En los últimos años, el cannabis ha logrado, al menos, asomar sus pistilos por fuera del manto de la clandestinidad.
Socialmente, la planta es cada vez más aceptada y el uso de las flores ya atraviesa a todas las generaciones.
Pero en aquellos países donde avanzaron diferentes tipos de regulaciones, la forma de uso de los cogollos se volvió sofisticada y con una amplia gama de opciones para todos los gustos.
Una de las últimas novedades es el cáñamo para ahumar. Si bien puede fumarse enrolado entre papeles o en un bong, este producto que comercializa la compañía estadounidense Lovepot apunta a un uso soft del cannabis.
Se tratan de ramos de flores tradicionales, pero que también incluyen varias ramas –frescas o secas- de genéticas de cannabis que no superan el 0,3 % de THC con un mayor contenido de CBD.
Por eso, en el mercado estadounidense se inscribe dentro de la categoría cáñamo o hemp, por la definición internacional de esta variedad.
Esta florería cannábica vende los ramos junto a otras hierbas para que toda la materia vegetal junta sea ahumada, con lavanda, mirra y hasta rosas, entre otras.
Las diferentes características de las especies puedan crear un espacio de relajación y armonía, “sin estar demasiado colocado”, difunde su sitio oficial.
Aunque los cogollos pueden usarse de forma tradicional, Lovepot recomienda depositar el ramo en un recipiente hondo para ahumarlo y “apreciar los efectos mágicamente relajantes”.
Además, también pueden ser utilizadas para disfrutarlo en un té o para un baño de hierbas de aromaterapia.
Si bien hay ramos estandarizados, cada persona puede comunicarse con Lovepot para elegir una opción que sea especial para la persona que se la regale.
De hecho, esta compañía hace promociones especiales para el Día de San Valentín o el Día de la Madre.
Según cuentan desde la compañía asentada en California, varios clientes también eligen los ramos de hierbas con cannabis para usarlos como adorno o centro de mesa en el hogar y, luego, las ahúman en el momento que lo deseen.
En cuanto al precio, cada opción varía según la genética que se elija y el tamaño del ramo. Mientras que las flores secas tienen un costo mínimo de US$ 85, en el caso de hierbas frescas la oferta más barata no baja de los US$ 125 y puede llegar hasta los US$ 400 si se elige el florero más grande.