Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

México regula el cannabis: en qué avanza y qué posterga

Los ojos cannábicos miran a México. Horas atrás, el Senado aprobó por mayoría el dictamen que pone en marcha el debate para votar la regulación del cannabis en ese país.

El proyecto fue presentado por el oficialismo, luego de varias marchas y contramarchas. Y además, con la vigilancia atenta de la Corte Suprema de Justicia que dió a los legisladores una última prórroga para sancionar una nueva ley: el 20 de diciembre.

Permisos y límites

Según el dictamen aprobado la Ley General para la Regulación del Cannabis crea el Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis (IMRCCa). El organismo otorgará las licencias para el cultivo, producción, distribución y venta de cannabis, y estará al frente de las campañas educativas y de prevención.

De aprobarse, las personas podrían tener hasta ocho plantas de cannabis que deberán mantenerse en el hogar del usuario o usuaria. Respecto a la tenencia, se podrán llevar hasta 27 gramos. Hasta los 200 gramos se estipulan multas y por sobre ese límite se mantendrán las sanciones penales.

Las personas podrían tener hasta ocho plantas de cannabis que deberán mantenerse en el hogar del usuario o usuaria. Respecto a la tenencia, se podrán llevar hasta 27 gramos

Al mismo tiempo habilita el cultivo en asociaciones cannábicas con un máximo de 20 miembros. En este caso el número de plantas por persona será menor: 4 por persona.

Los adultos podrán comprar cannabis en tiendas habilitadas que no podrán vender más de 28 gramos por día a la misma persona.

En cuanto al aspecto comercial también se regulará tanto la exportación como la importación de cannabis.

Durante los primeros 5 años, el IMRCCa deberá entregar al menos un 40% de las licencias de producción con fines comerciales a pueblos y comunidades indígenas.

La mirada crítica

Sin embargo, el activismo cannábico mexicano sostiene que la ley fue hecha a medida de un sistema comercial al que no se limita, mientras las restricciones se siguen aplicando para quienes cultivan.

Para entender hasta dónde México celebra, hablamos con el politólogo Jorge Hernández Tinajero, socio fundador de AMECA (Asociación Mexicana de Estudios del Cannabis, A.C) y asesor en más de 10 iniciativas regulatorias.

¿Cómo fue el proceso que los condujo hasta esta instancia?
Hace más de dos años se consolidó la jurisprudencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación que fue digamos producto de una serie de litigios estratégicos pidiendo amparos. Es decir, personas o grupos de personas pidieron amparos para poder cultivar alegando que era su decisión como adultos consumir cannabis no importando el fin, es decir por libre desarrollo de la personalidad pero que no estaban dispuestos a recurrir al mercado ilícito entonces lo que piden es poder cultivar para ellos. Este proceso duró varios años pero al final se consiguieron cinco sentencias de la Suprema Corte.

¿Por qué debía llegarse a ese número de cinco?
El permiso de cultivar de cada fallo es un permiso individual, pero al volverse cinco sentencias consecutivas se convierte en un derecho que todo juez debe reconocer sin que medie un amparo judicial previo, cuando alguien cultive sus propias plantas y no tenga fines de comercio. Así la Suprema le dijo al Poder legislativo: tienes que cambiar esos artículos para garantizar los derechos que yo estoy reconociendo. Eso fue hace dos años.

¿Y qué fallaron?
Dijeron que la Ley General de Salud, que es la que en teoría controla cannabis, era inconstitucional. Y reconocen derechos que se refieren al uso adulto sin ningún propósito específico. Es interesante porque no necesariamente menciona que el cultivo tiene que ser personal si no que puede ser asociado y le dice a la Secretaría de salud dales el permiso para que cultiven.

¿Ya no hay más prórrogas, entonces?, ¿tiene que haber sí o sí una nueva ley en ese sentido?
El límite es el 20 de diciembre. Entonces el Legislativo tiene que sacar algún tipo de modificación que de algún modo cumpla con la sentencias de la Corte. Ahora los legisladores han ido más allá en su típica verborrea diciendo: “no, yo no quiero quedarme solo en lo de la Corte sino ya quiero regular todo el mercado”. Porque la Corte habla de cultivo sin fines de comercio, no habla de regular el mercado, no habla de descriminalizar la posesión ni siquiera, es decir no se mete en esa materia, sino simplemente dice “adultos que no afecten a terceros pueden cultivar sus propias plantas siempre y cuando estas no salga de su espacio privado y no tengan fines de comercio”.

