Con el reciente crecimiento del mercado internacional del cáñamo, se comenzaron a investigar distintas aplicaciones, entre ellas el uso como forraje para ganado.
Históricamente la planta de cáñamo fue considerada una cosecha multipropósito, con la ventaja de obtener distintas materias primas en una sola planta que además produce grandes cosechas sin demasiados requerimientos de suelo o agua.
De acuerdo a un reciente estudio realizado por el Departamento de Industrias Primarias y Desarrollo Regional de Australia (DPIRD), sostiene que el cáñamo podría ser una excelente opción para alimentar ovejas.
En una etapa inicial, el estudio midió los resultados de alimentar a quince ovejas de la raza Merino con pellets de cáñamo realizados con planta entera seca durante 56 días.
De acuerdo a los investigadores, los pellets mostraron una excelente digestibilidad y provisión de energía y un cambio en la composición de la fauna gastrointestinal de las ovejas.
De acuerdo a los investigadores, los pellets de cáñamo mostraron una excelente digestibilidad y provisión de energía y un cambio en la composición de la fauna gastrointestinal de las ovejas.
Una segunda etapa del estudio se enfocará en los contenidos nutricionales del forraje elaborado con cáñamo, para evaluar nuevas formas de producción que aseguren la ausencia de cannabinoides psicoactivos pero también para contar con mayor información sobre el impacto en la productividad de la ganadería ovina en regiones con un mínimo de 600 mm de precipitaciones anuales, es decir casi áridas o con necesidad de irrigación artificial.
Mejores resultados
Las propiedades nutricionales del cáñamo para alimentar animales de producción han sido evaluadas no sólo en ovejas sino también en vacas y gallinas.
En el año 2010 en Suiza se realizó un estudio dirigido por el Departamento de Investigación Agropecuaria donde se alimentó a 40 vacas de la raza Rojo Sueco con torta de semilla prensada para evaluar la influencia de la dieta con cáñamo en la producción de leche.
El estudio diseñado en Australia tiene también como centro un problema legal: la ley de ese país considera la presencia de THC en los productos animales como una contaminación y la prohíbe totalmente
Los resultados fueron positivos: a lo largo de cinco meses de suplementar la dieta con pellets de semilla, la producción de leche aumentó ligeramente pero fue notable la mejora en el contenido nutricional de la misma.
Existen en el mundo unas 25 mil millones de gallinas, algo más de 3 gallinas por cada ser humano que vive sobre el planeta. Su forma de crianza y lo que eso implicar para animales y humanos está entre las principales advertencias del movimiento ambientalista y del proteccionismo.
Las gallinas, de hecho, son los animales más criado y consumido en todo el mundo. Por supuesto, se han evaluado los efectos de alimentarlas con cáñamo.
La universidad de Manitoba realizó un estudio en 2015 con gallinas de la raza Broiler, seleccionadas para la producción de carne.
Suplementadas con diferentes dietas, con un mínimo de 4% a un máximo de 8% de aceite de cáñamo incorporada a la dieta, las gallinas del grupo que recibió cáñamo no afectó positiva o negativamente la producción de carne.
Lo que sí se observó es que mejoró el contenido de ácidos Omega 3 en la yema de los huevos producidos durante la incorporación de cáñamo a la dieta.
Límites legales
El estudio diseñado en Australia tiene también como centro un problema legal: conseguir las evidencias para que el cáñamo sea permitido como forraje.
La ley australiana considera la presencia de THC en los productos animales como una contaminación y la prohíbe totalmente. Por eso, los investigadores estudian la posible transferencia de THC y otros cannabinoides a los productos como carne o lácteos.
Según los resultados se pudo medir la presencia aparente de THC en todos los tejidos animales observados. Si bien el contenido es extremadamente bajo, el debate legal no está saldado.