Para ampliar nuestros conocimientos cannábicos, una experiencia muy enriquecedora puede ser viajar y nutrirnos de otras culturas. Si estás pensando en conocer nuevos lugares o estás planeando algunas vacaciones a futuro, te dejamos una lista de destinos cannábicos que te pueden interesar.
Destinos cannábicos americanos
Colombia
Además de sus playas de ensueño y el verde de sus selvas, Colombia cuenta con el mérito de tener las sativas más poderosas de Latinoamérica y el mundo, es por esto que entra en este top de destinos cannábicos.
Sus variedades más conocidas son la Santa Marta, la Punto Rojo y la Corinto. Las dos primeras provienen del norte del país, mientras que la última se desarrolla al sur de Cali. La Santa Marta y la Punto Rojo fueron utilizadas en algunos de los híbridos que, actualmente, son los más plantados del globo.
Sus variedades son conocidas por sus extravagantes colores. No por nada una de ellas se llama Punto Rojo: esto se debe a que sus pistilos se tornan de este color cuando maduran. Por su parte, las flores de la Corinto se tornan de un intenso color purpura si reciben frío al final de la floración.
En Colombia encontramos sativas puras, plantas muy altas con cogollos poco compactos, pero de abundante producción y muy resinosos. Tiene aromas frutales y a maderas, y su efecto es liviano pero a su vez estimulante.
Por otro lado, en Colombia se pueden portar hasta 20 gramos de cannabis y se pueden cultivar hasta 20 plantas por persona. Si bien en algunas zonas del país las fuerzas de seguridad están fuertemente presentes, se puede fumar manteniendo cierta discreción.
Islas Trinidad y San Vicente
Para quienes pueden darse el lujo de visitar el Caribe Venezolano, estas dos islas son destinos imperdibles si se quiere conocer variedades cannábicas exóticas.
La Isla Trinidad se ubica en la parte sur del Caribe, donde encontramos la bush weed, que proviene de la ya mencionada cepa colombiana Santa Marta. Para complementar las variedades locales, que son sabrosas pero poco potentes, los cultivadores cruzan cepas europeas con norteamericanas. Uno de los híbridos que podemos encontrar en la Isla Trinidad es el Jam Jam, un skunk muy sativo con notas de madera y sandía.
Una particularidad de esta ínsula es que sus suelos, compuestos por material volcánico, le otorgan a los cultivos todos los nutrientes esenciales, sin necesidad de utilizar fertilizantes por 3 o 4 temporadas. Sin embargo, los cultivadores de la región se topan con un problema: la extensión de la floración de las variedades locales. Muchas veces se debe cosechar antes de tiempo por la temporada de lluvias.
La inestabilidad política y la legislación de la Isla Trinidad no es beneficiosa para los cultivadores. Dependiendo de la cantidad, aquellos que porten marihuana pueden ser condenados a más de un año de prisión, o simplemente pagar una multa. Por su parte, las penas por cultivo pueden ir de 3 a 5 años de prisión efectiva. Pese a esto, los cultivadores locales de cannabis se las han ingeniado para darle continuidad a su actividad.
San Vicente, por su parte, está ubicada hacia el centro del Caribe. Se trata de una monarquía parlamentaria que forma parte de la Comunidad de Naciones de la Corona Británica. Aquí encontramos plantas 100% sativas, flacas y altas. Por la abundancia de la bush weed, una sativa local, se terminan generando cruces con las variedades norteamericanas y europeas.
Canadá
Canadá es el segundo país después de Uruguay en legalizar el uso recreativo del cannabis. La medida se adoptó en 2018, y desde ese entonces podemos encontrar tiendas donde venden flores, aceites y todo tipo de productos cannábicos. Gente de todas las edades (a partir de los 19 años) asiste a estos locales para conseguir artículos a su gusto.
“Las genéticas más populares son las que se acercan al 30%. Entre las variedades más destacadas están la Gas Tank, con un promedio de THC que varía entre los 25% y los 30%, y la Star Struck, cuyo promedio de THC va del 23% al 28%”. contó a THC Ricardo, encargado de un dispensario de cannabis legal en Canadá.
Canadá es un excelente destino donde los turistas pueden usar cannabis libremente, sin miedo a la persecución.
Destinos cannábicos más allá de nuestro continente: África
Marruecos
Ya para los que planean visitar otros continentes, tenemos Marruecos. Desde febrero de 2021, es legal la producción, comercialización y exportación de cannabis con fines industriales y medicinales. Marruecos es uno de los lideres mundiales en la producción de cannabis, y su actividad se concentra principalmente en el hash, un producto que se obtiene de la extracción de la resina del cannabis.
La comercialización del hashish corresponde a una actividad económica muy importante para el país africano, además de una tradición milenaria. Para identificar la dimensión de esta actividad, entre 1980 y 1990 la producción local de resina superó el millón de toneladas.
