El cultivo de cannabis podría cambiar para siempre: una empresa norteamericana ya se encuentra desarrollando variedades de cannabis resistente al polen.
Se trata de variedades de cannabis triploide, en las cuales las hembras, técnicamente, son incapaces de producir semillas en contacto con polen, al mismo tiempo que el polen no produce semillas viables. Son las primeras variedades estériles en ser lanzadas al mercado.
El desarrollo fue logrado por la empresa Dark Heart y bautizado PistilGuard. Durante la primera etapa las genéticas estarán a prueba para socios y colaboradores de la empresa y se espera su lanzamiento comercial en algún punto de 2023.
¿Por qué crear cannabis resistente al polen?
La reproducción sexual del cannabis es extremadamente simple: las plantas que producen flores con caracteres masculinos liberan polen al aire que, captado por los pistilos presentes en las plantas que generan flores femeninas, generan la polinización que da origen a las semillas.
Es una característica llamativa para quienes cultivan cannabis por primera vez pero en el reino vegetal se repite en infinidad de especies: las paltas o los álamos poseen el mismo “sistema” de reproducción, es decir son especies dioicas.
Las variedades triploides suelen ser incapaces de producir semillas, por una producción de polen escasa o inviable o incompatibilidades en el genoma que impiden la fertilización.
Existen también especies monoicas, capaces de producir en la misma planta flores de ambos sexos, como las calabazas, el sauce o el nogal. Aún así requieren agentes externos para la polinización, como los insectos o en el caso de la marihuana, el viento.
A nivel comercial y en comparación con otras producciones agrícolas, el cultivo de cannabis psicoactivo o medicinal es una actividad casi artesanal aun en el caso de emprendimientos comerciales a gran escala. No sucede con el cáñamo, que tiene una tradición de cultivo milenaria aunque pausada por la prohibición. Pero el caso del cultivo de marihuana para obtención de principios activos es muy diferente.
Uno de los factores que afectan tanto el contenido final en cannabinoides como la calidad de la cosecha es la polinización accidental, que si puede afectar al cultivador domiciliario como ya sabemos, en producciones a gran escala es una potencial catástrofe.
En el caso del cultivo de variedades “regulares”, es decir no feminizadas, el período del sexado es un estadío crítico donde se requieren recursos enfocados a la identificación y remoción de los posibles machos del cultivo. Y aún utilizando variedades feminizadas o esquejes hembra, la plantación sigue susceptible a polinizaciones accidentales. Hoy en día la producción de cáñamo para sogas y marihuana medicinal en el mismo campo es absolutamente inviable. Salvo, claramente, que se utilicen genéticas de cannabis resistente al polen.
¿Cómo es el cannabis estéril?
Muchos de los vegetales que se producen intensivamente hoy en día son variedades desarrolladas específicamente para no producir semillas, como los cítricos, las bananas, las uvas y algunas especies de cucurbitáceas. No son producto de manipulación genética ni el resultado de la inserción de genes de otras especies en el genoma de la planta sino de la cría y selección de genomas incompatibles.
Según la empresa, el desarrollo de una variedad triploide es similar al que se utiliza en la agricultura comercial, donde se seleccionan y trabajan ejemplares con características especiales.
En el caso de las variedades de cannabis resistente al polen, la cruza de ejemplares poli o tetraploides con ejemplares diploides puede producir triploides incapaces de reproducirse por las incompatibilidades en el genoma, que provocan una división célular imperfecta.
Aún así una cuidadosa selección puede asegurar que se mantengan cualidades como producción de cannabinoides, tamaño de flores y demás aspectos de interés para la producción casera o industrial, generando variedades de cannabis que pueden ser plantadas a campo abierto y hasta compartir parcelas con cáñamo.