Mariano Romero es cultivador y usuario medicinal inscripto en ReProCann. El jueves pasado vivió una experiencia que deja en claro la importancia de que las autoridades civiles se hagan responsables de capacitar a las fuerzas de seguridad sobre los nuevas normas.
El hecho ocurrió en la ciudad riojana de Chamical, cuando Mariano [foto] viajaba en moto con un amigo. En un control vehicular fueron requisados y la policía le encontró un porro y 12 semillas.
En ese momento, Mariano mostró su credencial del Reprocann. Sin embargo los policías ignoraban de qué se trata el registro que habilita el cultivo y transporte de cannabis para usuarios medicinales.
Soy la ley, no te creo
“Cuando mostré el carnet del ReProCann, primero no supieron qué hacer, pero el jefe de tóxicos me decía que esto era ilegal y me preguntaba cómo él sabía si ese programa era real o no”, le cuenta Mariano a THC.
“Le dije: está en la aplicación Mi Argentina, busquen y ahí verán. Otro policía me gritaba esto no es Uruguay”, detalla. “Solo uno me preguntó con interés sobre el programa, hasta me preguntó detalles como cuántas plantas se pueden cultivar”.
Mariano fue detenido en un control policial, mostró su credencial, pero la policía lo detuvo y al día siguiente, sin orden judicial, allanó su casa
Finalmente, Mariano y su amigo fueron detenidos y llevados a la comisaría de la zona. Y la situación empeoró. A la mañana siguiente, la policía allanó la casa de Mariano. Sin ningún tipo de orden judicial, secuestraron 3 plantines de 9 centímetros.
Mariano y su amigo estaban lejos de ser liberados. Mientras se producía el allanamiento, Mariano intentó una y otra vez que la policía entendiera que él estaba cubierto por la ley.
Mariano logró hablar con el comisario e insistió con su habilitación del ReProCann, le entregó las contraseñas de Mi Argentina para que el oficial observara con sus propios ojos el permiso otorgado por el Ministerio de Salud de la Nación.
El resultado fue un cambio de escenario: lo que iba a camino a ser una causa por tenencia de estupefacientes se convirtió en “disturbios en la vía pública”. Todo indica que la policía se resistió a simplemente reconocer el derecho de Mariano.
La burocracia policial al ataque
A pesar del cambio repentino de acusación con una dudosa o nula participación de funcionario de la justicia, Mariano estuvo detenido tres noches más y recién este lunes fue liberado tras pagar una multa de 8500 pesos. Lo mismo ocurrió con su amigo. En total, pasaron cinco días presos.
Finalmente la policía lo acusa de “disturbios en la vía pública”, le cobró una multa de 8500 pesos para liberarlo y, si quiere recuperar sus plantas y semillas debe viajar 150 kilómetros hasta la capital provincial
“Me dijeron que si no pagaba la multa me tenía que quedar al menos 30 días más. Podía perder hasta mi trabajo”, nos cuenta Mariano.
“Yo no tuve porque comerme esto, es horrible dormir en un calabozo, en un piso frío, por negligencia de la policía que no sabe de leyes. Pero si yo no decía nada sobre el Reprocann, hoy tenía una causa por infracción a la ley de drogas”, explica Mariano.
Luego de salir de la comisaría lo primero que hizo fue dirigirse a la Unidad Operativa de la Lucha contra el Narcotráfico. “Fui con las fotocopias de la declaración jurada, la orden médico y mi carnet para demostrar que no era ningún delincuente, y que quería mis plantas y semillas”, nos dice.
Pero le dijeron que volviera al día siguiente y que para recuperar sus cosas tenía que ir hasta La Rioja capital, a 150 kilómetros de distancia.