En los últimos años, las nuevas tecnologías en vaporizadores permitieron su difusión cada vez más amplia, con opciones para todo tipo de flores y extracciones. El vaporizar cannabis es también una opción terapéutica de acción casi inmediata, ideal por ejemplo para cuadros que incluyen episodios de dolor intenso. ¿Pero en qué consiste vaporizar cannabis?
En su sentido literal, vaporizar se refiere a convertir en vapor una sustancia o una materia, en este caso la resina de cannabis junto a los cannabinoides y sustancias presentes en esta. Se trata de un proceso exactamente igual al que sucede cuando quemamos el cannabis en una pipa o un cigarrillo, con la diferencia que no se producen sustancias asociadas a la combustión como el alquitrán y el monóxido de carbono.
Dependiendo del tipo de vaporizador se pueden vaporizar cogollos o extracciones. Además muchos modelos poseen un control de temperatura preseteado o grado por grado que permite la selección de la temperatura específica de cannabinoides como el THC o el CBD, dando a la persona usuaria la posibilidad de moldear la experiencia según su interés.
¿Qué son los vaporizadores?
Los vaporizadores son dispositivos diseñados para permitir la evaporación de sustancias presentes tanto en materia vegetal como en extracciones. Existe un amplio universo de modelos que incluye tanto dispositivos para su uso en mesas o escritorios como dispositivos totalmente portátiles, de pequeño tamaño y gran discreción.
En el caso de los vaporizadores para materia vegetal pueden distinguirse en dos tipos principales: aquellos que funcionan por convección y aquellos que lo hacen por conducción.
En el primer caso, la evaporación de los cannabinoides presentes en la materia vegetal se logra por una columna de aire caliente que atraviesa el hornillo o recipiente al momento de inhalar.
En los vaporizadores que funcionan por conducción, la materia vegetal es calentada por las paredes del hornillo o recipiente, y el recambio de aire producido al inhalar permite la administración de los cannabinoides vaporizados.
Vaporizar versus fumar cannabis
Fumar cannabis tiene un aspecto totalmente insalubre que es la combustión. Debido a la naturaleza química del fuego, no existe una forma saludable de fumar cannabis.
Cuando la materia vegetal entra en combustión se produce una oxidación de las moléculas que la componen, transformando todas las sustancias. Por ejemplo la celulosa que compone las células que forman la materia vegetal, una vez expuesta a las temperaturas de una llama (entre 600°C y 1400°C) se oxida rápidamente produciendo luz y calor.
Cuando vaporizamos, solo se produce vapor, que no carga micropartículas en suspensión y en general no irrita las vías aéreas.
El resultado de este proceso es la ceniza, que contiene materiales prácticamente ignífugos o que requieren temperaturas mucho más altas para evaporarse como las sales minerales presentes en los tejidos vegetales. Esta ceniza a su vez forma micropartículas que como su nombre lo indica son muy pequeñas y pueden llegar a irritar las vías aéreas, pulmones y bronquios.
Tanto las sustancias como el monóxido de carbono y el alquitrán como la ceniza y las micropartículas se encuentran en suspensión en el humo, junto a vapor de agua y otras sustancias. Por esta razón es que podemos verlo, y por esta razón también es que el humo “mancha” cuando se condensa sobre una superficie.
Cuando vaporizamos, solo se produce vapor, que no carga micropartículas en suspensión y en general no irrita las vías aéreas. Al cuidar la temperatura no existe combustión, esto lo podemos comprobar si retiramos la materia vegetal del vaporizador: se tienen que observar cambios de coloración y textura, pero nunca ceniza ni partes negras o grises.
¿Cómo se vaporiza cannabis?
El procedimiento exacto depende del dispositivo que usemos: algunos modelos requieren moler la materia vegetal mientras que otros cuentan con la posibilidad de introducir cartuchos o volcar las extracciones en una pieza aparte.
Independientemente del modelo que dispongamos, a la hora de vaporizar cannabis en forma de materia vegetal deberíamos observar los siguientes puntos:
Idoneidad de la materia vegetal
Cualquier cogollo para uso humano o animal debería cumplir mínimos requisitos como la ausencia de mohos, hongos o rastros de patógenos como el Fusarium o Aspergillus. Existe evidencia de que este tipo de patógenos vegetales puede conducir a potenciales daños a la salud.
Al mismo tiempo debemos observar que no existan contaminantes como pelos de mascotas, insectos, tierra o materiales ajenos a las flores.
Como regla general, no se debería vaporizar un cogollo que no usaríamos fumado o por vía oral.
Utilizar el dispositivo según las indicaciones del fabricante
Muchos vaporizadores para materia vegetal permiten utilizar flores que no están en su punto ideal de secado o poseen un grado de humedad que no permite su fumado. Esta práctica si bien no es puntualmente perjudicial para la salud, puede atentar contra la durabilidad del vaporizador al producir la evaporación de agua en su interior.
Al mismo tiempo debemos tener en cuenta que un cogollo húmedo puede producir mayor vapor con una temperatura más alta, pudiendo generar quemaduras o irritaciones en las vías respiratorias.
Beneficios de vaporizar cannabis medicinal
El principal beneficio de vaporizar cannabis es la rápida aparición de efectos. Esto permite su uso en patologías como las migrañas o cualquier condición que implique ataques repentinos de dolor intenso o incapacitante.
Al mismo tiempo la vaporización de cannabinoides no psicoactivos como el CBD permite un veloz abordaje de situaciones como ataques de pánico o crisis de ansiedad con la opción de percibir remisión de los síntomas en pocos minutos.
También se puede hacer un uso mixto de cannabis vaporizado y cannabis por vía oral, lo que permite reducir síntomas inmediatos y al mismo tiempo dar tiempo a hacer efecto al cannabis ingerido por vía oral.
Es importante que si bien los efectos del cannabis vaporizado son casi inmediatos, la duración de los mismos es menor.
Vaporizar también permite un uso más eficiente de la materia vegetal ya que permite usarla varias veces antes de descartarla, asegurándonos de vaporizar todo su contenido.
¿Se puede vaporizar aceite de cannabis?
Vaporizar aceite de cannabis depende tanto del tipo de dispositivo que utilicemos como de lo que entendamos como “aceite”. No todas las extracciones de cannabis son vaporizables.
Algunos modelos de vaporizadores permiten el uso mixto de materia vegetal o extracciones, con adaptadores u hornillos especiales. Debemos tener en cuenta el uso del adaptador correspondiente al tipo de extracción: mientras que algunos dispositivos pueden usarse con extractos sólidos como el hash amasado o en polvo, otros son específicamente diseñados para utilizarse con extractos líquidos.
Por otra parte, el término “aceite de cannabis” está muy popularizado y refiere generalmente a extractos disueltos en bases oleosas y utilizados por vía oral. Sin embargo existen extracciones líquidas u oleosas, con texturas cremosas o muy densas que pueden vaporizarse tanto en vaporizadores como en rigs y bongs.
Los aceites de cannabis elaborados para vía oral contienen una proporción de resina disuelta en un vehículo o excipiente como el aceite de oliva o coco. Al vaporizar este tipo de aceites lo que estamos logrando es vaporizar el aceite usado como vehículo en lugar de la resina, por lo que no son aptos para su uso por este medio.