Estados Unidos continúa llevando adelante su propia legalización. Con diferencia de días, lugares completamente diferentes de la potencia del norte se sumaron a la regulación para todo fin: Nueva York y luego Virginia.
Que uno de los estados considerados más progresistas y uno de los más conservadores hayan dado un paso similar, muestra que en el país que impulsó la prohibición ya no hay dudas: es necesario que el cannabis pase a la legalidad.
Virginia es el primer estado del sur de los Estados Unidos en regular el mercado, la tenencia y el autocultivo de cannabis para uso adulto.
Si bien algunos estados del sur ya habían avanzado en las regulaciones del cannabis, como Texas o Luisiana, todos ellos solamente tienen habilitado los usos medicinales.
Virginia se convierte en el primer estado sureño en permitir a los mayores de 21 años poseer hasta una onza (28,3 gramos) y el autocultivo hasta un máximo de cuatro plantas por hogar
Pero el miércoles pasado, Virginia no solo se convirtió en el 16to distrito estadounidense en el que se permite el uso y portación de marihuana. Sino que también es el primer estado en avanzar hacia la legalización en el sur del país, un verdadero conservadurismo estadounidense.
Venta, tenencia y autocultivo
Desde ahora, los mayores de 21 años podrán poseer hasta una onza (28,3 gramos) de cannabis para su uso personal. Además, se permitirá el autocultivo hasta un máximo de cuatro plantas por hogar. Sin embargo, el consumo no estará permitido en los espacios públicos.
Además, se permitirá la producción y venta de cannabis. Sin embargo, la comercialización comenzaría en 2024, cuando se entregarían las primeras licencias. De hecho, la implementación de la nueva legislación podrá demorarse varios meses.
Resulta que los marcos regulatorios aún son provisionales y los legisladores de Virginia deberán aprobarlos nuevamente en en su sesión general del próximo año.
Se espera que la contienda política entorno al cannabis continúe en el estado, ya que el debate está polarizado entre los republicanos y demócratas, quienes están en contra y a favor de la medida, respectivamente.
De hecho, no hubo un solo republicano que aprobara el proyecto de ley.
Reparación social
La ley aprobada en Virginia tiene una perspectiva de equidad social que prestará especial atención a las comunidades afectadas por la política de la llamada guerra contra las drogas, especialmente afrodescendientes.
Según un estudio estatal realizado en 2019, se determinó que “los negros tienen 3,5 más probabilidades de ser arrestados por cargos de marihuana en comparación a los blancos”.
El gobernador demócrata Ralph Northman, quien insistió en que los legisladores debatan la legalización del cannabis, propuso en el proyecto de ley aprobado que los impuestos recaudados por la comercialización de marihuana se destinen a los sectores más perjudicados por la prohibición.
El 30% de los impuestos al cannabis iría hacia planes sociales para las comunidades afrodescendientes, el 40% a educación de primera infancia y el restante a programas de salud pública
En este sentido, el 30% iría hacia planes sociales destinados a las comunidades afrodescendientes, el 40% a educación de primera infancia y el restante a programas de salud pública y tratamiento por abuso de sustancias.
Incluso, en el otorgamiento de licencias productivas y comerciales se les dará prioridad a aquellas personas que fueron acusadas por delitos relacionados a la marihuana y a graduados de universidades históricamente afrodescendientes.
“Las leyes sobre marihuana fueron diseñadas explícitamente para perjudicar a las comunidades de color, y los virginianos negros tienen una probabilidad desproporcionada de ser detenidos, acusados y condenados”, sostuvo el dijo el gobernador Northman.
“Ahora Virginia tomó un paso importante para corregir esos males y restaurar la justicia a los perjudicados por décadas de sobrecriminalización”, aseguró quien está al frente del Estado.