Mientras se espera la nueva reglamentación de la Ley de Cannabis Medicinal (27.350), ya se avanza en una propuesta superadora.
La diputada nacional Carolina Gaillard (FdT) acaba de presentar un proyecto de ley para la Regulación del Cannabis para la Salud.
Se trata de un extenso proyecto que propone una mirada amplia y busca generar un marco legal para diferentes formas de acceso al cannabis. En ese sentido, se busca garantizar el derecho al autocultivo, el cultivo solidario, los clubes de cultivo y el cultivo con fines de productivos.
En el texto al que tuvo acceso THC, se subraya la importancia de promover un marco legal que contemple tanto a las personas que usan y cultivan cannabis como el desarrollo de una industria nacional, garantizando que ambos objetivos se articulen sin tensiones.
“este proyecto proponemos un marco normativo mucho más integral que contemple tanto la necesidad de los usuarios y usuarias como la importancia de emprender el desarrollo productivo del país”
Las personas podrían tener sus propias plantas, cultivar con otras personas o recibir la ayuda de otra persona que cultiva, al mismo tiempo se buscaría promover proyectos productivos que privilegien a pequeños y medianos productores, y permitirles a las provincias tener sus propios planes en el marco de una ley común.
Hablamos con la diputada Gaillard para conocer más acerca del proyecto que ya cuenta con el apoyo de miembros tanto del oficialismo como de la oposición.
¿Por qué se presenta este proyecto si ya existe una ley de cannabis medicinal que está por ser nuevamente reglamentada?
La ley de cannabis medicinal es una ley muy limitada que ahora busca mejorarse mucho a partir de una nueva reglamentación, pero seguirá siendo insuficiente. Nosotros con este proyecto lo que buscamos es que se desarrolle un marco normativo mucho más integral que contemple tanto la necesidad de los usuarios y usuarias como la importancia de emprender el desarrollo productivo del país.
¿Cómo llegaron a esa síntesis?
Partimos de las limitaciones de la ley actual y buscamos tener en cuenta las experiencias que existen. Trabajamos con Mamá Cultiva, que nos brindó todos sus conocimientos sobre las difererentes dificultades que enfrentan las personas que cultivan su propio cannabis, también con la Red Argentina de Cannabis Medicinal (RACME) conformado por científicos del CONICET que aportaron su mirada sobre la importancia de la investigación científica y el desarrollo tecnológico, y también con La Cámara Argentina del cannabis (ARGENCANN) que nos mostró la importancia de pensar un proyecto que apoye a los pequeños y medianos emprendimientos vinculados al cannabis.
Entre los primeros objetivos que menciona el proyecto está garantizar el acceso por varias vías, que implica el reconocimiento el autocultivo, y al mismo tiempo ponee mucha atención en el aspecto productivo
Consideramos que clave que el Estado promueva y regule la producción de cannabis para que existan tanto productos nacionales como la posibilidad de exportar cannabis medicinal al exterior. Nos parece que en este contexto de crisis económica el cannabis está demostrando ser una alternativa de desarrollo económico, de creación de puestos de trabajo. Es muy importante mirar lo que pasa en países como Uruguay, donde el cannabis está generando verdaderas oportunidades para el crecimiento nacional.
El proyecto propone la creación de un Instituto de Regulación del Cannabis, ¿cuales serían sus funciones?
Sería un organismo descentralizado dependiente del Ministerio de Producción de la Nación. Se ocuparía de llevar adelante un sistema único de licencias para autorizar desde el cultivo -tanto personal y colectivo como comercial- hasta la exportación de cannabis. También garantizaría la producción y provisión de semillas, creando un banco de semillas en coordinación con el Instituto Nacional de Semillas (INASE).
“Cualquier persona con una indicación médica tiene el derecho a acceder al cannabis por cualquiera de las vías que se preveen: autocultivo, cultivo solidario, clubes de cultivo y farmacias”
¿Quienes podrían inscribirse como personas usuarias?
En principio, cualquier persona con una indicación médica tiene el derecho a acceder al cannabis por cualquiera de las vías que se preveen: autocultivo, cultivo solidario, clubes de cultivo y farmacias. Por supuesto, revisamos detalladamente los aspectos penales, y no estar registrado no implicaría per se un delito penal, salvo que existan delitos que se prueben debidamente.
Respecto a las semillas, ¿cómo se regularía el acceso?
La idea es que intervenga el INASE pero no limitarnos a una importación de semillas, si no nutrir un banco nacional con de las genéticas que ya vienen trabajando muchas personas que cultivan en el país. Y al mismo tiempo eso no va a impedir que quien ya cultiva una variedad para mejorar su calidad de vida, lo siga haciendo. Esto es una ley que viene a regular lo que ya está pasando en todo el país.
“Las semillas podrían comprarse en tiendas de cultivo que tengan la autorización correspondiente. Ahí, los usuarios y usuarias podrían adquirirlas a precios razonables”
¿Entonces se podría comprar semillas?
Sí, en tiendas de cultivo que tengan la autorización correspondiente luego de inscribirse en el IRCA. Ahí, los usuarios y usuarias podrían adquirirlas a precios razonables.
Respecto al cultivo personal o colectivo, cómo se accedería a ese derecho
Quien cuente con indicación médica o con un diagnóstico para el cual los efectos de
cannabis resulte beneficioso, podrá recibir su licencia presentando una declaración jurada. Será un trámite gratuito y en cada caso, si se trata de un cultivo personal, solidario o un club de cultivo habrá que presentar cierta información específica, por ejemplo, el cultivador solidario o un club de cultivo tendrán que realizar certificaciones cuali-cuantitativas y toxicológicas de los preparados y/o derivados de acuerdo a lo que se reglamente.
¿Quienes podrán producir para comercialización?
Personas y también personas jurídicas tendrán que presentar un plan de producción, dónde se ubica el cultivo y una certificación de buenas prácticas de producción agrícola y manufactura. Estas licencias sí serán pagas.
¿Qué ocurriría con los productos comerciales?
En principio la idea es lograr que los trámites en el Anmat sean mucho más ágiles y, en paralelo, promover la industria nacional. Creemos que en Argentina tenemos todo lo necesario para elaborar productos locales de calidad. En caso de que un producto que sea necesario para un tratamiento no esté disponible en el mercado local, se brindarían permisos extraordinarios para la importación.
¿Cómo se accedería a los productos disponibles?
Podrían adquirirse en farmacias y tanto las obras sociales como las prepagas tendrán que cubrir los tratamientos en el caso de personas que usen este tipo de productos.
El proyecto hace bastante hincapié en los aspectos vinculados a la investigación científica, ¿cómo se impulsaría?
La investigación figura entre los principales objetivos. La propuesta es que en el marco del Irca el programa INCUBADORA CANNABIS para promover la investigación y el desarrollo científico tecnológico nacional sobre el cannabis, sus derivados y sus usos medicinales. Las Universidades Públicas Nacionales y los organismos de Ciencia y Técnica del Estado nacional o Provincial no tendrán que pedir autorización para tener sus propios cultivos y se regirán por sus propias normativas.
El proyecto es ambicioso, en ese sentido ¿cuán importante creen que es avanzar en una regulación integral del cannabis?
Cada vez hay más evidencias de que el cannabis es una alternativa para mejorar la calidad de vida, pero también para desarrollar economías. Es necesario proveer mejores marcos legales revisando la lógica penal. Hay miles de personas que usan y cultivan cannabis y cada vez más provincias quieren llevar adelante sus propios proyectos productivos, sea cultivando o a partir de sus laboratiorios. Son todas realidades que el Estado debe contemplar y acompañar con una buena regulación.