La ingestión de azúcar es fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo humano, pero un exceso de sus niveles en el organismo puede traer aparejados problemas de salud.
La nutricionista Yamne Sánchez Tame nos explicó cómo evitar los riesgos y daños asociados al uso excesivo de azúcar.
¿Por qué necesitamos ingerir azúcar?
El azúcar contiene el carbohidrato glucosa y los carbohidratos son nutrientes muy valiosos ya que son la fuente más importante de energía del organismo. La glucosa brinda al ser humano alrededor del 60% de la energía que necesita para que el cuerpo pueda funcionar en todos los niveles.
Es el alimento más importante de las células de los órganos, principalmente del cerebro, que utiliza casi el 20% del total de glucosa que usa el organismo.
La glucosa también interviene en funciones metabólicas, del hígado y del sistema inmune, en los movimientos de los músculos y en la oxigenación. Se puede decir que la glucosa es el combustible del ser humano.
¿Genera problemas de salud el exceso o la falta de azúcar?
El exceso de azúcar –y de carbohidratos en general– puede desencadenar en alguna enfermedad metabólica como la diabetes, entre otras. Además, en una persona que tiene diabetes, el exceso de azúcar puede causar que sus órganos se dañen.
Hay una serie de síntomas que forman parte de lo que se conoce como síndrome metabólico, que son alteraciones en la memoria, exceso de peso, presión arterial alta (hipertensión) y elevación de los niveles de colesterol y de los triglicéridos.
Por otro lado, el déficit en los niveles de glucosa puede causar deficiencias en el organismo. La persona puede experimentar dolores de cabeza, mucho cansancio, mareos, irritabilidad.
Si esta deficiencia se mantiene en el tiempo, el organismo puede empezar a obtener energía de otras fuentes, entonces se empieza a desgastar el tejido graso –que funciona como un almacén de energía– y se pierde masa muscular, lo que puede llevar a alteraciones de la salud graves.
¿El uso de azúcar genera dependencia?
Se han realizado una serie de estudios científicos que han demostrado que el consumo de alimentos con mucho azúcar genera, a nivel hormonal y del Sistema Nervioso Central (SNC), lo mismo que producen algunas sustancias psicoactivas.
En ese sentido se puede afirmar que tiene un potencial para generar dependencia. También está comprobado que cuando una persona que consume mucho azúcar deja de consumirlo de repente presenta síndrome de abstinencia, con síntomas como ansiedad, estrés y mucho apetito.
Ello significa que mientras más azúcar se consuma más difícil va a ser ingerir menos cantidades, es decir, cambiar hábitos alimenticios.
Quien desee comenzar a consumir menos azúcar deberá ir bajando las cantidades de a poco, no hacerlo de un día para el otro.
¿Cómo reducir los riesgos asociados al consumo de azúcar?
Es importante saber que el azúcar que consumimos a diario es sustituible por otras fuentes de glucosa, como frutas, cereales, lácteos y legumbres.
Hay fármacos que pueden alterar el metabolismo de la glucosa, por lo que se aconseja consultar al médico sobre ello y prestar mayor atención a la dieta, es decir, mantener una alimentación adecuada para que no haya exceso de glucosa mientras se consumen.
No hay que satanizar el azúcar, reducir el consumo no necesariamente es dejar de consumirlo, sino moderarlo prestando atención a qué alimentos elegimos.
Hacer ejercicio físico regularmente ayuda a mantener equilibrados los niveles de azúcar: el organismo libera hormonas que ayudan a que la insulina –hormona que regula los niveles de glucosa– funcione mejor.
Mientras más refinado y más procesado sea el azúcar que se consume, más dañino será y menor nivel nutricional tendrá, como ocurre con cualquier alimento. Pero si bien el azúcar rubio o el azúcar mascabo son más sanos, siguen siendo azúcares, por lo que hay que moderar su consumo.
Si se pretende consumir bajas cantidades de azúcar, se aconseja evitar las bebidas alcohólicas o consumirlas moderadamente, ya que contienen altos niveles de azúcar.
Recomendaciones para el bajón
▶ El hambre intensa posterior al consumo de marihuana (comúnmente denominada “bajón”) es inevitable, pero es posible reducir consecuencias indeseadas evitando ingerir grandes cantidades de alimentos en poco tiempo y consumiendo alimentos bajos en azúcares y calorías.
A largo plazo, el exceso de la ingesta de alimentos con altos contenidos de grasas y azúcares puede causar desórdenes
metabólicos (niveles de glucemia, colesterol y triglicéridos elevados).
▶ Es aconsejable que el consumo de cannabis sea entre las comidas o ingerir agua y colaciones durante el día, como frutas, verduras, yogurt y barras de cereales (contienen glucosa pero no grandes cantidades de azúcar).
Cuidados generales
▶ No se aconseja el uso de azúcar en edades muy tempranas. El consumo excesivo de azúcar en la niñez se asocia a malos hábitos alimenticios, a hiperestimulación cerebral, a desarrollo de caries e incluso a la aparición de sindrome metabólico en la infancia.
▶ Debido a diferencias en el modo en que metabolizan los alimentos, las mujeres son más propensas que los hombres a padecer problemas metabólicos vinculados al exceso o déficit de azúcar.
▶ La escasa actividad física, la dieta rica en grasas y el exceso de estrés son factores que favorecen considerablemente la aparición de enfermedades asociadas a altos niveles de azúcar en el organismo. Por ello, es aconsejable realizar ejercicio físico regularmente y evitar la sobreexposición al estrés.
▶ Es importante tener en cuenta que algunos fármacos interfieren en el metabolismo de la glucosa por lo que se aconseja regular los niveles de azúcar ingeridos mientras se está tomando estos medicamentos (por ejemplo ciertos diuréticos, algunos beta bloqueadores, corticoides y algunos antipsicóticos). Esto ocurre porque dichos fármacos producen lo que se denomina sindrome metabólico, que se acompaña de resistencia a la insulina, haciendo que esta hormona, que regula el azúcar, no funcione correctamente.