El agua es un elemento fundamental para las plantas. Su calidad es clave. Por eso, entre otras cosas, debemos saber cómo evitar el cloro y las sales que perjudican el cultivo de cannabis.
El cloro no es un problema en si mismo: la que nos pone en problemas es su exceso, algo bastante habitual en el agua de red.
El cloro se utilizada para prevenir la proliferación de microorganismos en el agua potable, pero cumple la misma función en nuestro suelo. Y eso no es bueno.
La aplicación sistemática de cloro en el riego puede reducir la presencia de vida en el suelo, y dejarnos sin esas micro seres vivos que viven en simbiosis con el sustrato y ayudan a mantener medios de cultivo saludables.
Para evitar el cloro en agua de riego podemos usar filtros o bien dejar resposar el agua en recipientes abiertos por 24 horas
Las plantas va a manifestar esa carencia con el clásico amarilleo de las hojas, algo que ocurre por la ausencia de nitrógeno.
Cómo evitar el cloro en el cultivo
Para evitar el cloro en el agua de riego o disminuir la cantidad, existen dos opciones:
- La utilización de filtros que pueden adquirirse en grows.
- Dejar reposar el agua en recipientes de boca ancha por un mínimo de 24 horas. Si bien el sol acelera la degradación del cloro, la exposición constante a la luz solar puede formar algas en recipientes sin aireación y disminuir la calidad del agua.
También existe la posibilidad que el agua de red y también la obtenida de vertientes o pozos pueda contener una concentración de sales disueltas demasiado alta, lo que puede interferir en el cultivo dificultando la absorción de nutrientes.
Para saber si el agua con la que estamos regando tiene gran cantidad de sales alcanza con mirar con atención. Si observamos acumulación de sarro en pavas, canillas o griferías es una evidencia de que tenemos que tomar cartas en el asunto.
En esta caso, la forma más efectiva y simple de hacerlo es la utilización de un filtro. De paso mejoraremos el agua que tomamos en casa.
Qué hacer con el cultivo
La base es sencilla, vamos a tener que restituir la vida en el suelo. Eso podemos hacerlo de muchas maneras:
- Podemos realizar un trasplante y renovar así el sustrato.
- Podemos trabajar con un compost tea.
- Podemos sumar microorganismos eficientes que podemos conseguir en cualquier grow o vivero.