La inflamación es una reacción compleja del tejido conjuntivo, que es aquel tejido que funciona de soporte de otras estructuras y tejidos.
Lo que caracteriza al proceso que conocemos como inflamación es que se pone en marcha una reacción de los vasos sanguíneos que hace que estos aumentan su permeabilidad, permitiendo el pasaje de líquido y glóbulos blancos a los tejidos extravasculares. El cannabis medicinal es una alternativa para el tratamiento de la inflamación.
El objetivo de la inflamación es destruir, atenuar o mantener localizado un agente patógeno (sea tóxico, traumático, infeccioso, autoinmune, etc). Este proceso, si bien es una defensa, lesiona tejidos.
El objetivo de la inflamación es destruir, atenuar o mantener localizado un agente patógeno (sea tóxico, traumático, infeccioso, autoinmune, etc). Este proceso, si bien es una defensa, lesiona tejidos.
Tratamiento tradicional
Según el caso, existen diversos procedimientos antiinflamatorios, como hacer reposo, inmovilizar el área inflamada, elevarla en caso de que sea una extremidad o colocar una compresa fría.
Varias hierbas poseen propiedades antiinflamatorias, entre ellas destacan la cúrcuma, el romero, la cola de caballo y la raíz de jengibre; todas pueden consumirse en infusión y son una buena alternativa a los antiinflamatorios de venta libre, que tienden a lesionar el estómago llegando incluso a producir úlceras.
Para casos graves se utilizan corticoides o antiinflamatorios de venta solo bajo prescripción médica.
Tratamiento con Cannabis
El sistema endocannabinoide se comporta como un elemento regulador del equilibrio interno de nuestro organismo. Ante la lesión de un tejido, el receptor CB2 aumenta su expresión; es decir, es un mecanismo que se activa para contribuir a restituir la armonía perdida.
Es de destacar que el estímulo del CB2 se asocia con efectos antiinflamatorios. Sin embargo, los cannabinoides no solo logran este efecto a través de este receptor. Por ejemplo, el CBC posee importantes propiedades antiinflamatorias al estimular receptores TRP y el THC-A inhibe los mismos sistemas que los analgésicos comunes.
La experiencia de los usuarios de cannabis como estrategia para tratar la inflamación es de lo más variada. Se utilizan derivados del cannabis para afecciones inflamatorias crónicas y agudas en distintos formatos: crema, aceites, té, vía inhalada e, incluso, tinturas hechas con las raíces; en general, las experiencias son positivas.
Por ejemplo, el CBC posee importantes propiedades antiinflamatorias al estimular receptores TRP y el THC-A inhibe los mismos sistemas que los analgésicos comunes.
Existen numerosos estudios científicos en los que se destaca el efecto antiinflamatorio del CBD, sin embargo este no es el único cannabinoide útil para tratar la inflamación. Por eso la acción antiinflamatoria no puede reducirse a la acción de un solo cannabinoide.
Tanto el THC como el CBG, CBN, CBC, THC-A, THCV y terpenos como el mirceno, el limoneno y el pineno, entre otros componentes presentes en el cannabis, poseen actividades antiinflamatorias, por eso los preparados de planta
entera son los que resultan más efectivos.
CUIDADOS GENERALES
> Es importante recordar que el cannabis debe emplearse como fitoterapia complementaria y no como reemplazo del tratamiento. > Su uso debe supervisarse por un médico y un familiar. > Se aconseja llevar un registro de efectos inmediatos y a largo plazo. > El modo de administración influye en los efectos y su duración. > Deben ser especialmente precavidos los adultos mayores y quienes tienen antecedentes cardiovasculares, hepáticos, renales o psiquiátricos. > Las flores deben estar libres de hongos y agroquímicos. > Los extractos no deben contener alcohol ni contaminantes.
Podés leer más sobre Cannabis medicinal e inflamación en Revista THC 120.