Las plantas autoflorecientes en exterior en primavera son una excelente opción para ganar una cosecha extra. No son la única opción, pero sí la más simple y efectiva. En ese sentido, sembrando plantas autoflorecientes entre mediados de septiembre y diciembre, las tendremos listas entre fin de año y febrero, mucho antes de que comience la temporada de cosecha de las fotoperiódicas.
Tips de cultivo de plantas autoflorecientes en primavera
Como en todo tipo de cultivo, hay diferentes niveles de complejidad que dependen en última instancia de la experiencia del cultivador. Aquí nos limitaremos a aconsejar a aquellos que están haciendo sus primeras experiencias.
Trasplantes
No se recomienda hacerlos porque las plantas después de estos tardan un poco en recuperarse y pierden tiempo de crecimiento. Hay que colocarlas en sus macetas definitivas, que dependiendo de la cantidad de horas de sol que reciban, deben ser de 15 litros o más para poder sacarles todo su potencial.
Raíces
El sistema radicular de las autoflorecientes se desarrolla a mucha velocidad y un desarrollo profuso abajo de la tierra marca uno similar en el follaje. Para aprovechar esto se recomienda usar un sustrato esponjoso y con buena retención de agua, con bastante turba, perlita y vermiculita. La adición de micorrizas ayudará a que las raíces conquisten el suelo más rápido.
Fertilización
Su requerimiento de nutrientes es alto, por lo que es importante sembrarlas en un sustrato bien nutrido y fertilizar. Al comienzo de la floración es útil mantener la fertilización de vegetativo debido a que en ese momento aún hay un gran desarrollo de follaje.
Requerimiento lumínico
También es alto, por eso es ideal para esta época del año en el que estarán expuestas a la mayor cantidad de horas de sol posible. Colocar las plantas en el lugar donde reciban mayor cantidad posible de sol directo.
Podas
En plantas autoflorecientes no se recomienda realizar una poda apical, ya que retrasaría sensiblemente su crecimiento. Pero si la planta supera el metro de altura antes de comenzar la floración, si se recomienda podar dos o tres pares de hojas de la parte baja de la planta.
Con esto vamos a lograr concentrar todo el vigor de la planta en las ramas de arriba para generar la formación de cogollos grandes y más homogéneos.