Si está temporada de exterior es la primera vez que cultivamos y ya llevamos algunos meses de ver crecer nuestras plantas, tal vez ya nos hayamos preguntado: ¿cuándo comienzan a florecer? No hay una respuesta unívoca a este interrogante, sino que depende de distintos factores; principalmente de la genética de nuestras plantas. Pero vamos a verlo un poco más en detalle.
El fotoperíodo
Las flores de cannabis no aparecen porque sí, ni es algo que ocurre por agregar fertilizantes o usar pócimas mágicas. Ese proceso depende de lo que llamamos fotoperíodo, lo que supone la relación entre las horas de luz y oscuridad que reciben las plantas. En reglas generales, se lo divide en fotoperíodo de vegetativo y de floración. El crecimiento vegetativo se da en los meses en que las horas de luz superan en cantidad a las horas de oscuridad. En ese periodo las plantas van a crecer en tamaño.
El proceso de floración comienza a darse con la reducción natural de las horas de luz.
El proceso de floración comienza a darse con la reducción natural de las horas de luz, con el verano avanzado y la llegada del otoño. En este momento del año –a partir del 21 de diciembre–, las horas de luz comienzan a reducirse paulatinamente hasta aproximarse a las 12 horas de oscuridad y 12 horas de luz por día. En este momento es cuando la mayoría de las variedades de cannabis comienzan a mostrar sus flores. No se produce de golpe, sino que implica un desarrollo con su consecuente final.
Cambio hormonal
El comienzo del proceso de floración se da por una hormona producida cuando hay, dependiendo de la variedad, entre 10,5 y 12 horas de oscuridad diarias aproximadamente. Esto quiere decir que en este rango, las plantas florecen. Estas son sensibles a las variaciones de cantidad de horas de luz, por lo que dependiendo de la variedad pueden comportarse muy diferentes entre sí en una misma época.
En ese sentido, las plantas índicas son las primeras en comenzar a florecer y lo hacen entre mediados y finales de enero. En el otro extremo, algunas sativas puras recién inician su floración a comienzos de marzo y en el medio hay un sinfín de híbridos que comienzan a florecer entre estas dos fechas. Dicho esto, debemos tener en cuenta también la fecha de siembra. Porque si iniciamos nuestro cultivo a finales de diciembre o comienzos de enero, es probable que nuestras plantas aún no hayan alcanzado su madurez sexual, por lo que no podrán florar todavía por más que se trate de las plantas más índicas de todas.
Prácticas recomendadas
El período de transición entre el vegetativo y la floración es vital para que las plantas se desarrollen al máximo y arranquen con toda su floración. En ese sentido, algunas prácticas de cultivo nos garantizarán el éxito. En primer lugar, se recomienda en este momento realizar un último trasplante para que la planta tengo un sustrato renovado y no sufra carencias durante la floración. Ya con la floración avanzada, no se recomienda trasplantar.
Por otro lado, se recomienda atar las plantas a tutores. Estos no solo son vitales para que las plantas no se quiebren por lluvias y vientos fuertes, sino que también permiten aumentar la producción, ya que la planta no debe gastar energía de más en sostener los cogollos que se irán formando.
Finalmente, es importante realizar una prevención de plagas en este momento, removiendo las partes bajas de la planta, donde llega poca luz y circula poco aire. También podemos aplicar preventivos orgánicos y es el último momento seguro en el que podemos usar un insecticida sistémico de síntesis química, solo en caso de que llegara a ser necesario.