Como es cada vez más sabido, el cáñamo sirve para fabricar todo tipo de productos, desde prendas de vestir y elementos para la construcción hasta biocombustibles y alimentos. En concreto, los alimentos hechos a base de cáñamo poseen muchos beneficios y un gran aporte nutricional.
La semilla de cáñamo contiene un 25% de proteína de alta calidad y su aceite un 80% de ácidos grasos esenciales -más que cualquier otro aceite vegetal- que refuerzan el sistema inmunológico, entre ellos Omega 3, indicado para reducir el colesterol y los riesgos asociados con enfermedades cardiovasculares.
A su vez hay estudios que afirman que el cáñamo es más fácil de digerir que la soja y el lino, además de ser más compatible con el organismo humano desde el punto de vista nutricional. Uno de los alimentos que puede hacerse con cáñamo es leche.
Si bien en algunos países existen empresas que producen y comercializan leche de cáñamo, es muy sencillo hacerla en casa ya que sólo requiere de semillas y agua. Lo único que se debe hacer es poner una taza de semillas en remojo durante varias horas, molerlas y mezclarlas en una licuadora con un litro de agua. Se pueden añadir otros tipos de semilla o endulzar con lo que que se quiera.