La fibra de cáñamo y los biocompuestos elaborados con este material son cada vez más utilizados en la industria. No sólo funcionan como materiales novedosos que permiten nuevos diseños y prestaciones. También son en gran medida un excelente reemplazo a opciones cuya producción es contaminante. Un ejemplo es el ecocuero de cáñamo.
Desde hace ya un tiempo, la tecnología y la industria textil, están uniendo fuerzas para investigar y conseguir nuevas fibras que sean innovadoras y que mejoren los procesos de producción desde un punto de vista sostenible tanto a nivel social como medioambiental. Y es que la industria textil es la segunda mayor contaminante después de la industria de los derivados del petróleo.
Este interés cobra mayor fuerza en el caso del proceso del cuero. Es un proceso altamente toxico, ya que el 90% de la producción utiliza taninos de cromo. Las pieles se rocían para evitar que se descompongan, dar flexibilidad y color rápido. Si le sumamos: la cría excesiva de ganado, la emisión de gases de efecto invernadero, la desforestación, pérdida de biodiversidad, excesivo uso de agua y tierras para ganadería, da es un cóctel devastador por la contaminación y la crueldad animal de estas prácticas.
En este contexto, los ecocueros de cáñamo, nacen como una opción de innovación textil que suponen un pasaporte directo a una nueva etapa liderada por la sostenibilidad, y en la que se respeta a todos los agentes involucrados en la cadena de producción.
¿Se puede hacer ecocuero de cáñamo?
Desarrolladores italianos crearon el primer producto del mundo similar al cuero elaborado con cáñamo llamado: Napee. Este se elabora a partir del polvo residual generado en el procesamiento e industrialización de la fibra de cáñamo y cuyo proceso productivo no implica el uso de disolventes tóxicos ni la creación de residuos.
El polvo se elabora en base a cáñamo, que entra en maceración a los tres meses de vida. Tras el despulpado, lo obtenido se divide entre corteza, la parte leñosa del cáñamo compuesta por un 70% de celulosa, y el 30% restante de lignina, ceras y aceites esenciales.
El uso del cáñamo, como biomasa, le confiere características impermeables, termorreguladoras, que evita la condensación, es termoajustable, y puede someterse a procesos de impresión, tamizado y estampado. Es capaz de absorber CO2 de la atmósfera durante todo el ciclo de fabricación, por eso, Napee responde a la necesidad de obtener un balance de emisiones de CO2 por debajo del cero, con un proceso respetuoso del medio ambiente y sin crueldad animal.
La empresa se abastecen de cáñamo de toda Italia, y desarrolló un modelo de cadena de suministro circular localizada que minimiza la necesidad de transporte y planea incluir un hilo de filamento de basalto que haría que este ecocuero sea ignífugo. El compuesto Napee se usa como sustituto de la piel natural en distintas funciones y ámbitos como: confección de bolsos y accesorios, prendas de moda, tapicería, partes del rubro automotor y hasta en el diseño de interiores.
¿Qué son los cueros de origen vegetal?
El mundo de las pieles veganas se está expandiendo rápidamente a medida que las empresas experimentan e innovan con nuevos ingredientes, impulsadas por la demanda de los consumidores consientes y comprometidos con el medio ambiente y los animales. Hoy en día existen empresas que fabrican cueros de origen vegetal de múltiples orígenes.
Así como el biocuero de cáñamo, existen otros tejidos que asemejan al cuero que son de origen vegetal y que están llamando la atención en redes sociales y en consumidores de vestimenta y accesorios alrededor del mundo. Se encuentran en el mercado artículos fabricados a partir de: mango, maíz, hojas de ananá, soja, restos de café, algas, piel de manzana, alcornoque o corcho, restos de uvas provenientes de la producción del vino, de Nopal y de hongos, entre otras fuentes.
Estas son solo algunas muestras de la creciente unión entre tecnología y la moda que surgen con el objetivo fundamental de conseguir mejorar la situación actual y convertirse en la base de una industria que lucha, cada vez más, por evolucionar hacia un futuro más green.