Hasta el momento todo indica que el tratamiento del proyecto de ley para regular la industria del cannabis medicinal y el cáñamo en Argentina, se pospondrá para 2022. Sin embargo, cada vez más proyectos se preparan para lo que sería una ley inminente.
La última novedad sucedió en la provincia de Santa Cruz, donde funcionará un cultivo de investigación entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la compañía Cáñamo Sur, sentando las bases de una empresa que podría producir y comercializar cannabis con fines medicinales.
De esta manera, Santa Cruz se convirtió en la octava provincia del país que cerró un acuerdo de este tipo, luego de la aprobación del Ministerio de Salud nacional la semana pasada.
La plantación será realizada en la Estación Experimental que tiene el INTA en esta provincia patagónica, en conjunto con Cáñamo Sur que realizará una inversión inicial de $ 15 millones, en un convenio que durará por cinco años.
“En esta instancia buscamos nuevas prácticas de manejo y cultivo. Más adelante, para los ensayos clínicos, esperamos poder lograr un trabajo en conjunto”, adelantó Gabriel Tournour, responsable de Cáñamo Sur, en relación a las organizaciones locales que tienen la experiencia del cultivo y acompañamiento de los usuarios y usuarias.
Según cuentan los promotores de esta iniciativa, la intención es poner a punto la investigación del cannabis para fines medicinales. Se trata de un fenómeno que ya cuenta experiencias similares como en Río Negro, donde el INTA y la organización civil Ciencia Sativa iniciaron un proyecto que propone una investigación científica y agronómica de la planta.
“Estamos empezando con nuestros técnicos y profesionales a desarrollar un sistema indoor con control de temperatura, luminosidad y nutrientes. Un método hidropónico que es algo que nos caracterizaa para potenciar nuestras capacidades y darles una mano a emprendimientos económicos locales”, aseguró Fabio Moscovich, Director del INTA en Santa Cruz, sobre el cultivo que se desarrollará dentro de cinco contenedores náuticos.
Moscovich sabe que la demanda de los productos del cannabis para usos medicinales está en constante aumento, a pesar de las dificultades legales y logísticas que existen para el acceso.
Por eso, la Patagonia, que es una de las regiones referentes en conformar redes de pacientes, médicos y cultivadores, no quiere quedarse fuera de la nueva industria.
“Hay una demanda importante en la comunidad. En Santa Cruz tenemos familias con patologías que requieren este insumo médico. Creemos que será una fuente interesante de recursos que se va a generar en la provincia”, dijo el Director del INTA de Santa Cruz.
“Hay una demanda importante en la comunidad. En Santa Cruz tenemos familias con patologías que requieren este insumo médico. Creemos que será una fuente interesante de recursos que se va a generar en la provincia”, dijo el Director del INTA de Santa Cruz..
Si bien la intención del proyecto es abastecer a la población local una medicina de grado farmacéutico, aún queda camino por delante. Por un lado, deben hacerse varios estudios para que los aceites y otros derivados puedan ser parte del tratamiento de los pacientes. Luego, se necesita de la sanción de la ley nacional para que también pueda conseguirse en farmacias.
En este sentido, el acuerdo entre el INTA y Cáñamo Sur pretende realizar ensayos clínicos en los productos que se elaboren.
“En esta instancia buscamos nuevas prácticas de manejo y cultivo. Más adelante, para los ensayos clínicos, esperamos poder lograr un trabajo en conjunto”, adelantó Gabriel Tournour, responsable de Cáñamo Sur, en relación a las organizaciones locales que tienen la experiencia del cultivo y acompañamiento de los usuarios y usuarias.