En el universo de consumo cultural, es habitual que un éxito literario se mude al cine o una serie de televisión. Pero así no sucede con las producciones que nacen desde un formato exclusivamente radial. Hasta The Midnight Gospel, un mundo psicodélico que ahora transmite Netflix y que nació de un podcast.
En The Midnight Gospel, Clancy es un personaje fucsia que tiene un simulador de universos. A través de su artefacto viaja a diferentes planetas, eligiendo qué forma va a tomar y con qué ser vivo va a charlar en el extraño lugar elegido. Él es un spacecaster: un podcaster del espacio.
Las conversaciones que tiene son transmitidas en su programa y tienen el objetivo de mostrar las diferentes realidades que se encuentran en la vasta galaxia.
Y en esas charlas la libertad y el cannabis son parte de la trama.
De casa al universo
La serie animada tiene una temporada de ocho capítulos con una estética retrofuturista. Sin embargo, la aventura va un poco más allá de lo visual y es ahí donde se vuelve más interesante.
Por un lado, el protagonista vive en una casa rodante en el medio de la nada, en donde sintoniza una radio portátil. Pero a mismo tiempo posee una máquina-computadora que lo lleva a diversos mundos.
En The Midnight Gospel, Clancy es un personaje fucsia que tiene un simulador de universos. A través de su artefacto viaja a diferentes planetas, eligiendo qué forma va a tomar y con qué ser vivo va a charlar en el extraño lugar elegido. Él es un spacecaster: un podcaster del espacio.
Los episodios, de entre 25 y 30 minutos, se basan en diálogos de tono existencialista que Clancy tiene con los habitantes de las locaciones seleccionadas. Lo interesante es que durante el intercambio de pensamientos que abarcan grandes debates filosóficos, visualmente pasan múltiples eventos.
Hay un factor clave de disociación en las criaturas ya que no se inmutan ante las situaciones dramáticas que suceden a su alrededor. En ese sentido, la primera experiencia para el espectador es de desconcierto.
The Midnight Gospel es una producción con mucha información audiovisual que, en el delirio, busca encontrarle el sentido a la vida y criticar las formas de organización de la sociedad occidental. Su densidad radica en que las charlas existenciales son fragmentos de un podcast real creado por Duncan Trussell.
En “The Duncan Trussell Family Hour”, el comediante, escritor y actor, entrevista a personalidades de la cultura estadounidense que reflexionan sobre temáticas sensibles como la asimilación de la muerte, el sistema carcelario o el uso de drogas, entre otras.
Del podcast a Netflix
Pendleton Ward, creador de la exitosa serie Hora de Aventura, es fanático de “The Duncan Trussell Family Hour” y le propuso al conductor imaginar un multiverso de caricaturas a partir de las conversaciones que tuvo con los invitados. Así, Trussel le da voz a Clancy y se encuentra en cada planeta con un ser que hace espejo a individuos de la vida real.
En el primer capítulo, cuando viaja a una versión de la tierra, habla con un pequeño presidente sobre el uso de drogas, ya que afuera del recinto hay manifestantes a favor de la legalización del cannabis.
La charla termina funcionando como un mensaje de reducción de daños en la producción de Netflix porque, en realidad, el testimonio es de Drew Pinsky, un médico mediático de Estados Unidos especialista en adicciones:
“Con la marihuana no hay muerte por sobredosis. Mucha gente dice que se siente paranoica pero lo que en realidad quieren decir es que la marihuana muestra todas las partes de su ser con las que necesariamente no quiere lidiar en ese momento. Esto puede generar cambios positivos en mucha gente”, es uno de los testimonios de Duncan Trussel, que le da voz al personaje principal Clancy.
“Hay estudios más recientes que dicen que si hay marihuana recreativa, el consumo de opiáceos cae. Esta podría ser la respuesta a la epidemia de opiáceos y al dolor crónico. Prefiero que la gente consuma marihuana y no las pastillas de moda, porque la mezcla de opiáceos, pastillas benzodiazepinas y somníferos es mortal, en primer lugar. Si un paciente muere por consumo de drogas, es por esta causa. Segundo, te perpetúa el dolor y te incapacita. Algunos no se pueden levantar del sillón cuando fuman marihuana pero otros pueden trabajar perfectamente”, dice el médico Pinsky
Por su parte, uno de los testimonios de Duncan Trussel, en el personaje Clancy, responde que “Con la marihuana no hay muerte por sobredosis. Mucha gente dice que se siente paranoica pero lo que en realidad quieren decir es que la marihuana muestra todas las partes de su ser con las que necesariamente no quiere lidiar en ese momento. Esto puede generar cambios positivos en mucha gente pero no siempre es así”.
“Odio la idea de las drogas buenas y las malas. No hay drogas buenas o malas: hay un químico, que no es bueno ni malo, simplemente existe, porque lo creamos o porque está en la naturaleza, y luego está la relación del humano con la sustancia, esa es la cuestión, nuestra biología individual, qué provoca, etc. El valium, si necesitas una colonoscopia, es una droga perfecta, pero si estás bebiendo absenta en una fiesta y vas a conducir a casa, es lo peor. No porque el valium sea malo, pero la circunstancias y la relación lo son”, retruca Pinsky.
“Odio la idea de las drogas buenas y las malas. No hay drogas buenas o malas: hay un químico, que no es bueno ni malo, simplemente existe, porque lo creamos o porque está en la naturaleza, y luego está la relación del humano con la sustancia, esa es la cuestión, nuestra biología individual, qué provoca, etc.”, dice Drew Pinsky, uno de los personajes en The Midnight Gospel.
The Midnight Gospel crea un mundo psicodélico para cada fragmento de entrevista en audio, con animaciones plagadas de detalles de lo que puede suceder más allá de esta galaxia.
Pendleton se basó en la teoría de los multiversos matemáticos, la cual plantea que cualquier cálculo comprobable es también una realidad. En otras palabras, un portal infinito de posibilidades.
En la serie, mientras hay un dibujo de un pez con cuerpo humano sobreviviendo a un ataque de monstruos marinos, se escucha la historia de un hombre que pasó 18 años en la cárcel. O, en la segunda entrega, en una sucesión de imágenes que critican la industria cárnica, la novelista Anne Lamot reflexiona sobre la asimilación de la muerte.
Es un producto que rompe con las estructuras conocidas hasta el momento. Duncan Trussell declara, sobre su ya amigo Ward, que: “Ha tenido la experiencia de ser reverenciado por muchísima gente, y supongo que cuando eso te pasa, tienes dos opciones: puedes crear un ego tan grande que eventualmente te destruye o puedes convertirte en una persona increíblemente agradecida y compasiva: en alguien que ama a los humanos”.