En la historia de América del Sur, el gaucho es sinónimo de tradición pero también resistencia y adaptabilidad: de origen nativo o llegados de otras tierras prosperaron en un clima agreste con los recursos disponibles.
Algunas plantas de cannabis tienen estas mismas virtudes y son muchos los criadores que apuntan a desarrollar genéticas que puedan tolerar condiciones hostiles.
Es lo que hicieron los criadores de BSF cuando crearon El Gaucho, una variedad hija de dos genéticas originarias muy interesantes.
Por un lado la variedad Sierra Madre, originaria del Triángulo Dorado entre Sinaloa, Chihuahua y Dorado, en las montañas de la Sierra Madre Occidental. Por otro, la variedad Blue Mountain desarrollada en Canadá.
El resultado es El Gaucho, una opción ideal para cultivadores novatos y experimentados, ya que requiere pocos cuidados y se desarrolla perfectamente en este hemisferio, con la garantía de una cosecha sobresaliente.
Se trata de una planta con una gran resistencia a plagas y hongos, que además puede cultivarse tanto en interior como en exterior obteniendo abundantes cosechas.
Si bien en exterior puede alcanzar un gran tamaño, es completamente manejable en interior y su estructura permite tanto la extracción periódica de esquejes como el uso de técnicas de Scrog, SOG y podas.
En exterior, la cosecha puede variar entre 300 y 800 gramos por planta, mientras que en interior alcanza los 500 a 600 gramos por metro cuadrado.
Su mayor ventaja es la velocidad de floración: en solo seis semanas pueden obtenerse excelentes flores.
Con cogollos de excelente tamaño cubiertos de resina y un sabor dulce y frutal, su aroma es persistente y muy agradable.
Su contenido de THC puede alcanzar el 22% y posee un efecto intenso y relajante, perfecto para disfrutar días tranquilos en casa.