En Marruecos, la cosecha se da de junio a octubre dependiendo de la variedad que se utilice en la zona. En algunos lugares se produce la auténtica landrace marroquí mientras que en otros encontramos híbridos de Pakistán o Afganistán. Las plantas son de altura mediana, hojas pequeñas y escasa ramificación, y aunque son resistentes a las sequías, son muy susceptibles a las infecciones por moho. El hash que se extrae de los cogollos es suave, con notas frutales y produce efectos relajantes.
Eswatini
Este país africano, anteriormente conocido como Swazilandia, es uno de los grandes productores de cannabis de su continente. A pesar de que está prohibido cultivar y producir cannabis en el país, no se le pone un gran esmero a perseguir su producción y distribución ilegal.
En Eswatini encontramos enormes extensiones de tierra dedicadas al cultivo de cannabis. Las plantas son sativas, pero con menor ramificación que el resto de las que se encuentran en África. Cuentan con cogollos esponjosos y de fuertes efectos. Este territorio también se dedica a la producción de hash.
Malawi
Aunque es uno de los países más empobrecidos del mundo, Malawi cuenta con una producción de cannabis muy valiosa. El estatus legal del cannabis en esta región cambió en 2020, cuando se legalizó el uso, la comercialización y la exportación de cannabis de uso científico, medicinal e industrial. El uso recreativo continúa siendo ilegal.
En el centro y el norte de Malawi, en zonas montañosas, hallamos las producciones cannábicas. Los campos son tan extensos que requieren de un importante número de mano de obra. Aldeas enteras se dedican a la agricultura cannábica.
El cultivo inicia en noviembre/diciembre para que la cosecha se dé en abril/mayo y corresponde a una primordial fuente de ingresos para los locales. Las plantas son sativas puras, con cogollos compuestos por una gran cantidad de tricomas. Existen dos fenotipos: unos con notas de madera y el otro de aromas mas frutales. La landrace local es conocida como Malawi Gold, y sus cogollos son secados al sol para ser posteriormente transportados en chalas de maíz.
Destinos cannábicos asiáticos
Sudeste asiático
Además de los múltiples rincones de ensueño que podemos visitar en el sudeste asiático, este lugar es especial para los turistas cannábicos. Tailandia es uno de los destinos que no podemos olvidar en este ranking, puesto que este país fue primordial para los inicios de la historia de nuestra querida planta.
Más allá de los centros urbanos, se desarrollan grandes cultivos con sativas hermafroditas que alcanzan hasta los 6 metros de altura, con floraciones que pueden llegar a un máximo de 4 meses. Se fertiliza con ceniza y se obtienen cogollos alargados con sabores frutales y efectos productivos y livianos.
Tailandia es el primer país de Asia en haber despenalizado el uso de cannabis para fines medicinales. Aunque el uso recreativo aún está en discusión, este avance en la regulación resulta muy importante, ya que anteriormente el tráfico de cannabis podía ser sancionado hasta con pena de muerte, al igual que en Laos.
Por su parte, en zonas como Camboya y Vietnam el consumo y producción de cannabis continúa siendo ilegal, aunque hay un poco más de tolerancia para los cultivadores rurales. Recomendación para los turistas: sean cuidadosos con el uso, porque las leyes antidroga en las regiones asiáticas se aplican de manera muy dura.
India
En India encontramos algo semejante al hash, pero recibe otro nombre: el charas. Los campesinos que viven en los valles de la India se dedican a la producción de esta resina oscura y blanda en forma de bola que se obtiene de frotar los cogollos con las manos. El objetivo en la producción del charas es mantener las propiedades del cannabis más allá de la muerte de la materia vegetal.
En las regiones más bajas, encontramos principalmente sativas, y a medida que se va subiendo en altura, aparecen fenotipos más índicos. Los cogollos que producen las plantas en este territorio son finos y repletos de resina.
Este país penaliza la tenencia y el consumo del cannabis, pero son tolerantes con la venta de marihuana para usos rituales en tiendas especializadas, ya que respetan profundamente las costumbres y creencias religiosas.
Ámsterdam: de los destinos imperdibles de Europa
No podemos obviar a Ámsterdam dentro de estos destinos cannábicos. Esta ciudad holandesa es conocida por su política de tolerancia a las drogas, y se pueden encontrar coffee shops en los paseos por la ciudad.
En los coffee shops no solo podés disfrutar de algún rico aperitivo, sino que también vas a encontrar marihuana o hachís, tanto para fumar como en alimentos. En estos locales, la venta y consumo del cannabis es legal.
Entre las variedades más conocidas de Ámsterdam encontramos la Amnesia Haze, muy potente y de notas cítricas. De esta cepa derivan muchos híbridos populares. También, resalta la White Widow, con sus cogollos profundamente resinosos y su aroma a hierbas y maderas. Otra buena opción es la Northern Lights, resultado de la mezcla de variedades afganas y tailandesas, con efectos intensos y relajantes.