“Nuestra meta para fin de año es hacer 50 mil frasquitos de aceite. El primer objetivo es salir con el producto a Jujuy”. La persona que habla es Lucyana Abraham, la Directora de Laboratorio de Cannava, la empresa estatal de la provincia norteña que tendría para fin de año el primer lote de cannabis medicinal procesado industrialmente en el país.
Cannava es una sociedad del Estado jujeño y es el proyecto de producción de cannabis a gran escala de Argentina. Para llegar al deseado objetivo del aceite medicinal, los encargados técnicos y científicos trabajan hace tres años, tanto en el cultivo como en el laboratorio.
En el plano de la producción de cannabis medicinal a mediana y gran escala existen otros proyectos aprobados y en marcha.
Allí está el cultivo público-privado en Pergamino, el proyecto del Inta y la asociación cannábica Ciencia Sativa en Río Negro, los avances en provincias como La Rioja y San Juan, o la reciente aprobación de un cultivo comunal en la localidad bonaerense de General Lamadrid, pero el caso jujeño es por ahora el más avanzado.
CBD y más allá
Según cuentan las autoridades, en el cultivo trabajan con la genética Berry Blossom. “Dentro de la misma variedad, hay nueve composiciones genéticas diferentes y todas tienen mayor proporción de CBD”, dice Abraham, quien en el laboratorio ha hecho las mediciones de la molécula mediante un cromatógrafo, desde la flor en el momento que se cosecha, hasta la extracción.
“Tenemos una muy buena extracción con un 70% de pureza”, dice la farmaceútica. Ella espera maximizar la concentración de CBD con la incorporación de un nuevo equipo.
“Nos está por llegar otro cromatógrafo que es separativo. Vamos a superar el principio activo y creemos que vamos a llegar al 99% de pureza”, dice sobre lo que se trataría en lograr un CBD en estado prácticamente puro.
Además, Abraham cuenta que en la Berry Blossom también se encuentran presentes otros cannabinoides como el THC y el CBG. “Sabemos que los cannabinoides producen una sinergia cuando están juntos. No descartamos que en un futuro cercano podamos introducir THC o CBG dentro de las formulaciones”, anticipa.
Sin embargo, sabe que el proceso lleva su tiempo. “Nuestro primer objetivo es llegar al 99% de pureza”, dice sobre el CBD.
“En principio activo tenemos varios litros y lo que queremos, como meta para fin de año, es hacer 50 mil frascos”, adelanta Lucyana Abraham, Directora de Laboratorio.
“En principio activo tenemos varios litros y lo que queremos, como meta para fin de año, es hacer 50 mil frascos”, adelanta la Directora de Laboratorio.
“Va a depener mucho de llegar a la pureza, después formular y que los resultados sean los esperados. Hoy estamos en una etapa en que estamos conociendo como se comporta, si son estables o no en la formulación”, concluye.
Proceso agrícola
Por otro lado, antes de llegar al proceso de extracción y formulación del aceite, se debe cultivar la materia prima. En esta área, el encargado es Gastón Curzi, gerente de operaciones agrícolas de Cannava.
En primer lugar, Curzi cuenta que “la genética Berry Blossom viene del banco Growsmith, de Colorado, Estados Unidos. La particularidad es que hay partidas de 2005, 2009 y 2010, que vienen separadas. Tenemos una evaluación agronómica de todas las variedades, con pruebas de campo, para determinar su fecha de siembra y cual se adapta mejor”.
Curzi dice que en el futuro cercano probarán con nuevas genéticas que también tienen altos contenidos de CBD. “La semana que viene llegan a Buenos Aires”, asegura el agrónomo sobre la partida proveniente del banco Trilogene, también de Estados Unidos. Además, prevén crear genéticas nacionales.
“El proyecto de Programa de Mejoramiento Genético ya está escrito. Los primeros resultados los tendremos en los próximos dos años”, adelanta Gastón Curzi, gerente de operaciones agrícolas de Cannava.
“El objetivo de este año es sembrar 25 hectáreas, lo que generaría un total de 25 mil kilos de flor seca”.
En cuánto al cultivo, Cannava trabaja tanto en interior como en exterior. “En interior cosechamos dentro de diez días. Entre las 280 plantas, estimamos una producción de flor seca de 20 kilos”, dice Curzi.
Mientras que en exterior, “la semana pasada terminamos un ensayo de mil plantas, donde se espera un resultado de al menos de 300 kilos de flor seca”, detalla Curzi.
Curzi se refiere a un ensayo porque están realizando una prueba piloto de una nueva maquinaria para el momento de secado.
“Estamos probando unas deshidratadoras, en las que metes la flor húmeda que pasa por un túnel a cierta temperatura y tiempo, en el que en una hora sale seco y listo para el laboratorio”, cuenta el agrónomo. “Si esto sigue así, escalaríamos a un proceso mayor”, dice.
En Cannava pretenden elevar el proceso productivo para llevarlo a una gran escala. En este sentido, Curzi detalla que “el objetivo de este año es sembrar 25 hectáreas, lo que generaría un total de 25 mil kilos de flor seca”.