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plantar en eneroShamiss (Shutterstock)

¿Puedo plantar en enero?: recomendaciones para empezar un cultivo en verano

La gran pregunta por estas épocas es si todavía estamos a tiempo de comenzar el cultivo; la respuesta a esa pregunta es muy simple: nunca es tarde, se puede plantar en enero.

Si bien la gran mayoría  de los cultivadores comienza a plantar con la llegada de la primavera y los meses siguientes, el inicio del verano no es un impedimento para que podamos comenzar a cultivar si es que aún no lo hicimos.

Primero que nada debemos tener claro que dependiendo de cuándo comencemos el cultivo y de qué genética estemos cultivando, va a ser el tamaño final de nuestra planta.

El inicio del verano no es un impedimento para que podamos comenzar a cultivar. Debemos tener claro que dependiendo de cuándo comencemos el cultivo y de qué genética estemos cultivando, va a ser el tamaño final de nuestra planta.

Es decir, cuanto más cerca del otoño sembremos, menos tiempo tendrán para crecer, pero esto no quiere decir que no crezcan lo suficiente para luego poder florecer y llegar a darnos una cosecha a tiempo junto con las otras plan-
tas que fueron sembradas con anterioridad.

El tener en claro esto, nos va a ayudar también a organizarnos mejor las vacaciones, ya que hay muchos que no plantan porque se van de vacaciones o abandonan sus plantas.

Sabiendo que nunca es tarde, se puede comenzar con el cultivo al regreso y así vamos a evitar tener plantas descuidadas o estar inquietos por ellas mientras no estamos.

Plantar en enero: elección de la genética

La elección de la genética no es un paso menor al plantar en enero, ya que dependiendo de esto la planta va a crecer más o menos y además sus fechas de inicio de floración, así como también la duración de la misma, pueden ser completamente diferentes.

Si bien la mayoría de las genéticas que cultivamos hoy en día son híbridos, vamos a poder notar que hay híbridos con mayor predominancia índica e híbridos con mayor predominancia sativa, siendo estos últimos los que más demoran en empezar a florecer y los que más demoran en completar su floración.

El tipo de génetica también define en gran parte la cantidad de horas de sol directo que pueden soportar: las sativas las que más cantidad de horas de sol directo toleran.

Por lo tanto podemos jugar un poco con esto eligiendo plantas más bien sativas si queremos lograr mayor tamaño y una floración más abundante o bien podemos elegir plantas con mayor predominancia índica que de seguro van a crecer un mes o mes y medio y luego van a comenzar la floración.

El tipo de génetica también define en gran parte la cantidad de horas de sol directo que pueden soportar, siendo las sativas las que más cantidad de horas de sol directo toleran; en cambio las índicas son más amigas de la sombra así como también del frío.

Esta época del año también es ideal para poner plantas en suelo directo sin miedo a que crezcan más de lo deseado.

Trasplantes

Realizar trasplantes es fundamental, pero por la fecha en que comenzamos, es conveniente usar macetas grandes desde el primer día,  ya que no queremos limitar el crecimiento en ningún momento.

Si en un cultivo largo hacemos tres o cuatro trasplantes, en un cultivo corto vamos a hacer uno o dos. El tamaño de la maceta inicial dependerá del tamaño que elijamos para terminar.

Lo ideal es arrancar en la mitad o un tercio de la maceta en la que queremos terminar, para que de entrada tenga buena cantidad de litros para desarrollarse hasta el sexado y que a lo largo de su floración cuente también con nutrientes y espacio para seguir expandiéndose.

Dependiendo de la genética que cultivemos, usaremos macetas más grandes o chicas (para una índica podemos comenzar en 7 o 10 litros, y para una sativa hasta en 15).

En la primera maceta ya vamos ver el potencial de la planta y su ritmo de crecimiento. En el caso de contar con macetas muy grandes, se pueden aprovechar colocando más de una planta por maceta, en lo posible de la misma genética.