A nivel sexual, el cannabis es una especie dioica, es decir que contiene ejemplares machos y hembras en diferentes plantas. En el autocultivo es importante distinguir estos dos grupos ni bien sexan, ya que para los fines buscados solo nos interesa cultivar plantas hembras.
Por su parte, los machos ni bien los reconocemos conviene apartarlos del cultivo, ya que si no corremos el riesgo de polinizar a las hembras y arruinar la cosecha. Unas pocas flores macho pueden liberar suficiente polen como para polinizar el cultivo entero y el de los vecinos. Y una planta hembra polinizada producirá flores de peor calidad y más pequeñas, ya que se concentrará en formar las semillas
El tercer sexo
Sin embargo, hay un tercer grupo de plantas que puede producir tanto flores machos como hembras, que se las conoce normalmente como hermafroditas. Este es un rasgo que puede expresarse debido a una multitud de causas, tanto genéticas como ambientales y puede expresarse desde principios de la floración, pero también cuando esta ya se encuentra avanzada.
Es importante destacar que los criadores de semillas en su proceso de crianza van trabajando para fijar algunas características deseadas en sus variedades y sacar aquellas no deseadas. En ese sentido, la estabilidad sexual es algo que buscan, por lo que realizan distintas pruebas. De este modo, van apartando en el proceso de selección aquellas plantas que muestran flores de ambos sexos ante determinados tipos de estrés.
En cuanto a condiciones ambientales que desembocan el hermafroditismo, muchas veces se debe a problemas en el fotoperíodo. Si este se cambia muchas veces, puede estresar a las plantas, provocando rasgos hermafroditas.
Qué hacer cuando tenemos una hermafrodita
Al encontrar una planta que muestra flores de los dos sexos es recomendable eliminarla. El desarrollo de las flores machos es muy veloz y, si se demora demasiado, las flores se abren y liberan polen. Por otra parte, la producción de cogollos de este tipo de plantas suele ser muy baja, así como también su calidad.
Finalmente, si se llegó a polinizar una planta con el polen de una planta hermafrodita es recomendable no usar las semillas que produzca, ya que este suele ser un rasgo hereditario.