@flyinryan_06
El enorme abanico de genéticas que existen hoy en día para cultivar, disfrutar y mejorar la calidad de vida nos permite encontrar la cepa a nuestra medida. Y además es casi una garantía: si una variedad es famosa, seguro lo merece.
En nada se parecen la zona del Hindu Kush, la punta occidental de un enorme macizo de montañas que incluye la cordillera de los Himalayas, en el centro de Asia, con las doradas playas de California en Estados Unidos. Pero de una precisa y sorprendente mezcla de un poco de ambas nació una de las variedades más famosas del mundo.
Nacida en los 90 de la cruza de una variedad Índica proveniente del Hindu Kush y una variedad del norte de California (algunas versiones hablan de una Chemdawg) OG Kush muy pronto ganó reputación por su poderoso y penetrante aroma: una mezcla de especias, zorrino y combustible tan peculiar como reconocible.
Con los años, “kush” se volvió un término para hablar de marihuana. El rap es testigo: Dr. Dre, Lil Wayne, Danny Brown, Freddie Gibbs o Wiz Khalifa han usado la palabra en alguna, o varias, de sus canciones.
Si el perfume no la dejó pasar desapercibida, el efecto fue la cereza del postre: las variedad Kush poseen un efecto relajante y corporal que no impide socializar y al mismo tiempo presentan un excelente potencial terapéutico, por lo que se volvieron populares también entre quienes usan cannabis con fines medicinales.
Con los años, “kush” se volvió un término para hablar de marihuana. El rap es testigo: Dr. Dre, Lil Wayne, Danny Brown, Freddie Gibbs o Wiz Khalifa han usado la palabra en alguna, o varias, de sus canciones.
Se trata de una planta ideal para el cultivo interior ya que están muy adaptadas a la iluminación artificial, al mismo tiempo que su cultivo es relativamente sencillo dado su parentesco con las Índicas: resistentes al cultivo invernal en exterior y con una floración veloz.
De hecho, algunas variedades pueden estar listas a los 45 días del cambio de fotoperiodo.