Boxeador, actor, figura asociada a la violencia de género o dueño de un cultivo legal de cannabis. Cualquiera de estas facetas puede entrar en alguna de las mil vidas de Myke Tyson.
Pero ahora sumará a su currículum un puesto diplomático: Embajador del Cannabis de Malawi, una pequeña nación del sur africano y que tiene una tradición ancestral en el uso de la planta.
A principios de noviembre pasado, el Gobierno de Malawi le envió una carta a “Iron Myke” en la que le pide que se convierta en el embajador comercial de la industria del cannabis local.
La intención es promover el crecimiento económico de este país que es uno de los más pobres del continente africano y que legalizó, en 2020, la producción y la exportación del cannabis para fines medicinales. Los fines recreativos continúan penalizados.
Impulso industrial
Sin embargo, en el último año de puesta en marcha de esta nueva industria, los resultados en Malawi no fueron los esperados. Aún se mantienen dificultades en la creación de la matriz productiva y conseguir clientes que compren su cosecha, principalmente países de Europa.
Según cuentan las autoridades de Malawi, el país no tiene los conocimientos técnicos suficientes para levantar una industria que tenga grandes cultivos extensivos y cumplan los requisitos de trazabilidad que exige el mercado internacional.
Además, pocos agricultores fueron seducidos al nuevo cultivo porque dicen que las licencias productivas son demasiado altas. De momento la ilegalidad sigue siendo más conveniente para ellos.
“Tyson trabajará con nosotros. Esperamos que atraiga a algunos inversores e incluso compradores potenciales”, asegura Gracian Lungu, vocero del gobierno de Malawi, y quien adelantó que próximamente “Iron Myke” viajará al país
Entonces, en el Gobierno pensaron que Tyson, una figura que genera amores y odios, sea la cara comercial de su industria cannábica.
“Es posible que Malawi no lo pueda hacer solo, ya que la industria es compleja y requiere colaboración. Por lo tanto, me gustaría nombrarlo, Sr. Myke Tyson, embajador en materia de cannabis de Malawi”, dice la carta forma que le envió el ministro de Agricultura, Lobin Low.
A pesar que en el país la propuesta ha sido criticada por el Centro para la Responsabilidad Pública porque el ex Campeón Mundial de peso pesado fue encarcelado por delitos sexuales en la década de 1990, el Gobierno malauí aseguró que Tyson aceptó el cargo en los últimos días.
La propuesta fue fuertemente criticada por el Centro para la Responsabilidad Pública dado que Tyson fue encarcelado por delitos sexuales en la década de 1990. Sin embargo, el gobierno malauí aseguró que el ex boxeador aceptó el cargo
Sin embargo, no se han difundido detalles del acuerdo y si el ahora embajador del cannabis cobrará un sueldo por su nuevo trabajo.
“Tyson trabajará con nosotros. Esperamos que atraiga a algunos inversores e incluso compradores potenciales”, asegura Gracian Lungu, vocero del gobierno de Malawi, y quien adelantó que próximamente “Iron Myke” viajará al país.
Tierra de sativas
Según datos oficiales, Malawi es un país en el que su economía depende casi exclusivamente del tabaco.
En la actualidad, este cultivo representa el 13% de su Producto Bruto Interno y más de la mitad del ingreso de divisas extranjeras.
Entonces, ante la caída del precio del tabaco -un fenómeno que sucede en todo el planeta-, la crisis económica es brutal.
Por este motivo, el Gobierno de Malawi pensó en el cannabis, ya que es una industria que está en pleno crecimiento y se trata de un cultivo tradicional en el pueblo local.
De hecho, en las tierras de este país del sur africano crece una de las genéticas más emblemáticas de la cultura cannábica: la Malawi Gold, considerada la sativa más poderosa del mundo.
En las tierras de este país del sur africano crece una de las genéticas más emblemáticas de la cultura cannábica: la Malawi Gold, considerada por muchos la sativa más poderosa del mundo
Si bien se desconoce el origen genético de la Malawi Gold, se cree que los comerciantes árabes llevaron las primeras semillas de cannabis, entre los siglos X y XV.
Luego, la planta se adaptó a esta región subtropical calurosa y húmeda que tiene muy pocas lluvias durante el año.
En la actualidad, la Malawi Gold es una planta que crece extremadamente fuerte y con una altura que fácilmente puede superar los cuatro metros. Además, produce abundantes ramas donde se desarrollan cogollos delgados y de color ámbar.
Aunque esta súper sativa se volvió la genética predominante, en Malawi existen varios fenotipos de esta genética. Pero sus diferencias son mínimas entre sí: mientras que las más altas y espigadas producen cogollos con más sabor a madera, las más bajas y con forma de arbusto tienen flores más frutales con notas similares a la piña, limón e incienso.
Desde la década del ’70, esta variedad nativa de África se volvió una de las más populares y deseadas. En primer lugar, porque tiene un alto contenido de THC.
Pero también tiene grandes capacidades de adaptabilidad a cualquier condición climática, por lo que se vuelve muy recomendable para cultivadores principiantes. Sin embargo, su período de floración puede llegar a durar unas 18 semanas.
La Chamba de Malawi
En Malawi, el uso del cannabis es una práctica ancestral y culturalmente arraigada entre la población, a pesar que las fuerzas de seguridad continúan condenando los fines recreativos de la planta.
Pero además, es uno de los grandes productores del sur africano al punto que, según estadísticas oficiales, el mercado ilegal representa el 0,2% del PBI.
Un informe de Naciones Unidas detalla que en el país existen más de 156 mil hectáreas de cultivo de cannabis, principalmente en zonas remotas de las regiones central y norte.
Se tratan de pequeños campos ocultos en las montañas o a orillas del río Lupache en donde las encargadas de cuidar las plantas son las mujeres, mientras que los hombres se dedican a la comercialización.
Un informe de Naciones Unidas detalla que en el país existen más de 156 mil hectáreas de cultivo de cannabis, principalmente en zonas remotas de las regiones central y norte
En Malawi, al cannabis se lo llama “chamba” y una de las formas más comunes de utilizarlo es en “mazorca”. Además, es la forma más común de comercialización.
Luego de la cosecha, los cogollos se secan al sol y después se envuelven en hojas de maíz o plátano cuando aún están húmedas. Estas “mazorcas” se cubren con piel de cabra, estiércol o barro y se entierran durante meses, lo que le cambia el color a los cogollos y, según los campesinos, produce un mayor efecto psicodélico. Estas mazorcas se las conoce como Malawi Black o Black Magic.
Ahora, si el ex boxeador Myke Tyson y actual embajador de Malawi convence a inversionistas, es probable que las mazorcas de cannabis sean uno de los tantos nuevos productos de la industria verde.