Es importante conocer las necesidades nutricionales de las plantas al cambiar de estado. Durante la floración se requieren grandes cantidades de potasio y fósforo, así como también de calcio (y ya no tanto nitrógeno como en vegetativo). Es en este contexto que podemos aplicar jugos de frutas fermentadas o FFJ (por las siglas en inglés de Fermented Fruit Juice), que son fertilizantes caseros que podemos hacer fácilmente.
A partir de la fermentación de frutas dulces y maduras, obtendremos cantidades suficientes de ácido fosfórico y cantidades elevadas de calcio. Es un tipo de jugo de plantas fermentadas (FPJ) que usa solo frutas maduras como materia fermentable
Este preparado nace de la fermentación de frutas dulces y maduras, donde obtendremos cantidades suficientes de ácido fosfórico y cantidades elevadas de calcio. Es un tipo de jugo de plantas fermentadas (FPJ) que usa solo frutas maduras como materia fermentable.
Cómo hacer fertilizantes caseros con frutas
Para prepararlo necesitamos frutas maduras, como banana, durazno o incluso remolacha. Además, vamos a precisar un frasco de boca ancha, bandas elásticas, papel de cocina, tabla; cuchillo, azúcar mascabo integral orgánica apta para consumo humano (sin azufre) y una balanza.
Este preparado nace de la fermentación de frutas dulces y maduras, donde obtendremos cantidades suficientes de ácido fosfórico y cantidades elevadas de calcio.
Primero debemos trocear la materia vegetal en cubos de 1 a 3 cm de lado, incluyendo la cáscara. Luego, mezclar la misma cantidad de azúcar mascabo, asegurándose de que todo el azúcar entre en contacto con la humedad de la fruta.
En tercer lugar, vamos a trasvasar la mezcla al frasco de boca ancha y agregaremos un cierre con papel de cocina y bandas elásticas. Para evitar moscas y hormigas, debemos hacer un sello de azúcar mascabo (una capa suficientemente grande y gruesa), de forma que la superficie superior se encuentre seca.
Debemos esperar entre 3 y 15 días según la temperatura (a más calor menos tiempo de espera);
idealmente la temperatura no debe superar los 28 °C. Finalmente, debemos filtrar el líquido resultante separando así los restos vegetales, que pueden usarse para compostar.
El líquido hay que conservarlo en un lugar templado, oscuro y ventilado. Como el fermento se compone de microorganismos vivos que producen gases, es importante contemplar esto a la hora de elegir recipientes, ya que los de cierre total pueden estallar con el tiempo.
Aplicación y dosificación
Debemos aplicarlo diluido en agua en una proporción de entre 1 en 1000 y 1 en 250. Es recomendable aplicarlo en forma de compost tea brew, es decir incubado con agua y azúcares, como mascabo y melaza. La clave está en subir la cantidad de inóculo inicial conforme la floración avanza.