Las raíces de la planta de cannabis son el medio físico por el que se sostiene en el suelo, pero también un órgano que funciona como sistema de absorción y excreción que les permite nutrirse con agua y nutrientes.
Como cultivadores, a menudo solo utilizamos las raíces como una herramienta para diagnosticar un problema en la parte aérea de la planta. Algo parecido sucede en la ciencia, donde la gran mayoría de las investigaciones se centra en los cannabinoides producidos en gran parte en las flores. La industria tampoco escapa a este modelo, enfocada únicamente en las fibras del tallo y las propiedades de las semillas.
Para hacerle justicia a este mundo subterráneo, cinco datos que quizás no sabías sobre las raíces de cannabis.
- Las raíces de Cannabis, en condiciones ideales, pueden alcanzar una profundidad de 2 metros, sin embargo la mayor cantidad se produce en los primeros 50 centímetros del suelo. Por esta razón tienen poco impacto en los ecosistemas naturales y ayudan a contribuir a la aireación y población de microorganismos benéficos en el estrato superior del suelo.
- Las primeras menciones al uso medicinal de las raíces provienen de la medicina tradicional china, tienen unos 5.000 años de antigüedad y se utilizaban para detener hemorragias y como diurético. Plinio el viejo, en el primer siglo después de Cristo, recomendaba el uso de una decocción de raíces de cannabis para el tratamiento de la rigidez articular.
- Aunque se las cree inertes en principios activos, las raíces contienen terpenos como Carvona y Dihidrocarvona. Estas sustancias mostraron efectos analgésicos en varios estudios en vivo. Además contienen triterpenos, esteroles, alcaloides y otros compuestos, aunque no producen cannabinoides en cantidades significativas.
- Una vez limpias, preferiblemente cepilladas con un cepillo suave, las raíces pueden utilizarse en té o para la preparación de cremas y tinturas de uso tópico. Para remover más fácilmente el exceso de tierra, pueden dejarse en remojo con agua fresca por uno o dos días.
- Las plantas de Cannabis pueden absorber y contener en sus células metales pesados como el hierro, cadmio y cromo a través de sus raíces. Esto las vuelve una opción ideal para la fitorremediación o mejoramiento de un suelo mediante plantas.