El oídio es un hongo perjudicial para las plantas que crece en forma de polvo blanco, extendiéndose por las partes superiores de las hojas. Se distingue del mildiu en que este último patógeno se desarrolla en el envés de las mismas.
Este tipo de hongos se dispersan en forma de esporas que necesitan de humedad para poder “germinar”, una vez que lo hacen extienden prolongaciones hasta el sistema vascular de la planta para alimentarse de la savia.
De esa manera generan un daño sobre la superficie de la hoja al penetrarla y sobre el estado general de la planta al tomar sus nutrientes. Por otro lado, también afectan la fotosíntesis, lo que reduce la producción.
Condiciones de aparición del oídio
Para que el oídio pueda desarrollarse con éxito necesita condiciones ambientales adecuadas, una planta susceptible (en general bajo situación constante de estrés) y la falta de acciones preventivas que traten de evitar la propagación.
Las condiciones que hacen posible el desarrollo son la humedad que varía para cada tipo de hongo pero se torna peligrosa entre 75%-100% y la temperatura en la que pueden crecer oscila entre 17 a 27 °C. Por eso son hongos comunes de aparecer en la primavera y que pueden mantenerse durante el verano.
Por otro lado, una sobredosificación de nitrógeno también puede volver a las plantas más susceptibles al ataque de este tipo de plagas. Por lo tanto es muy importante medirnos con la fertilización, como siempre: menos es más en estos casos.
Cómo combatir el oídio
La clave para combatir el oídio y el mildiu es el control sobre el clima: una buena ventilación y una humedad del aire baja son esenciales. Así como evitar humedad en la hoja seguida de condiciones secas.
Como la espora necesita humedad para germinar, pero necesita un ambiente seco para desarrollarse, el riesgo de infección es mayor en un período seco y caluroso.
La clave para combatir estos hongos es el control del clima: una buena ventilación y una humedad del aire baja son esenciales. El preparado de cola de caballo también ayuda a prevenir y tratar estos patógenos.
Por otro lado, una opción ecológica tanto para prevenir como tratar estos patógenos es el preparado de cola de caballo. Además, este es útil para combatir otros tipos de hongos.
Buenas prácticas en exterior
Usualmente por la mañana hay rocío sobre las plantas . Se produce cuando el aire se calienta antes que la planta. Debemos asegurarnos de que haya una ventilación y/o aireación abundante, continua y uniforme.
En exterior en espacios donde no circula bien el aire recomendamos usar ventiladores. También es importante, a la hora de colocar las plantas en el cultivo, que haya buena separación entre ellas.
Buenas prácticas en interior
En interior, además de tener un sistema de ventilación adecuado, es necesario evitar que se apague completamente cuando lo hacen las luces. Además es clave evitar grandes oscilaciones de temperatura y mantener la humedad ambiente por debajo del 75%.