Los efectos del cannabis se producen gracias a una serie de compuestos activos. No es magia, se trata de algo muy concreto que tiene un lugar y nombre: los tricomas. Una verdadera maravilla del mundo vegetal.
Los tricomas son unas pequeñas glándulas, casi invisibles al ojo desnudo, que presentes en su mayoría en las flores hembra del Cannabis, producen la resina que contiene los compuestos conocidos como cannabinoides.
Los tricomas son unas pequeñas glándulas, casi invisibles al ojo desnudo, que producen la resina que contiene los compuestos conocidos como cannabinoides.
Existen varios tipos de tricomas y no son exclusivos de las plantas de Cannabis. El más común y más conocido es el tricoma glandular: el que tiene una especie de cabeza redondeada. Los cannabinoides se alojan en la base de esa glándula.
Los tricomas, además, cumplen una función clave en el proceso de cultivo: en su maduración van cambiando de tamaño y virando de un color transparente a un color ámbar oscuro. Si bien eso no determina cuándo el cannabis está listo para ser cosechado, puede ayudarnos de guía.
Junto con otras variables, la maduración de los tricomas nos ayuda a saber el estado de maduración de la planta. Además cumple funciones orgánicas: las protege de roces, predadores, hongos y bacterias.
La función natural de estas glándulas es proteger a la planta. Es una protección física contra roces, pero también química: algunas de las sustancias contenidas en los tricomas espantan ciertos predadores de la planta. Además evitan que proliferen hongos y bacterias. Y no sólo eso: protegen flores y semillas de la sequía y los rayos UV.
Por eso la importancia de cuidar la salud del cultivo. Una planta en la plenitud de sus funciones orgánicas, siempre es mucho más resistente.
Por supuesto hay otros compuestos importantes en el complejo funcionamiento de la planta, como es el caso de los terpenos que no sólo le dan su aroma sino que trabajan junto a los cannabinoides.
CUIDADOS DURANTE EL CULTIVO
En interior las condiciones son mucho más amables para los tricomas que en el cultivo exterior: vientos fuertes y lluvias pueden arrastrar y decapitar gran cantidad de los tricomas en las flores, disminuyendo su calidad especialmente si sucede muy cerca de la época de cosecha.
Vientos fuertes y lluvias pueden arrastrar y decapitar gran cantidad de los tricomas en las flores, disminuyendo su calidad. Por eso la importancia de resguardar las plantas.
Cubrir las plantas con nylon para protegerlas del clima es fundamental si se quiere conservar la mayor cantidad de tricomas posible sin perder atención a la ventilación para evitar hongos.
CUIDADOS DURANTE LA COSECHA
A la hora de cosechar, una manipulación descuidada o excesiva puede arruinar el trabajo de meses: sostener siempre las flores desde los tallos y manicurar con cuidado ayuda a evitar la rotura de muchas glándulas.
Una vez cosechados los cogollos tienen que manipularse con delicadeza: no aplastarse, guardarse del sol y de las altas temperaturas para cuidar los tricomas.
Ya que estas glándulas cubren todas las partes internas y externas de las flores, colgar las ramas boca abajo durante el secado evita que se aplasten por zonas. A la hora del envasado final, es conveniente llenar bien los frascos pero no introducir los cogollos con mucha presión.
A medida que las flores se secan los tricomas se vuelven más frágiles y la cabeza, es decir la gota de resina se desprende de la glándula. Evitar los movimientos bruscos salvo que queramos producir hashish.
Podés leer mas sobre tricomas, sus tipos y funciones en la planta en la Revista THC 96