El aceite de neem es una herramienta muy útil y eficiente para controlar y prevenir plagas, pero como cualquier alternativa no es mágica. ¿Es útil cuando tenemos una plaga ya instalada? En principio es importante saber que el neem no es un biocida de amplio espectro.
Ahora, por qué no podemos combatir una plaga desarrollada con neem: básicamente porque se debe a múltiples factores que no estamos teniendo en cuenta y que debemos corregir. Cuando una plaga ha dejado de ser un foco infeccioso para convertirse en una como tal, evidencia que existen desbalances más grandes que no han de ser resueltos con la aplicación de insecticidas, por fuertes que sean.
Control ambiental
Muchas veces es un problema de orden ambiental. En general nos encontramos en esta situación cuando trabajamos con humedades o temperaturas extremas, donde la planta crece pero no de forma vital. Otras veces puede tratarse de un problema nutricional, como por ejemplo un exceso sostenido de nitrógeno.
Es clave comprender que si no tomamos medidas para resolver los problemas que permiten que las plagas proliferen, ningún tratamientos insecticida será efectivo
La clave está en comprender que si no podemos tomar medidas que intenten resolver los problemas que permiten que las plagas proliferen, no tiene mucho sentido aplicar tratamientos insecticidas más allá que para detener el daño que se está generando sobre la planta. Sin embargo, si somos conscientes de esto, podemos hacer uso del neem como una herramienta preventiva que nos permite deshacernos de focos infecciosos rápidamente; siendo esta nuestra mejor acción preventiva
Cómo funciona el aceite de neem
En su composición hay gran cantidad de sustancias activas, pero la más importante es la azadiractina (hay varias formas moleculares distintas, pero en esencia son similares) que es muy similar a la ecdisona, una hormona que producen los insectos que controla la metamorfosis, es decir la transformación de larvas a estadios más maduros. Una vez en su sistema se une a los receptores pero no desencadena los procesos que sí haria el compuesto original.
Hay terpenos que también intervienen, como el melantriol, nimbina, etc, aunque funcionan de manera sinérgica con la azadiractina. Así, evitan el desarrollo de los huevos larvados, destruyendo su apareamiento y comunicación sexual, e inhibiendo su capacidad para alimentarse.
De esto se desprende que actúa sobre aquellos insectos que se alimenten de la planta, y no así por contacto, por lo que para algunas plagas no será tan efectivo. Por ejemplo, la mosca blanca en su estadio adulto
Cómo se usa el aceite de neem
Además del uso tradicional rociado sobre el follaje, también podemos usarlo en riego para aprovechar su acción nematicida al ser absorbido por las plantas de forma radicular utilizando de 1 a 3 ml por litro de agua.