“Nos abrimos al libre mercado, pero dicen que tú vas a poder cultivar bajo registro sólo 8 plantas y si hay niños en la casa no vas a poder hacerlo”, observa el especialista Jorge Hernández Tinajero

¿Por qué sería un problema ampliar la ley?
El dictamen es fantasioso, es impracticable, plantea una burocracia que se tiene que crear para luego crear un reglamento que permita ejercer los derechos. Y lo más grave de todo es que le da una amplia preferencia al gran capital, no tiene canales digamos de inclusión claros para comunidades cultivadores tradicionales, que es uno de nuestros reclamos y yo creo que lo más grave aun es que en realidad están intentando limitar los derechos de la Corte dentro de la propuesta.

¿Cómo limitan esos derechos?
Es decir nos abrimos al libre mercado, pero dicen que tú vas a poder cultivar bajo registro sólo 8 plantas y si hay niños en la casa no vas a poder hacerlo. En resumen, lo que están haciendo es darle la vuelta y faltando en esencia a lo que el espíritu de la sentencia de la Suprema Corte los mandata, que básicamente garantizaba el derecho a la privacidad.

Jorge-Hernandez-Tinajero-600×600 – Chacruna Latinoamérica
El politólogo y activista cannábico Jorge Hernández Tinajero critica los límites a las libertades individuales que mantiene el proyecto de ley mexicano.

¿Pasa lo mismo con las asociaciones cannábicas?
También las limitan: 20 socios, 4 plantas por cada socio al año, ¡al año! Lo que están haciendo es abrir la puerta al capital pero limitando el derecho del usuario. Le están dando todo a la industria y a la oferta, pero del lado uso y consumo están limitando derechos y están limitando el ejercicio de la autonomía. Es una propuesta muy tramposa. Ahora que abre la puerta, pues sí, claro que la abre.

Entonces es un paso relativamente importante, ¿no?
Por supuesto, ahora vamos a tener que litigar en un futuro varias cosas. Por ejemplo, lo de las asociaciones en el límite de plantas y socios. Es algo contrario al derecho de asociación que tenemos bajo asociaciones civiles en donde no existen estos supuestos. ¿Por qué mi asociación puede tener sólo cuarenta miembros cuando un club de backgammon puede tener doscientos y no tiene que tener diez tableros nada más? Además de que todos los lineamientos y la reglamentación no dicen nada del cannabis medicinal. Es un paso, pero están echando el balón hacia adelante. Hay que estar atentos con eso.

“¿Por qué mi asociación cannábica puede tener sólo cuarenta miembros cuando un club de backgammon puede tener doscientos y no tiene que tener diez tableros nada más?”, se pregunta Hernández Tinajero

En términos de proceso legislativo, ¿cuales son los pasos siguientes?
Ahora pasa a la cámara de diputados donde tendrá que debatirse. Si hay modificaciones, regresa al Senado. Si no las hay pasa al Poder Ejecutivo para transformarla en ley.

¿Qué intuís que se va a terminar aprobando?
Yo creo que van a aprobar una ley que va a ser disfuncional en la práctica. Por ejemplo, el límite de plantas es bajo. Además se sigue metiendo en la criminalización de la tenencia. Es decir, creo que va a haber mucho que discutir en el futuro. Es una ley, que pone muchas restricciones a los usuarios y da amplias facultades para el capital.

¿El cupo de licencias a indígenas y campesinos no sería un límite?
No de fondo, están planteando un sistema de licencias para producción y venta en la cual claramente las barreras de entrada como sucede en Canadá van a ser muy altas para pequeños productores en general. Y además nadie sabe como será realmente el esquema de licencias que todavía no está determinado dado que no existe la comisión que debe de crearse para acceder a los permisos.


? Sensi Seeds