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Xinhua Wu

Cannabis prehistórico: los descubrimientos arqueológicos más sorprendentes

El crecimiento de la cultura cannabica en las últimas décadas, de la mano de la regulación en muchos lugares del mundo, la popularización del uso medicinal y las mejores tecnologías de cultivo, hizo parecer el cannabis como un fenómeno del siglo XX.

Pero mucho antes de prohibiciones y mercados internacionales, nuestra especie tuvo una relación casi inseparable con la planta de cannabis.

Fue un recurso de inestimable importancia en la evolución de la tecnología de nuestra especie y está en discusión si no fue esta larguísima relación la razón evolutiva detrás del sistema endocannabinoide que equilibra nuestros organismos..

Junto al ser humano, el cannabis conquistó territorios y se expandió desde su lugar de origen a todo el planeta. Es imposible separar la historia del cannabis: de cáñamo estaban hechas las velas, cuerdas y las juntas entre las tablas de los primeros barcos que sortearon los mares.

La prohibición se encargó prolijamente de borrar la marihuana de la historia, pero ni siquiera la marihuana medicinal es algo moderno: ya se recomendaba en textos chinos que tienen 3.500 años

En Rusia se encontraron los rastros de cannabis más antiguos, que consisten en trazas de polen. En este caso se encontró polen en hielo datado con una antigüedad de 150.000 años. En épocas “más recientes” rastros de polen se hallaron en Italia (10.000 años), Suecia (8.700 años) y Egipto (3.200 años).

Cuencos usados para quemar marihuana encontrados en China, con una antigüedad de 2.500 años. (Chengdu Institute of Cultural Relics and Archaeology)


Pero identificar polen de una planta junto a hallazgos arqueológicos humanos no necesariamente implica que haya existido una relación directa de aquellos individuos con la planta, también puede deberse a una contaminación ambiental.

La relación directa con la planta se vuelve innegable cuando se encuentran restos de su presencia en artefactos o instrumentos elaborados por tecnología humana.

La cerámica es un perfecto ejemplo: existen muestras de la zona de República Checa que fueron datadas con una antigüedad de 25 mil años y contienen rastros de cannabis. En Asia, más precisamente China y Taiwán, existen vasijas con marcas datadas hace 12 mil años.

Ancestros cultivadores

La mayoría de los géneros vegetales que cultivamos y utilizamos hoy en día, como el trigo, el arroz o los tomates, atravesaron un proceso de domesticación, es decir la selección intencional de aquellos caracteres que mejor se adaptan a nuestras necesidades.

El cannabis es junto con el trigo uno de los cultivos más antiguos: el ser humano explotaba, es decir recolectaba el recurso que crecía salvaje, hace unos 11 mil años. Mil años más tarde, existen los primeros rastros de cultivo y domesticación.

Los seres humanos supieron distinguir entre machos y hembras de marihuana 3 mil años antes de cazar caballos para alimentarse y 5 mil años antes de aprender que ese mismo animal podía montarse

Para tener una idea de lo antigua de esta relación, el ser humano supo distinguir entre machos y hembras de marihuana 3 mil años antes de cazar caballos para alimentarse y 5 mil años antes de aprender que ese mismo animal podía montarse para desplazarse más rápidamente.

Semillas milenarias

En la zona que hoy es los Países Bajos se encontraron semillas con una antigüedad de 7 mil años. Curiosamente, la industria naviera holandesa, miles de años después, alimentó su grandeza con el cáñamo.

En Japón se encontraron semillas fechadas con una antigüedad de 10 mil años, quizás las primeras genéticas en ser cultivadas deliberadamente.

Bong de oro de las clases altas del pueblo Escita. (Andrei Belinski)

Cannabis sagrado

Las nuevas tecnologías y la mayor apertura académica y científica para investigar sobre cannabis permitieron recolectar aún más información sobre la relación del humano con la marihuana.

Por ejemplo, se encontraron rastros de su uso ritual en un templo de Israel de la localidad de Tel Arad. En un altar erigido en el siglo VII antes de Cristo, los investigadores hallaron dos columnas de piedra caliza utilizadas para quemar resinas e inciensos.

En una de ellas, además de excremento de ganado, los científicos encontraron rastros de cannabinoides psicoactivos, en una proporción que les permitió afirmar sin dudas el uso ritual que poseía el cannabis en esta locación.

Las columnas en la entrada de este altar en Israel eran usadas para quemar cannabis con fines rituales. (Museo de Israel)

Un uso similar se registró en un cementerio ubicado en la cordillera de Pamir, entre China y Tayikistán, en una época similar, 500 años AC.

En una tumba los investigadores hallaron cuencos de madera quemados, con piedras manchadas de hollín en su interior. Pruebas químicas revelaron que los cuencos habían sido utilizados para quemar variedades de marihuana psicoactiva.

El bong más antiguo del mundo

En el año 2013 se encontraron dos bongs de oro macizo entre tesoros pertenecientes a la realeza del pueblo Escita, nómades de ascendencia iraní que emigraron desde Asia Central y del cual existían otras evidencias de uso de cannabis. Los bongs de oro, enterrados junto a joyas y vajilla, fueron descubiertos en un túmulo funerario en el suroeste de Rusia.

Este mes, investigadores chinos descubrieron el mayor hallazgo de semillas en un cementerio antiguo: 120.000 semillas encontradas en una tumba en Chengdu, al sur de China, con una datación aproximada de 2200 años. Los investigadores afirmaron que el contexto del cementerio y la tumba donde fueron halladas permite la hipótesis de que se trata del primer hallazgo arqueológico de marihuana usada con fines terapéuticos.