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Al volante: el alcohol es siete veces más peligroso que el cannabis y los analgésicos

A medida que la prohibición se retira, empieza a circular información. Son cada vez más los estudios enfocados en confirmar o poner en crisis las supuestas verdades que nos repitieron durante años. Una de ellas es que manejar habiendo consumido marihuana es tanto o más peligroso que hacerlo luego de beber alcohol.

Más de 240 millones de autos circulan por las calles de Estados Unidos. Se trata del parque automotor más grande del mundo. Allí la Administración Nacional de Tráfico y Seguridad Vial (NHTSA) es toda una institución y publica información confiable respecto a qué está pasando sobre el asfalto norteamericano.

Cuando en 2015 dio resultados reveladores. Era la segunda vez que se incluía el cannabis en la “Encuesta sobre alcohol y drogas usado por conductores”. El estudio se hizo sobre 9 mil personas en 300 puntos diferentes. Y muchos se sorprendieron ante la noticia: las personas que usan cannabis y están al volante no tienen más accidentes que las personas sobrias.

En líneas generales el estudio dejó demostrado que el consumo del alcohol al volante es un problema, incluso dentro de los límites legales: con el mínimo permitido de alcohol (0,5 gramos por litro en gran parte de América) el riesgo de tener un accidente es siete veces mayor que estando sobrio. En cuanto al cannabis, los datos mostraron que los riesgos no son más significativos que los que presenta el consumo de analgésicos.

Según explicaron Marilyn Huestis, investigadora del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas de ese país y Eduardo Romero, científico del Instituto Pacífico para la Investigación y la Evaluación, la diferencia del riesgo que corre una persona bajo los efectos del cannabis y del acohol se explica a partir del efecto que ambas sustancias ejercen sobre los reflejos. Mientras que con el alcohol se pierde la noción de la velocidad y, por eso, se maneja más rápido, los usuarios de cannabis perciben lo contrario: aumenta la sensación de velocidad y por ello se conduce más lento.

Por supuesto, esto no quiere decir que consumir cannabis y manejar no suponga riesgos. Nunca es recomendable estar al volante en un estado alterado de consciencia, aunque sea mínimo.

“No diría que la marihuana es segura para manejar”, aseguró Romero al ser consultado, “pero creo que está bien claro que bajar los niveles de alcohol permitido en sangre debería ser una prioridad, es una política que podría salvar muchas vidas”.

Las estadísticas de la NHTSA pueden leerse aquí:
https://www.nhtsa.gov/sites/nhtsa.dot.gov/files/812118-roadside_survey_2014.pdf