Idealmente, el comienzo de la floración debe ser con plantas verdes, de buen desarrollo y una masa radicular sana y activa. Se recomienda en este momento, si se está cultivando en contenedores, realizar un último trasplante a una maceta del triple del tamaño de la anterior, para que las plantas puedan desarrollar su floración en un medio de cultivo que tenga nutrientes renovados. A continuación vamos a ver claves de fertilización para el comienzo de la floración.
Claves de fertilización al comienzo de la floración
La prefloración consume nutrientes de manera similar al vegetativo, pero a medida que se desarrolla la floración la demanda de fósforo (P) y de potasio (K) aumenta, encontrando su pico máximo en la mitad de la floración.
Idealmente, el comienzo de la floración debe ser con plantas verdes, de buen desarrollo y una masa radicular sana y activa.
Una manera práctica de aportar estos macronutrientes es con el uso de abonos o fertilizantes, como el guano de murciélago, que puede usarse en la superficie de la maceta esparcido uniformemente o haciendo un té para el riego. Para ello hay que colocar dos cucharadas soperas de guano en 4 litros y medio de agua; dejar macerar por dos días revolviendo dos veces al día para airear y luego aplicar cada 15 días diluyendo una parte del té en tres de agua.
La fertilización mediante el té de guano también puede complementarse con una mezcla de humus de lombriz, compost y harina de pescado (a razón de 1 gramos por litro de sustrato). Este abono se coloca mezclado con la tierra de la superficie del sustrato y con los progresivos riegos va liberando nutrientes que las plantas van absorbiendo.