La regulación del cannabis reduce el consumo problemático en jóvenes y adolescentes. Es la conclusión del último reporte federal emitido en Estados Unidos y elaborado por el prestigioso Centro de Control de Enfermedades (CDC).
El estudio compiló los datos del período 2008-2017 y comparó las cifras de internaciones y tratamientos en casos de consumos problemáticos en jóvenes y adolescentes en ese país: de un promedio de 60 admisiones cada 10.000 individuos, cayeron a 31 en 2017.
El estudio mostró que los pedidos de tratamientos por usos problemáticos se redujeron. Pasaron de 60 cada 10.000 personas a 31, especialmente en los estados regulados
Producido por investigadores de la Universidad de Temple, el reporte elaboró una tasa estatal de admisión a tratamientos por consumos problemáticos al dividir la cifra anual de nuevos ingresos por la cantidad de habitantes de los distintos grupos de edades según los últimos censos de población.
Así lograron realizar un mapa que compara esta tasa superponiendo con la correspondiente regulación de acuerdo al estado. Lo que se ve es claro: los ocho estados con regulación del uso adulto son los que muestran un mayor descenso en las internaciones.
Al mismo tiempo, los estados cuya tasa era más alta en el período observado (precisamente los tres estados que forman la costa oeste, Washington, Oregon y California) son los que mostraron un descenso mayor.
“El mapa muestra un claro descenso tanto de la tasa de solicitudes de tratamiento como de la intensidad y magnitud de los casos para cada estado”, aclara el reporte. Las leyes de cannabis medicinal tampoco aumentan estos promedios.
Más legalidad, menos daños
El resultado del estudio es concordante con aquellos que señalan que las regulaciones del acceso al cannabis reducen el uso en adolescentes, demoliendo uno de los argumentos fundamentales del prohibicionismo para el que la legalización es sinónimo de aumento en el uso en todos los sectores etarios.
Lo contundente es que se trata de una tendencia mundial. Un ejemplo es Canadá donde según datos oficiales el uso adolescente de cannabis entre las edades de 15 y 17 años se redujo un 50%.
En ese país que también legalizó el cannabis, en 2018 el 20% de las personas en ese rango etario manifestó que usaba cannabis regularmente. En 2019, sólo el 10% declaró un uso periódico o esporádico de cannabis.
Respecto a Uruguay, un estudio comparativo mostró cómo el uso en adolescentes no se disparó y encontró una posible explicación en el tipo de modelo regulatorio: sin espíritu abiertamente comercial y con una fuerte presencia de auticultivo.