Durante la floración nuestras plantas pueden atravesar momentos que ponen en riesgo la cosecha. Por suerte, la cera de abejas es la aliada ideal para tratar lesiones en las plantas y evitar la aparición de hongos.
Las lesiones pueden producirse por prácticas que realicemos o por razones naturales. Así cuando realizamos defoliaciones, tutorados, y otras técnicas que contribuyen a mejorar la calidad de nuestra cosecha podemos lastimar la planta. También es habitual encontrarnos en situaciones donde la naturaleza es quien provoca un daño, luego de fuertes lluvias o vientos intensos es común encontrar ramas rotas.
Todas estos motivos que llevan a la pérdida de la continuidad de las barreras de defensa de la planta son un riesgo de entrada de enfermedades, principalmente hongos que pueden provocar la muerte de la planta entera. La cera de abejas ayudará a cerrar heridas y, por sus propiedades antifúngicas, evitará la aparición de hongos en esas zonas.
Cómo tratar lesiones en plantas con cera de abejas
Ya sea por cuestiones climática o por alguna técnica que estemos realizando, si detectamos que se ha generado una herida en nuestra planta debemos tomar medidas. Hacerlo con cera de abeja es muy simple: debemos derretirla y unir de ser posibles los trozos que se han separado para sellarla.
La cera de abejas ayuda a cerrar heridas en las plantas y, por sus propiedades antifúngicas, evita la aparición de hongos en esas zonas.
Cuánto más tiempo pasó desde que se produjo la lesión hasta que nosotros tomamos acción, mayor es la posibilidad de que el hongo pueda entrar a circular, sobre todo si pensamos en fusarium.
Cómo cuidar los tutores
Si optamos por usar tutores de caña o de madera, es importante que tengamos en cuenta que esto también puede contribuir al desarrollo de hongos. Por un lado, el rozamiento genera microlesiones en el tejido pudiendo facilitar la entrada del hongo al sistema, y por otro lado la madera es un sustrato para el desarrollo de los hongos.
Para evitar esto, se puede impregnar de cera de abejas nuestros materiales de tutorados, esto disminuye el rozamiento y evita en gran medida el ataque de hongos a la madera, por las sustancias antifúngicas provenientes de la colmena.
Para usarla, derretiremos parcialmente la cera y nos aseguraremos de que cubra al menos los lugares de contacto, sin olvidarnos que lo que vamos a enterrar también debe estar cubierto. Una vez seco, el tutor está listo para usar.