Ya sea para favorecer la actividad física, mantenerse despierto o en contextos recreativos, las bebidas energizantes han lograron captar un gran número de adeptos. Pero su alta graduación de cafeína puede representar un riesgo para quienes las consumen en exceso. Observaciones y consideraciones para un uso responsable.
Se conoce como bebidas energizantes a las bebidas o refrescos que contienen cafeína y otros ingredientes como la taurina en su composición. En general, esta definición se aplica puntualmente a las bebidas comercializadas como energizantes, pero puede aplicarse a cualquier bebida con cafeína entre sus ingredientes.
¿Qué sustancia contienen las bebidas energizantes?
Las bebidas energizantes contienen cafeína, un alcaloide de la familia de las xantinas como la teobromina, presente en el chocolate o la teofilina en el té, que también está presente en los frutos del Cafeto. Estos alcaloides generan un efecto energizante, a grandes rasgos, por dos mecanismos directos.
Por un lado reducen la sensación de fatiga al bloquear los receptores de la adenosina, un neurotransmisor. Así es como mejoran el estado de alerta y vigilia. Por otro, estimulan la producción de dopamina, un neurotransmisor que regula la sensación de placer y el circuito de recompensa, además de los ciclos de sueño.
Los efectos de la cafeína duran en promedio 4 a 6 horas y su pico plasmático, es decir la concentración más alta de una sustancia en el torrente sanguíneo, es de 1 hora posterior a la ingestión. Por esta razón se recomienda evitar el café, y también las bebidas energizantes, varias horas antes de acostarnos.
Por otro lado, algunas bebidas energizantes contienen taurina, un aminoacido. Contenida en pequeña proporción por muchos alimentos, esta sustancia puede considerarse como un “fertilizante” para la producción de energía. Sin embargo la efectividad de su uso es discutible.
Precauciones para el uso de bebidas energizantes
– Debido a su alto grado de cafeína, en exceso pueden causar problemas cardíacos si es que existen antecedentes o si hay predisposición a sufrir afecciones de este tipo.
– No se aconseja su uso a personas hipertensas. En caso de hacerlo se recomienda consumir dosis bajas.
– Se aconseja evitar estos productos antes de la actividad física.
– Quienes padecen gastritis o tienen acidez regularmente después de comer, tienen mayor probabilidad de desarrollar úlceras estomacales si consumen café o bebidas con cafeína.
Interacciones:
-El uso en conjunto de bebidas energizantes y de alcohol provoca que una sustancia tape el efecto de la otra. Si bien dependerá de las cantidades, mezclar estimulantes y depresores puede causar arritmias y problemas cardíacos más graves.
– Mezclar cafeína o bebidas que contienen cafeína con otras sustancias estimulantes produce un aumento aun mayor de la presión arterial y puede causar taquicardia.
– Si bien mucha gente combina café –o bebidas con cafeína– con aspirinas para potenciar el efecto energizante de la cafeína, dicha combinación no produce ningún efecto a nivel del Sistema Nervioso Central. Ambas sustancias son irritantes y su interacción favorece la irritación del colon y del esófago, pudiendo causar una gastritis, aunque ello dependerá de las dosis y de la sensibilidad del individuo.
Dosis diarias recomendadas de cafeína estimadas en personas de peso medio:
– Media: Entre 5 y 200 mg
– Alta: Entre los 200 y 400 mg. Puede provocar cuadros de insomnio, ansiedad, tensión y arritmias cardíacas.
– Muy alta: Más de 750 mg causa síntomas tóxicos (náuseas, vómitos, temblores y hasta convulsiones).
Ante cualquier duda, siempre consultá a un profesional de la salud.