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Incertidumbre de allanados en medio de la feria judicial

Evangelina y Silvio viven en Tunuyán, en la región del Valle de Uco de Mendoza, a 80 kilómetros al sur de la capital de la provincia. Hace unas semanas crearon la página de Facebook Cannabis Valletano para comunicarse con cultivadores y usuarios de la región.

“En el Valle de Uco no hay asociaciones así que pensamos en organizarnos para enseñar a cultivar y difundir los usos medicinales de la marihuana, aunque es difícil porque la gente tiene miedo”, cuenta Evangelina, cuyas plantas fueron secuestradas. Desde entonces, hace más de un mes, su situación refleja la de muchos cultivadores y usuarios que se enfrentaron a aperturas de causas a poco de iniciarse la feria judicial.

El 1° de diciembre de 2016, oficiales llegaron al mediodía a su casa, pero no encontraron a nadie.

Contactada por los vecinos, Evangelina se dirigió a la vivienda, luego de buscar a un abogado de confianza. La orden no estaba dirigida a nadie en particular pero solicitaba el decomiso de los “estupefacientes” encontrados y la “detención” de los moradores. “Se llevaron 20 gramos y 9 plantas, aunque anotaron que eran 12. Nosotros vamos a pasar los fines de semana allí y en la casa preparamos aceite de cannabis”, cuenta Evangelina, que por padecer fibromialgia es usuaria medicinal. “Teníamos frascos con cogollos macerando para hacer aceite, pero no se los llevaron, los rompieron y los tiraron al pasto”, detalla. Consciente de que esos frascos también podrían ser prueba en su contra Evangelina y Silvio sospechan: “Creemos que lo hicieron desaparecer para que no podamos demostrar que hacemos uso medicinal”.

Silvio es cultivador y usuario de cannabis desde hace casi una década. Hace unos años sufría de depresión y el episodio golpeó su vida cotidiana. “Me ha costado mucho levantar a Silvio emocionalmente. Al haber sufrido depresión, una cuestión así le impacta mucho más”, asegura Evangelina.

Mientras aguarda una citación por una causa que fue caratulada como “comercio de estupefacientes”, explica: “Hasta el día de hoy no tenemos noticias, no han llamado a nadie. Tenemos la intención de presentarnos porque no tenemos nada que esconder. Según parece, después de la feria judicial nos informarían que mi marido y mi suegra, que vive en la casa, están imputados”.