, con la incorporación del cáñamo en el código alimentario, uno puede esperar desarrollo también de emprendimientos que elaboren distintos tipos de derivados”, profundiza García.
“Hasta ya pueden verse proyectos que están trabajando con fibra de cáñamo en el rubro textil, fibra que por ahora se importa”, sostiene.
Y, por supuesto, se requiere mano de obra calificada en cada uno de los eslabones de la cadena productiva: desde el cultivo hasta el procesamiento de derivados -desde fitofármacos hasta alimentos- que hoy pueden ser legalmente elaborados.
Por su parte, Pablo Fazio la industria del cannabis y el cáñamo son una oportunidad en un marco económico adverso. “Hay que seguir profundizando las políticas públicas en torno a la industria del cannabis en el país, que genera desarrollo productivo y diversificación a nivel federal, ya que es una industria que se está desarrollando fuertemente en varias provincias”, sostiene.
El futuro de la Agencia Nacional de Cannabis
Respecto a la inminente gestión del nuevo gobierno electo en la Agencia del Cannabis, Fazio señala: “esperamos que se ponga cuanto antes en funcionamiento la Ventanilla Única que ya se creó para que todas las personas que lo deseen puedan presentar sus proyectos productivos sobre cannabis medicinal y cáñamo industrial”.
“También esperamos que se realicen cuanto antes las convocatorias para el otorgamiento de licencias productivas y que que se abra el juego a todos los actores de lo ancho y largo del país, confío en que esto va a suceder”, afirma Fazio quien es uno de los creadores de Pampa Hemp.
La Agencia Reguladora de la Industria del Cáñamo industrial y el Cannabis Medicinal es el organismo que se desprende de una reglamentación de la ley de producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial que es histórica y de vanguardia a nivel regional.
Su principal organismo de gobierno es el Directorio, conformado por los representantes de 4 ministerios y el Presidente de la Agencia. El Consejo Federal es el organismo donde se ven representadas las provincias y el Consejo Consultivo es el espacio que reúne a cooperativas, cámaras empresarias, universidades y científicos para realizar propuestas para el sector.
“Fue una reglamentación que se logró luego de un proceso participativo muy fuerte del sector empresarial, Ongs, y organismos del Estado. La Agencia del Cannabis se pensó con una ventanilla única para la presentación de proyectos productivos y ya están creados los 6 tipos de licencia para cannabis medicinal y los 3 permisos para cáñamo industrial”, explicó Echarren, primer presidente de la Agencia.
La gran incógnita es como impulsar esta nueva industria en un contexto de crisis. El investigador Rolando García opina que la clave de las políticas públicas no está en inyectar dinero, sino en generar mejores escenarios.
“Uno puede pensar que el porvenir no se trata de generar incentivos económicos del tipo fiscales o promociones que impliquen transferencias hacia el sector: se trata básicamente de construir una regulación que funcione, que sea dinámica y pueda dar respuesta a las demandas de los diferentes actores”, afirma.