El cultivo de cannabis no para de desarrollarse. Y las plantas no paran de crecer. El ejemplo más impresionante son las plantas monstruo, verdaderos gigantes verdes que pueden llegar a producir cosechas de hasta 3 kilos cada una.
No es una mutación ni un montaje. Se trata de una forma de cultivo que deja desarrollar a las plantas casi sin limitaciones.
No es una mutación ni un montaje. Se trata de una forma de cultivo que deja desarrollar a las plantas casi sin limitaciones para que produzcan hasta 3 kilos de cogollos.
Se suele hacer en contenedores gigantes con salida al suelo, previamente preparado para que las raíces puedan extenderse con velocidad y facilidad, para que esa expansión se refleje tanto a lo alto como a lo ancho.
Toda una maravilla para los ojos y una garantía de frascos llenos. Solo hay que tener un cuidado: estas plantas se ven desde la Luna.
Claves para cultivarlas
En este cultivo se hace crecer lo más posible una planta con el espacio adecuado a su alrededor. Se usan las mismas variedades para poder mantener a raya cualquier carencia de nutrientes que pudiera llegar a presentarse, y que ninguna planta presente una reacción adversa a los abonos elegidos.
Atado
El atado ayuda no solo a que la planta no se caiga, sino que también puede servir para darle forma y guiarla hacia donde se quiere que crezca y para que lo haga en forma de gran arbusto y no de pino.
También es vital para mantener unidas todas las ramas que crecerán juntas para formar finalmente esa gran planta monstruo. Es recomendable atar siempre con materiales flexibles que permitan un movimiento natural entre las plantas y que no las estrangulen.
Los atados se pueden repetir cada 15 días.
Redes
Las redes son muy buenas para mantener la estabilidad. A medida que va creciendo, le sirve de estructura interna para sostener sus ramas: en plantas de 4 metros po-
demos tener ramas de 2 metros o más.
Mensualmente se puede colocar una red sobre la planta, tipo ScrOG e ir colocando las ramas entre los agujeros para ir asegurando la estructura.
A medida que la planta monstruo crece, la red queda dentro manteniendo las ramas unidas evitando que se desparramen. La unidad es el secreto de las plantas monstruo.
Tutorado
Los tutores, así como las redes, son muy necesarios para mantener la estructura general de este tipo de cultivos.
Muchas veces estos tamaños exceden aquellos que están dentro de los marcos “normales”: en la naturaleza una planta que alcanza ese tamaño probablemente termine quebrada o desparramada, por eso hay que estar dispuesto a interferir mucho si se elije este cultivo.
Los tutores naturales de caña de bambú pueden venir de 2 a 4 mts de largo, y son flexibles y pueden acompañar el movimiento de las plantas con el viento, por lo que son una buena opción.
Es preciso realizar las ataduras con un material flexible que acompañe también el movimiento de la planta, y que no estrangule ni el tallo ni las ramas, ya que esto puede causar la muerte de la planta o de la rama.
Podas
En el caso de las plantas monstruo, las podas son una herramienta para utilizar pero no para abusar. Esto se debe a que cada vez que realizamos una poda de una rama estamos restrigiendo el crecimiento vegetativo o deteniendo el normal desarrollo de la planta para, de esta manera, obtener nuevos brotes.
Sí es util podar al comienzo para ayudar a darle estructura a la base de la futura planta monstruo.
Luz
Si queremos cultivar una planta monstruo, pero no comenzamos el proceso en septiembre y, por lo tanto, no se cuentan con muchos meses de crecimiento vegetativo por delante, o bien se eligió una variedad sativa que florece más rápido, hay una solución para incremen-
tar el crecimiento de la planta: agregar luz artificial.
Se puede sumar sobre el final del verano para evitar que la planta comience a florecer. No es necesario que la luz esté toda la noche prendida, basta dejarla hasta completar unas 16 horas de luz corridas, contando la iluminación natural.